Redacción.- En México existen cerca de 10.000 mujeres en reclusión. “Un alto porcentaje está en prisión ‘por amor’, como ellas lo llaman, es decir, por complacer a un hombre”. Hay 428 centros penitenciarios y sólo 10 son exclusivos para mujeres, mientras que los otros acondicionan un espacio específico para albergarlas. Las políticas y procedimientos están formulados para la población varonil.
De acuerdo a las investigación de «El estigma de las mujeres en reclusión en México: una mirada desde el interaccionismo simbólico», muchas de las mujeres que fueron detenidas por delitos menores llevaron procesos irregulares que las mantiene en la cárcel durante varios años sin recibir sentencia; en este problema se cruzan diferentes factores como el género, el nivel socioeconómico y los procedimientos legales del país.
La mayoría de estas mujeres en México viven una situación similar o la misma en España
-Las reclusas, además de recibir el castigo legal, reciben el más duro de los castigos: el moral, ser abandonadas por haber faltado a su rol de mujer.
-Las visitan muy poco y se autonombran las olvidadas de las olvidadas.
-Las condiciones de las cárceles no ayudan.
-Hay poca actividad, poco trabajo y poco apoyo. Hay realidades que son internacionales.
Por lo que teta&teta organización de Madrid lanzan junto a Plan B (web coming soon) la iniciativa de A las olvidadas de México con el objetivo de “bajar el índice de reincidencia delictiva y prevenir la violencia que se gesta desde prisión, pues es común escuchar que las cárceles son las grandes universidades de la delincuencia. Construimos talleres creativos – laborales en cárceles femeniles así como bibliotecas. La transformación que han logrado es fascinante” como mencionan en su plataforma
Esta idea fue creada por la publicista y gran lectora María Rufilanchas, de acuerdo a El País relata que un día se vio pagando en una librería una cantidad de volúmenes que casi no podía cargar y pensó en alto: “¿Qué hago con todos los que tengo en casa?”. La respuesta llegó de otra clienta: “Dónalos a la cárcel”. Rufilanchas recuerda que aquella señora le regaló la palabra “cárcel”, algo en lo que nunca había pensado. ¿Quiénes estaban allí? ¿Leían? ¿Cuál era su situación? Se dio cuenta de que la realidad de los presos es poco conocida. Invisible, más bien. Y más aún la de las presas, una minoría que queda totalmente diluida.
Esta iniciativa convoca a la sociedad a regalar un libro a mujeres que se encuentran en la cárcel “para alejar mentalmente a las reclusas de su realidad, pero también para generar reflexión y debate en torno a un colectivo invisible para la sociedad”.
¿Qué libro le regalarías a una mujer que está en la cárcel? y detallan:
–Piénsalo bien. Sin juzgar.
–Hazte con ese libro, puede ser nuevo o usado, siempre que esté en buen estado.
Uno de los requisitos indispensables y más importantes es escribe una dedicatoria. Ya que las chicas no entregaran el libro sin dedicatoria
Si estas interesadx en regalar un libro puedes enviarlo a la Avenida de la República 157 Piso 5 en la Colonia Tabacalera, Ciudad de México antes del 4 de octubre.
Si quieres conocer aún más de este gran proyecto y participar da click AQUÍ