Home > Opinión > Por la cuarta: Se puede seguir siendo sexual, deseable y activa a los 60 y más allá por Enriqueta Burelo Melgar

Por la cuarta: Se puede seguir siendo sexual, deseable y activa a los 60 y más allá por Enriqueta Burelo Melgar


Enriqueta Burelo Melgar Programa de la Mujer, Consejo Estatal de Población 1984, Fundadora del Departamento de Género, UNACH y fue Secretaria Municipal de la Mujer, Tuxtla Gutiérrez (2015-2018). Se ha desempeñado como articulista y conductora de televisión. Colaboró en el libro Desde mi Piel, un retrato de 20 políticas chiapanecas en el 2015.

Por la Cuarta | Enriqueta Burelo Melgar

La vejez es una etapa natural del proceso de desarrollo, y desde el primer día de nuestra vida empezamos a envejecer, no podemos hacer nada para evitar este fenómeno, sin embargo, si podemos decidir cómo lo vamos a vivir. Está claro que las costumbres de nuestra cultura y la sociedad en la que nos vemos inmersos va a influenciarnos en gran medida. Por ejemplo, en Occidente, tendemos a sobrevalorar la juventud y a estigmatizar a las adultas mayores. Si seguimos estos patrones establecidos, veremos al hecho de envejecer como un momento de la vida indeseable e incluso vergonzoso.

En su calidad de arbitra de la moda, Carolina Herrera señala que uno debe envejecer amablemente, y agrega  veo muchas mujeres en la calle y, desde atrás, se ven muy bien con su pelo largo y sus faldas pequeñas. Pero cuando se dan la vuelta, aargh, ¡son viejas!”, yo en lo particular le diría a las mujeres vístanse como se les pegue la gana, me encantan mis compañeras de sobrepeso, que no les importa que sus lonjitas se marquen en las camisetas apretadas o van con blusas ombligueras, o con súper escotes, eso es autoestima, lo demás es solo teoría.

De repente volteamos a mirar a las jóvenes de 20 o 30 años y envidiamos su agilidad, su estómago liso, sus senos firmes, y nos da un poco de envidia, sin embargo, nosotras podemos tener un cuerpo a la altura de las circunstancias con ejercicio de acuerdo a nuestra edad y necesidades, y llevando un régimen sano de alimentación, nada es gratuito y un plus para nosotras, la experiencia, savoir faire, y enfrentarnos con más libertad y naturalidad nuestros deseos.

Por ejemplo, en el momento de estar  ya a punto de turrón, nos da pena que nuestros senos y otras partes de nuestro cuerpo estén en caída libre, eso se remedia con ropa interior atractiva, con caricias sugerentes, y con ello, al rato tus senos estarán siendo objeto de deseo y no de escrutinio.

Observemos nuestra piel que es un mapa de nuestra vida, la cicatriz de la cesárea que hoy la vemos reflejada en hijas o hijos a quienes amamos profundamente, la de la vesícula por todas esas grasitas que hemos comido, hasta en los senos si somos sobrevivientes del cáncer de mama, todas esas marcas cuentan la historia de nuestra vida, yo tengo arrugas en los ojos dado que nunca usos lentes de sol y las marcas a los lados de mi boca son resultado de tanto reírme y disfrutar de la vida, lo rico es abrazar esos cambios con amor a nosotras mismas.

Y paseando por el centro de Tuxtla encontré una tienda donde venden trajes de baño, ropa interior, los famosos hilos y mallas de varios colores, atrévanse a comprarse una malla y tengan por seguro que Jane Fonda y Madonna no tendrán que hacer nada al lado suyo, nuestra sexualidad no es solo el coito, es reflejar tranquilidad y felicidad interior.

Por otra parte las evidencias científicas nos muestras que las personas entre los 50 años y más, aquellos con más actividad sexual tenían mejor capacidad de concentración, facilidad para memorizar información, mayor fluidez verbal e inteligencia visual y espacial. “A la gente no le gusta pensar que los adultos mayores tienen sexo, pero debemos desafiar esa concepción y mirar el impacto que la actividad sexual puede tener en personas de 50 o más años, más allá de los efectos conocidos sobre la salud sexual y el bienestar general”

Seguir siendo deseable y sexual a cierta edad es visto por muchos casi como una grosería. Es lo que denunciaba la actriz Jane Fonda hace unos días en una mesa redonda organizada por The Hollywood Reporter: “A nuestra cultura no le gusta que las personas con arrugas hablen sobre sexo. A los niños tampoco les gusta pensar que sus padres lo practican. Pero el grupo demográfico de más rápido crecimiento en el mundo son las mujeres mayores y muchas de ellas lo hacen de forma placentera”, aseguraba la actriz, de 81 años.

Sin embargo, esa trampa empieza diluirse en este amor postmoderno porque muchas mujeres maduras tienen muy claro que quieren vivir sus relaciones y su sexualidad desde otro punto de vista, a pesar de que la sociedad las sigue escondiendo en algunos aspectos.

Lo más llamativo es que la relación entre una mujer madura y un chico más joven se llame cubbing pero la de un hombre mayor con una persona más joven sea simplemente amor: “Esa tendencia significa darse cuenta de que las mujeres de más de cincuenta años siguen siendo atractivas, se sienten atractivas y hombres mucho más jóvenes que ellas así las ven”.

“La sociedad estigmatiza a las personas mayores, pero cuando le añades el factor género, la discriminación es doble”, explica Mónica Ramos, profesora de Antropología Social en la UCM y autora del libro Envejecer siendo mujer: dificultades, oportunidades y retos. “En el caso de Mick Jagger o de cualquier cantante de más de 60  años incluso se pone en valor que sigan estando tan activos. Para ellos es todo un éxito. Para una mujer es casi una vergüenza seguir a esa edad en un escenario”, apunta.

Cuando estás sola o más que nada te sientes  desolada, te entra miedo, te sientes vulnerable, débil y empiezas a entrar en desesperación lo cual te lleva a mendigar afecto, y cuando mendigas, sólo vas a encontrar sobras no un 100%.

Así que el trabajo de una emprendedora emocional nace de conectarse, hacer deporte, meditar, ser curiosa, convertirte en tu prioridad, querernos mucho y ser feliz, porque la felicidad es muy atractiva: “Muchas veces empezamos la casa por el tejado, buscamos a alguien con quien ser feliz pero realmente si no nos queremos a nosotros mismos cómo vamos a pretender que otra persona nos quiera. Me parece un fraude”:

Print Friendly, PDF & Email