María Enriqueta Burelo Melgar originaria de Chiapas ha sido Coordinadora del Programa de la Mujer, Consejo Estatal de Población 1984, Fundadora del Departamento de Género, UNACH y fue Secretaria Municipal de la Mujer, Tuxtla Gutierrez ( 2015-2018). Se ha desempeñado como articulista y conductora de televisión. Colaboró en el libro Desde mi Piel, un retrato de 20 políticas chiapanecas en el 2015.
Por la Cuarta | Enriqueta Burelo Melgar
Dormir juntos es un acto de intimidad en el que se intercambian abrazos, caricias o conversaciones al acabar el día. Es un espacio único y exclusivo de calor y protección. Pero no deja de ser cultural. Ese peso cultural hace que en muchas ocasiones la decisión de dormir separados sea percibida como un síntoma de crisis de la relación o como una decisión que se suelen tomar las parejas de edad avanzada. Es un estereotipo, realmente no tiene por qué haber ningún problema por no compartir cama. Tampoco tiene que ver con la edad, hay muchas parejas de personas mayores que duermen muy felizmente abrazadas, compartiendo la cama y la erótica, no escribí ‘erótico’ en honor a mis amoras feministas.
Es interesante conocer que hasta el Imperio Romano, el lecho matrimonial, solo se usaba para tener relaciones amorosas con la pareja y no para dormir, descanso y amor no debían ir necesariamente unidos, totalmente de acuerdo, como vas a querer descansar si tienes a tu lado alguien que te quita el sueño.
Dormir juntos o separados, resultó un tema que me daba vueltas en la cabeza, en mi caso dada mi corta relación matrimonial 7 años, dicen que los 7 años son karmaticos, de crisis por eso una película clásica con Marilyn Monroe se llamó “La Comezón del Séptimo Año”, no tuve la posibilidad de tomar una decisión al respecto, dormí en una amplia cama King Size, donde según la temperatura, nos acercábamos o alejábamos a las esquinas como en el box, cuando terminas el round, Lo curioso eran las siestas, si el dormía y yo quería acompañarlo leyendo, le molestaba el roce de las páginas de la revista o libro, que delicado mi ‘príncipe azul’, así que o dormía o me iba a leer a otro lado, afortunadamente, teníamos sala de tele, por lo que nunca peleamos por el control, situación que ha causado no pocos divorcios, un consejo la tele en otro cuarto a menos que les guste ver películas XXX para aderezar los encuentros del tercer tipo-
Interesada en hechos reales no datos como el que los que te arrojan un estudio de la Fundación Nacional del Sueño, 1 de cada 4 parejas en Estados Unidos duermen separadas y en Canadá, del 30 al 40%, quería saber cómo duermen las parejas en Chiapas, concretamente en Tuxtla, interrogue siguiendo un método rigurosamente científico vía WhatsApp a varias amigas “felizmente casadas” con ciertos grados de libertad ya que se colaron una divorciada y otra viuda, así como una del norte del estado, una istmeña, dos casi coletas, una de estas últimas, me comenta que en una primera etapa del matrimonio dormir juntos y abrazados es un reclamo del cuerpo, los actos sexuales son frecuentes, pero después de los 50 cuando el apetito sexual disminuye y aumenta la roncadera mutua, es mejor dormir separados.
C, una política arrecha, considera que las parejas deben dormir juntas es una parte vital de la comunicación desde el roce de una mano hasta frotarse el pie, un abrazo nocturno o bien la búsqueda de la intimidad espontanea en la noche es superior, después ya se vera.
A, indica que dormir juntos tiene como ventajas para la pareja crear un hábito que los une y genera intimidad, esto sucede si la pareja tiene hábitos comunes como intensidad de la luz, movimientos, sonidos, por otras partes si la pareja tiene hábitos diferentes puede ser una gran desventaja. Es ahí donde se decide misma cama, camas separadas o cuartos separados.
Otra, C, a la que yo sentía tímida y aplicadísima me sorprende al decir: juntos las relaciones íntimas son más espontaneas y hay más oportunidades de platicar cosas importantes y banales.
Una istmeña de las coladas en la encuesta comenta que es mejor junto porque puedes sentir su calor, su respiración, su cercanía, su abrazo, su corazón. Tener camas separadas simbólicamente separa el corazón. Me pareció tan romántico.
Juntos o separados el vínculo de la cama no tiene por qué romperse, además de que tampoco hay que limitar la intimidad únicamente a la cama.Les recomiendo, practiquen un día hacer el amor en la mesa de la cocina como en la película El Cartero llama Dos Veces, una escena de las más eróticas del cine, o en el jardín de la casa y sentir la humedad del pasto en la espalda, guau, o en el interior del automóvil para recordar los tiempos del noviazgo, o escápense a Dubái, a Niza o siéntanse la reina Ginebra en Camelot.
K que tiene experiencia en dormir en camas en diferentes partes del mundo, comparte que por cerca de 42 años de mi vida ha compartido la misma cama, en sentido metafórico, ya que no es el mismo mueble, de individual a matrimonial a extra grande. Es parte de una relación compartir la noche y ver que somos parte de la humanidad. Lo digo aún a sabiendas de que por mi trabajo y el de mi marido compartimos pocas horas en la cama. Más bien él duerme de noche a la madrugada y yo de la madrugada a la mañana, Supongo que coinciden a la hora del madrugador y juntar a un vikingo con una zoque debe ser apocalíptico.
Juntos es el momento de estar juntos, ya que todo el día tenemos ocupaciones separadas se propicia más la comunicación. La desventaja si ronca, el control de la tv,
En realidad, la costumbre de dormir juntos en la misma cama, se popularizó en la era industrial. La falta de espacio en las ciudades, llevó a construir viviendas más pequeñas que permitiesen ahorrar espacio. En la antigua Roma o en la Grecia clásica, era costumbre tener espacios independientes para dormir y una habitación separada para mantener los encuentros sexuales.
Separadas por si tengo mi quelite le puedo escribir por las noches, asustada de su comentario, dice es broma, pero por su coquetería creo que lo dijo muy en serio, ella es F.
Las jóvenes casadas deben dormir en la misma cama y jamás dormir molestas con su pareja. Mi mama tiene amigas de 70 y tienen camas gemelas porque a ellas les da calor y a ellos frio. Por ello camas gemelas una con cobertor y la otra con sabanas de algodón, comento T.
Por un lado, si se duerme en habitaciones separadas, se pierde la oportunidad de practicar ese sexo nocturno espontáneo, o ustedes que creen, entre que se ponen las pantuflas y encuentran el bastón, pierde efecto la pastillita azul «Por muy superdotados que se crean los miembros de la pareja, sus órganos sexuales no son tan grandes como para llegar a otra habitación»
El dialogo continúa, una interrumpe casas separadas, mejor, esta chava debe estar leyendo a Simone de Beauvoir: Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir proclamaban que durante dos años -el lapso que duró su primer pacto- habían encontrado el modo de amarse sin perder su propia libertad. Además, entre ellos existían otros permisos, como el de vivir amores circunstanciales o fugaces porque estaban seguros de que nada ni nadie destruiría el férreo y verdadero amor que los unía.
Otra dice separados para poner algo de picante, que nos nos acostumbremos a estar juntos, no sé si practicara su dicho.
El cambio climático ha afectado hasta las alcobas, por lo que algunas opinan en temporada de altas temperaturas es mejor separarse un poco, opino, mejor pongan un aire acondicionado.
Juntos o separados, en la misma cama o en camas gemelas o cuartos separados, lo importante es abrazarse, besarse, acariciarse, cogerse, ello genera oxitocina, la hormona que reduce el estrés.
Hace tiempo quiero compartir contigo, soledad y frío, noche, cama y sueño, corazón y piel, diría Isabel Pantoja-