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Elena Garro, dramaturga y novelista que incursionó en la danza, la actuación y la coreografía


 

Su obra Los recuerdos del porvenir es considerada una de las creaciones más perfectas de la literatura contemporánea 
No se identificó con el feminismo, pero en sus obras son las mujeres un centro indiscutible

Ciudad de México / Libertad López.- Este agosto con varias charlas y actividades literarias se rememora a una de las más extraordinarias escritoras mexicanas: Elena Garro, a 25 años de su partida.

“… Elena un personaje mítico. Encuentro en ella vivencias que la hacen resaltar como escritora y mujer. Es sorprendente asomarse a la historia de una persona y encontrar tantas y tantas interrogantes, misterios que envuelven su vida, sus pasiones, amores y frustraciones. Rodeada de un ambiente lleno de libertad que propició desde su infancia, un desenvolvimiento libre, colocando corazón e imaginación en cada momento vivido. Una trayectoria de vida que sale de lo cotidiano, del “debe ser” femenino, en fin, una forma distinta de ser mujer en su época.

Así escribió de ella Ana María Hernández López en el número 2 de Cuadernos Feministas CF en 1997. Profesora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México e integrantes del Círculo de Estudios de Lectura Escrita Cidice; editora de CF.

Las charlas y recuerdos comenzaron el 11 de agosto en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, a iniciativa de las autoridades de cultura.

La dramaturga y novelista Elena Garro, murió un 22 de agosto, de 1998 en Cuernavaca, Morelos, a los 82 años.

Se la recordó en el ciclo ¡Leo… luego existo!  convocado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).

En la primera charla participó la actriz de la Compañía Nacional de Teatro (CNT) Laura Padilla, quien leyó La culpa es de los tlaxcaltecas, un relato corto publicado en 1964 y que se convirtió en un clásico de la cuentística mexicana.

Como parte del ciclo Las y los jóvenes leen a… Elena Garro, estudiantes del XIX Diplomado en Creación Literaria Xavier Villaurrutia participarán con lecturas de textos emblemáticos de la autora, del 22 al 26 de agosto.

Elena Garro, una nueva concepción del tiempo en el relato 

Dramaturga y novelista, Elena Garro también escribió poesía, mucha de ella es inédita, y ejerció el periodismo. Incursionó en otras disciplinas artísticas, como la danza, la actuación y la coreografía.

Una de sus aportaciones más destacadas dentro de su narrativa es que introdujo nuevas formas de concebir el tiempo dentro del relato y, gracias a esto, sus piezas teatrales renovaron la dramaturgia.

Sus historias, que danzan entre la fantasía y la realidad, aportaron a la literatura la cosmovisión de los pueblos originarios del país, del imaginario campesino e indígena. Su lenguaje poético recrea las atmósferas del campo y la ciudad; el diseño de sus personajes recrea su personalidad más profunda.

Algunos de sus libros más reconocidos y estudiados son Los recuerdos del porvenir (1963), Un hogar sólido (1958), Andarse por las ramas (1958), Los pilares de doña Blanca (1958) y La semana de colores (1964).

Para Ana María, esta mujer …” respondía a un espíritu aventurero y rebelde. Siempre confrontó sus ideales, quizá por ello y ante un código social que valora de muy distinta forma su proceder, es que concluye que todo en su vida fue equivocado. Y, sin embargo, Elena se convirtió en la imagen de una mujer que superó atavismos y obstáculos, tanto sociales como políticos, en aras de realizarse como mujer y como escritora en un siglo XX plagado de grandes cambios.

 

Pero… ¿Cuál es su obra y sus contribuciones literarias?

Su obra teatral está integrada por obras como El árbol, Felipe Ángeles, Los pilares de Doña Blanca, El rey mago, Andarse por las ramas, Ventura Allende, Los perros, La dama boba, El rastro, Benito Fernández, La mudanza y El encanto.

Elena Delfina Garro Navarro (Puebla, Puebla, 11 de diciembre, 1916 decía sobre sí misma ser una mujer cuyo mundo era la lectura, pero su vocación pudo ser otra.

Margarita León en 1916, dijo que Elena Garro deseó ser coreógrafa, bailarina o general, pero destacó por ser una escritora multifacética que escribió novela, teatro y ensayo histórico, recurriendo para la creación de sus distintas obras a la crónica, a la memoria y a la poesía.

La crítica literaria de diversas épocas –explica León, investigadora del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma Mexicana– pone a Elena Garro como una de las escritoras más importantes del siglo XX, compartiendo el crédito con Rosario Castellanos y Guadalupe Dueñas.

La influencia más importante de Elena Garro en la literatura fue a partir de 1963, cuando publicó su primera novela Los recuerdos del porvenir.

“Ella fue una voz distinta respecto a la literatura que se venía escribiendo anteriormente, porque si bien había historias sobre los pueblos alejados y marginados, ella introdujo en su narración elementos del surrealismo, de la fantasía y de la paz. Creo que uno de los grandes aportes de Elena Garro fue el exponer en sus cuentos y obras de teatro la historia de México”.

Elena Garro apostó en sus obras por el poder del lenguaje, y destacó las creaciones de obras teatrales poéticas e imaginativas, que le siguieron a su más popular novela, las cuales presentan una corriente general de la literatura europea.

“Coincido con la opinión que externó en vida Emmanuel Carballo, en el sentido de que la obra de Elena Garro consiste en un realismo poético, ese que pasa por la magia, el sueño, la imaginación, para dar ciertas formas al surrealismo, por lo que creo es una escritora que abre brecha a escritoras posteriores”.

En sus obras Elena Garro presentó mujeres perseguidas, a las que no victimizó del todo, ya que no son mujeres sumisas sino personas en medio de situaciones difíciles. Asumió grandes tradiciones literarias, no sólo latinoamericanas sino europeas, por lo que no se restringió al ámbito de la literatura nacionalista.

Durante mucho tiempo a Elena Garro se le consideró una escritora en el olvido o marginada, actualmente “Elena Garro puede compararse con otros escritores del siglo XX. En estos días ya contamos con muchos estudios sobre su teatro, memorias, y su obra novelística, decirle marginal sería desconocer lo que se está haciendo en la academia. Ella ha sido revalorada y ubicada en la historia de la literatura”

Emmanuel Carballo (1929– 2014) calificó a Elena Garro como una escritora de la cabeza a los pies, modificante, deslumbrante, innovadora, por lo que la literatura era una antes de Elena Garro y otra después de ella., e indicó que la principal aportación de Elena Garro fue llevar a la literatura latinoamericana un mundo lleno de magia.

“Es la creadora de un realismo que ya no es realismo crítico, ni realismo costumbrista ni expresionista, sino que viene a ser una cosa íntima, suave, y poco a poco va dejando el mundo de todos los días para entrar a un realismo mágico que de alguna manera es una crítica al mundo en que vivimos”, escribió el crítico literario.

Estudios y trayectoria 

Garro llegó a los 18 años a la capital del país para ingresar a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde estudió literatura, coreografía y teatro. Pronto se convirtió en coreógrafa del Teatro Universitario y comenzó a actuar en algunas obras.

Tiempo después hizo un posgrado en la Universidad de California, en Berkeley, y en la Sorbona, en París, Francia

Fue amiga de Christian Dior, Pablo Picasso y Jean-Paul Sartre durante los años que vivió en París, de 1946 a 1952. En 1963 publicó su novela más famosa Los recuerdos del porvenir, por la cual mereció el Premio Xavier Villaurrutia y, además, se considera una de las creaciones más perfectas de la literatura hispanoamericana contemporánea. (Muy joven, mientras estudiaba, contrajo nupcias con un tal Octavio Paz).

Vivió en Estados Unidos, España y Francia; en 1993 volvió a México. Ejerció el periodismo en México y Estados Unidos. Escribió guiones cinematográficos. Colaboró en Casa del Tiempo, La Palabra y El Hombre, México en la Cultura, y Revista de la Universidad de México. Fue miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte como creadora emérita desde 1993. Otros de sus reconocimientos fue el Premio Juan Grijalbo de Novela 1980 por Testimonios sobre Mariana; Premio Nacional de Literatura Juan Ruiz de Alarcón 1994 por su trayectoria; Premio Nacional de Narrativa Colima para Obra Publicada 1996; y Premio Sor Juana Inés de la Cruz 1996 por Busca mi esquela. Primer amor.

 

Fuente: Sem México
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