Montserrat Sánchez.- Crear espacios seguros para las denuncias de las mujeres y proteger el anonimato de las mismas, son algunas de las conclusiones a las que llegaron abogadas, feministas y periodistas al explicar las acciones que se deben de implementar después del Me Too.
En las últimas semanas, las redes sociales se vieron inundadas del hashtag #MeToo, el cual es un movimiento de denuncia social que visibilizó la actual violencia de género y que tiene como finalidad otorgar a las mujeres la posibilidad de hacer pública la forma en cómo experimentaron agresiones que les ocasionaron un daño físico o psicológico.
El Círculo Feminista de Análisis Jurídico convocó a cuatro mujeres expertas en perspectiva de género para hablar sobre las lecciones que el movimiento ha dejado en los diferentes ámbitos que trastocó como espacios literarios, periodísticos, cine, activistas y académicos.
Lulú Barrera, periodista de luchadoras explicó que el origen del movimiento se remonta hace tres años con el 24 de abril que fue conocido como la Primavera Violeta y en la cual las mujeres tomaron las calles para denunciar violencias machistas.
De acuerdo con Barrera, otro antecedente del Me Too y el impacto que tuvo en redes es el asesinado de Lesvy Osorio.
Recuerden que cuando se empezó su investigación, la Procuraduría de Justicia de la CDMX escribió en Twitter que se trataba de una joven que no estudiaba, la revictimizó lo que generó el #SiMeMatan en el que escribimos lo que dirían las autoridades en contra de nosotros si el día de mañana nos pasaba algo.
– Lulú Barrera
Para la periodista, es importante pensar el internet y redes sociales como infraestructuras que han permitido la democratización, el uso de la voz, de construcción y resistencias que en épocas anteriores a la tecnología no eran posibles como ahora.
“El movimiento Me Too es el reflejo de la organización a través de internet para contrarrestar momentos específicos”, declaró Lulú.
Para Amaranta Valgañon abogada de la organización Equis: Justicia Para Las Mujeres, no hay duda: el movimiento vino para cambiar la forma de contar las experiencias de acoso.
“Esta iniciativa es una respuesta colectiva necesaria para la violencia estructural y machista que vivimos las mujeres y que al mismo tiempo puede ser un detonante que empuje a las personas a cuestionar su comportamiento social, estamos hablando de casos de hostigamiento sexual, violencia laboral, acoso sexual y violaciones que sufrieron las mujeres en su ámbito de trabajo”.
Estefanía Medina, abogada penalista y co-fundadora de Tojíl: Estrategia contra la Impunidad explicó en entrevista que el hecho de haber recurrido a contar su denuncia a través de MeToo puede ser porque se acudió a otras instancias y no se tuve el eco ni la ayuda deseada.
Cuando te sientes apoyada por otras personas es más fácil que generes esa denuncia y es justo eso lo que el movimiento brindó.
– Estefanía Medina
Por su parte, Karla Michelle Salas, abogada feminista y directora del Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social dijo en entrevista que urge crear mecanismos y protocolos para casos de acoso y hostigamiento en los lugares de trabajo.
“Es importante hacerle saber a las mujeres que existen espacios seguros, pero también lo es explicarle a los hombres qué es acoso porque muchas veces se sorprenden y dudan que sus prácticas caigan en eso. Con los mecanismos suficientes y de calidad, el Me Too tendría que disminuir”, aseguró.
Fuente: Reporte Indigo