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Por la Cuarta: ‘Conócete a ti misma’, por Enriqueta Burelo

María Enriqueta Burelo Melgar originaria de Chiapas ha sido Coordinadora del Programa de la Mujer, Consejo Estatal de Población 1984, Fundadora del Departamento de Género, UNACH y fue Secretaria Municipal de la Mujer, Tuxtla Gutierrez ( 2015-2018). Se ha desempeñado como articulista y conductora de televisión. Colaboró en el libro Desde mi Piel, un retrato de 20 políticas chiapanecas en el 2015.

 

Por la Cuarta | Enriqueta Burelo Melgar

ar“Conócete a ti misma” Amaneces un sábado o un domingo por la mañana con el corazón apachurrado y una sensación de que se acaba el mundo, nos invade la tiricia que ni el olor del café recién echo nos la quita, ni una friega de vickparub o aguarras con sal como me curaban la gripa de chica, esta sensación me duro tres meses y cosa curiosa los fines de semana, recién separada de mi pareja en el fondo pensaba, si siguiéramos juntos por lo menos estaría entretenida discutiendo sobre que ya es hora de levantarse, cuando yo soy una osa siempre dispuesta a hibernar, aun con la temperatura a punto de ebullición, mi estado era inocente, una breve depre, producto de un duelo no resuelto.

Otro día, me despertó en la noche un dolor tan fuerte en el corazón que sentí que se rompía, y pensé esto no es mal de amor, es un infarto especulé y a través de la respiración trate de relajarme, que susto, era una cruda enorme después de una noche de libaciones con Bacacho, éramos pobres y roneras, no alcanzaba para un buen Zacapa, y con ello comprobé que en toda regla, hay una excepción, una cuando estas embarazada y otra cuando presumes que no te da cruda y te da por primera vez. Lo primero, mi tiricia con apachurramiento de corazón lo solucione organizando desayunos o reuniones con amigas los fines de semana y lo segundo con una Sal de Uvas.

Sin embargo, la presencia de taquicardia, mareos, cansancio, pueden ser síntomas de algo más serio, el inicio de la depresión, un trastorno mental con nombre de mujer, lo peor del problema es que en sus inicios nadie nos hace caso, y piensan que es puro teatro, en tu casa te dicen sal con tus amigas a tomar el cafecito, búscate un quehacer, y lo peor del caso “esta, hombre quiere”, cuando tu sientes que se te acaba el mundo.

Las mujeres nos consideramos supermujeres, que nos duran las Chicas Marvel, pero, ellas también, sufren los estragos de la diaria batalla que libran las heroínas, presumimos ser multitask, es decir que podemos hacer varias cosas al mismo tiempo, nos ponemos rímel en las pestañas, mientras amamantamos al bebe y hacemos el amor, ni el Guasón puede hacer eso.

La depresión no ataca solo a las chicas del jet set, ni a las nerd o a las feministas, agarra parejo, sin embargo, si eres una mujer con recursos espirituales y fortaleza interior, si eres de las que te bañas diario con agua magnetizada y con una pizca de sal de mar y cargas miles de cuarzos y llamadores, y ya te hicieron tu plano astral, y ya te hiciste un tatuaje que te cubre todo el cuerpo, estas equipada para salir adelante.

Por otra parte ser joven y bella no es antídoto para la depresión, Gatubela o sea Halle Berry sufrió una severa etapa de depresión a finales de los años noventa o la cantante y actriz Miley Cyrus: “La depresión es un problema mucho más serio de lo que la gente piensa. Yo llegué a encerrarme en mi habitación y mi padre tuvo que tirar la puerta abajo para que reaccionara. Siempre he estado en contra de la medicación, pero hubo un momento en que realmente la necesité…”.

 

Pensando en voz alta. hay una teoría muy común, la de la gordita feliz, y yo me sumo a ella, porque estoy algo…mucho pasada de peso, y me siento plenamente feliz, sin embargo, hay estudios que nos muestras la vinculación que existe entre la obesidad y la depresión, y son condicionantes una de la otra. Creo que todas en un momento dado comemos compulsivamente cuando sufrimos ansiedad; los chocolates y el queso son los alimentos más socorridos en mi caso. Pero cuando confundimos este malestar con el hambre y utilizamos la comida como un antidepresivo o ansiolítico natural es cuando la señal de alarma comienza a sonar. Una dieta no es suficiente para bajar de peso si no se tratan también las emociones.

En el lado opuesto tenemos a la anorexia, cuando el control no lleva al descontrol, dejamos de comer en determinados momentos o en el caso de la bulimia, nos damos un atracón y luego vomitamos. Tengo una amiga de toda la vida, y siempre ha sido delgada, salvo en la prepa, algo llenita, pero creo que era más atractiva así, en esa época no sabía de desórdenes alimenticios, sin embargo, cuando salíamos a comer, regularmente al final de la comida corría al baño y vomitaba, y nos comentaba que lo hacía para volver a comer, ahora sé que tuvo su temporada bulímica que sospecho superó, ya que sigue campante y sonante.

Al fin psicóloga tenía la costumbre de desmenuzar u observar no con lentes violeta, el feminismo no me había tocado con su vara mágica, sino, con lentes de aumento, y siendo estudiantes con tres amigas analizábamos nuestro sobrepeso, que no era tan sobre, y comentábamos en voz alta, es una manera de protegernos de las relaciones, no queremos saber si nos puede ir bien o mal, afortunadamente, superamos esa etapa, no de sobrepeso, pero si encontramos nuestro camino, y una de ellas hoy formalmente lesbiana, tiene su pareja y una hija adoptiva, posiblemente era de lo que se protegía, hace 30 años era un tema hot. Simbólicamente la grasa protege de las agresiones externas, afirma Larissa García, de la Sociedad Psicoanalítica de México y de asumir culpas, emociones, sentimientos….

Conócete a ti misma, conoce tus emociones y aprende a entenderte, parece que Platón nos hablara. Por ejemplo, si estás enfadada, siente en que parte de tu cuerpo sientes el enfado y habla con tu enfado, un masaje o una sesión de acupuntura puede ayudar a tu cuerpo y a tu mente a relajarse.

Hay personas a quienes les da mejores resultados practicar ejercicio al aire libre, ya que produce una cierta sensación de libertad, o practicar yoga, por ejemplo conmigo no va la yoga, no tengo vocación de gurú, una clase de baile latinos o afroantillanos, eso sí va con mi personalidad sensual y jacarandosa, azúcar diría mi adorada Celia Cruz.

En caso de que una ruptura amorosa te provoque esa sensación de infelicidad, no te vayas con la finta de un clavo saca otro clavo, tal vez dependa del tamaño del clavo o si es el martillo de Thor, pues adelante.

Es difícil encontrar una fórmula mágica para ser feliz, en un mundo donde no las condiciones no son las idóneas, cada persona necesita un receta personalizada, algunas necesitaran un pequeña ayuda de escitalopran o prozac, por ejemplo, otras aparte de eso necesitaran terapia, realizar alguna actividad física, un cambio de hábitos, hay que dejarse ayudar al primer síntoma de que las cosas no funcionan.

Yo les recomendaría leer un texto publicado hace algunos añitos que se llama Más Platón y menos Prozac, aquí un carcajada abierta, ya que el corrector puso en lugar de Prozac, procaz, y no andaba tal mal ya que procaz es una persona que se comporta o habla de manera desvergonzada, descarada o atrevida, en especial en el aspecto sexual, lo que me parece que no está mal del todo, vamos rompiendo esquemas, si no tomas Prozac, pero eres feliz siendo procaz, adelante.

Lou Marinoff, el autor plantea la utilidad de la filosofía como conjunto de saberes de sanación de las patologías individuales y sociales que en el mundo posindustrial acosan al género humano. Para él la filosofía contiene un acervo histórico con un potencial de terapia incalculable.

Y como diría Platón: Conócete a ti misma.

 

 

Imagen de portada: Obra de la pintora Menchu Uroz

 

 

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