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Por la cuarta: En tiempos de Covid por Enriqueta Burelo Melgar


Enriqueta Burelo Melgar Programa de la Mujer, Consejo Estatal de Población 1984, Fundadora del Departamento de Género, UNACH y fue Secretaria Municipal de la Mujer, Tuxtla Gutiérrez (2015-2018). Se ha desempeñado como articulista y conductora de televisión. Colaboró en el libro Desde mi Piel, un retrato de 20 políticas chiapanecas en el 2015.

Por la Cuarta | Enriqueta Burelo Melgar

No sé qué siento exactamente nos preguntamos todos los días, vacío en el estómago, apachurramiento de corazón, que estamos a punto del desmayo, que no podemos respirar, en fin una serie de sensaciones que no logramos explicarnos y sobre todo, no logramos controlar, y que aparentemente no tienen causa, sin embargo, detrás de esas sensaciones tenemos a un bicho verde pero al mismo tiempo invisible que se cierne como una amenaza sobre nuestra salud, y si fuera una inocente gripa, no importaría, pero su efecto sobre algunas personas es mortal, y eso nos causa una incertidumbre, nos sentimos inmensamente vulnerables frente al Covid 19. En ocasiones decimos, sería mejor que ya me hubiera dado, sin embargo, no sabemos si el virus encontrará en nuestro cuerpo las famosas cormovilidades que agravan el padecimiento y en ocasiones con resultados mortales.

Hace unos días me sucedieron dos hechos, la muerte de una querida prima, muy cercana a la familia, de mi edad, y que aparentemente se había aislado desde hace 7 meses, al parecer fueron las reuniones navideñas donde uno se siente en confianza que se contagió y como este virus es tan misterioso, en su caso resultó mortal, nos envuelve la  tristeza y nos sentimos vulnerables, la próxima puedo ser yo, pensamos,

Por otra parte, una relación que apenas iniciaba con sus dudas y vaivenes terminó de repente, y nos invade la desolación de la que habla Marcela Lagarde, un componente de la desolación y que es parte de la cultura de género de las mujeres es la educación fantástica par la esperanza. A la desolación la acompaña la esperanza: la esperanza de encontrar a alguien que nos quite el sentimiento de desolación, un círculo vicioso.

Casos como ello, unido al COVID, pues hacen trizas nuestras defensas, y es cuando tenemos que recurrir a nuestras fortalezas, a la tan llevada y traída resiliencia, un mecanismo de recuperación, hacer frente a la adversidad y resistir situaciones difíciles. El uso de recursos de apoyo para abordar el estrés y otras dificultades es un componente fundamental de la resiliencia.

La adversidad y la angustia generalizada están suponiendo todo un reto en nuestro día a día. Todo ha cambiado, por lo que es lógico sentir esa sensación rara e imposible de definir, sobre todo cuando en los noticieros o grupos de WhatsApp vemos cifras y casos que nos mueven el corazón, el estómago y nuestros sentimientos más profundos.

El miedo está cambiando nuestra forma de convivencia. Hemos tenido que aprender a saludarnos sin ser efusivos, sin haber contacto físico con los otros. Estamos aprendiendo además a encerrarnos en nuestras casas, a convivir con nuestra familia y a planear y desarrollar nuestras actividades sin salir de ella.

Y desafortunamente el erotismo y la sexualidad se han visto afectados a menos que tengamos a una pareja  de tiempo completo, que viva con nosotros y lo desinfectemos a diario, mientras tanto si encontramos un buen prospecto y que nos atrevamos a algo más, será aparte del baño con desinfectante antes y después, el uso del condón y la careta, ante ello habrá que entender que el erotismo no es solo coito, son imágenes, palabras, música y otras cositas….

En cuanto al encierro, nos resulta en ocasiones imposible permanecer encerradas, por nuestro trabajo, las necesidades cotidianas, y debemos tomar todas las precauciones posibles, careta, cubrebocas, gel, sana distancia y todo lo que se considere prudente, y sobre todo no ir con el miedo como compañero cotidiano, eso nos puede hacer mucho daño a nuestra salud mental.

“Para sobrevivir a escenarios de incertidumbre es importante echar mano de recursos de afrontamiento”, entre estos recursos se encuentran las habilidades de intercepción. Es un término técnico usado para describir los cambios sutiles que se están produciendo todo el tiempo bajo nuestra piel. Todos ellos nos permiten adaptarnos o salir fortalecidos de una crisis. Un ejemplo de esas habilidades es la capacidad para modular nuestra respuesta emocional ante el miedo o la tristeza; otro es la percepción de apoyo social. Sentirse respaldado y querido por otr@s ayuda a sobrellevar situaciones de incertidumbre, como la pandemia actual.

En una crisis como ésta es importante hablar de nuestras emociones con un amigo o familiar, y  también, relajar nuestro cuerpo a menudo con técnicas de respiración profunda, meditación, relajación muscular o participe de actividades que le diviertan. Hacer ejercicio en casa también le puede ayudar a mantener la forma y disminuir la tensión. Recuerda que internet ofrece un sinfín de recursos para aprender y practicar muchas de estas estrategias • Intente hacer cosas que habitualmente le resulten entretenidas. • Habla con sus personas cercanas de su confinamiento si eso le alivia. • Mantén buen ánimo y considere que este aislamiento le puede resultar provechoso. Aun así, si te encuentras triste, con ansiedad y preocupación, ello entra dentro de lo esperable para esta situación. Acepta lo que sientes y haz lo posible por manejarlo y si no puedes pide ayuda.

Escribir puede ser otra herramienta terapéutica, no en el sentido de solucionar problemas directamente, pero, desde luego, suele ser una buena forma de sacar a la luz lo que llevamos dentro, desahogarnos, aclarar nuestros sentimientos o nuestras dudas, animarnos, conocernos mejor e incluso de ayudarnos a tomar alguna decisión.

Se dice que Goethe, por ejemplo, escribió «El joven Werther» en una sola noche (quizá es una exageración romántica) para desahogar las penas por un amor no correspondido.

Finalmente podemos aprovechar esos espacios de soledad que nos brinda el aislamiento para ejercer los derechos autónomos de la persona y para tener experiencias en las que no participan de manera directa otras personas.
Para enfrentar el miedo a la soledad tenemos que reparar la desolación en las mujeres y la única reparación posible es poner nuestro yo en el centro y convertir la soledad en un estado de bienestar de la persona.

La vida no será igual cuando pase la pandemia .Pero esto no debe darnos miedo, porque la vida nunca es igual. Nuestra vida siempre está cambiando y todas las crisis son al mismo tiempo, una oportunidad para transformarse.

 

Ilustración de portada: lrasonja (Pixabay)

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