Home > Opinión > Por la cuarta: De las chichis a las bubies, por Enriqueta Burelo

Por la cuarta: De las chichis a las bubies, por Enriqueta Burelo

María Enriqueta Burelo Melgar originaria de Chiapas ha sido Coordinadora del Programa de la Mujer, Consejo Estatal de Población 1984, Fundadora del Departamento de Género, UNACH y fue Secretaria Municipal de la Mujer, Tuxtla Gutiérrez (2015-2018). Se ha desempeñado como articulista y conductora de televisión. Colaboró en el libro Desde mi Piel, un retrato de 20 políticas chiapanecas en el 2015.


Por la Cuarta | Enriqueta Burelo Melgar

Pechos, tetas, mamas, senos, busto, melones, bongos, pechugas, bubis, chichis diríamos en Chiapas, son los nombres con los que nos referimos a esa parte de la anatomía femenina que se encuentra situada en algún lugar entre las clavículas y el ombligo. Una acumulación de grasas, ligamentos, tejidos conjuntivos y lóbulos mamarios que han traído de cabeza a millones de hombres a lo largo de la historia. Freud diría que la mitad de los hombres del planeta se quedaron atrapados en la etapa oral, de la succión. Ustedes se pueden imaginar, durante la lactancia los pezones de una mujer se estimulan y se genera la oxitocina, un compuesto químico conocido como droga del amor, y considero que este vínculo se traduce en la edad adulta en atracción por los pechos por parte del sexo masculino.

Hay quien le pone nombre a los senos, es mas a cada uno de ellos; “Sonia y Selena”, “Tetina Turner”, “Thelma y Louise” y “lolas”, en las Islas Canarias, “Teresa y Margara”, ante la duda puedes decir el muy castizo tetas. Que sin ellas no hay paraíso.

Afortunadamente en este vínculo senos y erotismo, también las mujeres salimos ganando, aunque parezca increíble, una mujer puede alcanzar el orgasmo solo con la estimulación del pezón, ya que la estimulación del pezón activa la corteza sensorial genital y Voilà, como dicen los franceses, no en vano chichi para la RAE significa también vagina, entonces hay una conexión.

El tamaño ha sido otra de las tragedias para las mujeres, sin son pequeños o muy grandes o flácidos, hacemos ejercicios, nos untamos cremas, recurrimos al cirujano plástico, ya sea para hacerlos pequeños, o hacerle la competencia a Pamela Anderson. Se dice que el nombre de copa que hoy se usa para designar cada una de las partes del sostén, tiene que ver con las copas de champan que un seno debía caber en una copa. Haciendo referencia al tamaño de los senos el refranero español señala: Mano que teta no cubre, no es teta sino ubre y rápidamente el ingenio responde: Pene que vagina no llena, no es pene sino pena.

Estudios señalan que los hombres hambrientos prefieren a las mujeres exuberantes (han de pensar que los van a terminar de alimentar), además que las personas más machistas suelen preferir también los pechos de mayor tamaño. Sin embargo, los que tienen una visión más igualitaria sobre el rol en la sociedad de hombres y mujeres en suelen preferir los pechos más pequeños, ¿será?, es cuestión de hacer un estudio de manera individual, ¿no creen?.

Para que tengas una navidad muy hot, unos consejitos:

Primero reta a tu pareja a desabrochar tu sostén, sin usar las manos, tal vez recibas unas mordiditas muy agradables, y por supuesto el último modelo de Victoria Secret, no el brasier que te pones de emergencia y que ya está dando las ultimas, y ya le faltan algunos broches.

Invítalo a comer, de esta manera tus senos no solo serán un estímulo visual, también comestible, tú sabrás sus gustos, chocolate derretido, crema batida, o si es chiapacorceño, báñalos en mistela o trocitos de hojuela con miel de dedo, que delicia y muy navideño.

La sensación de las sábanas, loción para el cuerpo o incluso una pluma puede ofrecerte sensaciones nuevas y excitantes. Incorpóralo en su intimidad y disfruten ambos de los beneficios. Que el galán te masajee tus senos colocando el pulgar en la punta del pezón, y luego haciendo círculos en la areola. Para ello puedes usar cremas o aceites. La punta del pezón es la zona más sensible, por lo que las caricias suaves pero profundas te  encenderán, mientras que la sensación de lubricación hace que tus movimientos sean más efectivos y placenteros.

Por otro lado, si tú eres tímida y aplicadisima, y no te desvistes del todo, usa lencería súper sexy, sostenes de media copa, push up, que hacen que tus senos luzcan como los de Penélope Cruz, agujeros estratégicos, que harán derretirse a un tempano de hielo.

Si ya andas en la 4ª transformación de seguro que tu pareja anda también en esa esta y quiera sentirse como de 20, quizá un poco inseguro por los cambios que ocurren en su cuerpo, y lo que les excita más la idea es que si todavía la hacen, por ello el uso de tus senos como una zona erógena para ambos, puede resultar muy explosivo y genial, así como, el sexo oral y también el escrito, lo hará que se prenda y se sienta un mozo de secundaria en su primera relación.

Unos consejitos para conservar nuestra pechonalidad: alimentos ricos en antioxidantes, conservar tu peso, si no tendrás en lugar de unas bubies de campeonato, los jardines colgantes de Babilonia, agua, o sea hidrátate, buena postura, ejercicio y por supuesto los masajitos en pareja.

 

Print Friendly, PDF & Email