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Elena Poniatowska Amor y la Medalla Belisario Domínguez Palencia 2022


 

Kyra Núñez de León para Voces Feministas

Para Elena Poniatowska Amor, este miércoles 19 de abril es día de fiesta pues estará recibiendo el reconocimiento “Medalla Belisario Domínguez 2022” que le otorga el Senado de la República, la más grande presea de honor que México tiene para “mexicanos y mexicanas” instituida en 1953.

Habrá qué decir que entre 70 galardones entregados a destacadas personas mexicanas a partir de 1954, apenas 9 han sobresalido sobre el pecho de mujeres. Poniatowska, la Poni que es amada por el círculo literario y político del país, es la décima (y musa de muchos poetas y científicos).

Le anteceden Rosaura Zapata en 1954, María Teresa Montoya en 1962, María Hernández Zarco en 1963, María Cámara Valez viuda de Pino Suárez en 1969, María Lavalle Urbina en 1985, Griselda Álvarez Ponce de León en 1996, Julia Carabias Lillo en 2017, Rosario Ibarra de Piedra en 2019, Ifigenia Martínez de Navarrete en 2021. Como que si no hubieran mujeres grandiosas, como Rosario Castellanos, que bien se lo merecían en su tiempo.

Elena Poniatowska Amor (le gusta que le pongamos también el apellido de su mamá, quien cuando un periodista le preguntó ¿Cómo le hubiese gustado ser en la vida? le contestó “como Elena”, me cuenta doña Elena, “o sea, una mujer como yo, que salimos del huacal” para convertirse en periodista, escritora, feminista, política, opiniadora, investigadora, académica de la vida y amiga de medio mundo… sí, materialmente, pues sus cientos de amistades se ubican en todos los rincones del planeta y van desde Alfredo, el “clochard” o vagabundo que vive bajo un árbol cerca de su casa, presidentes entre los que ella cuenta “desde siempre” a Andrés Manuel López Obrador, empresarios, activistas de los derechos humanos, colegas periodistas y directoras de diarios nacionales como La Jornada donde escribe artículos de opinión sobre temáticas diversas y hasta de guerrilleros como el Sub-Marcos -de hecho tiene un retablo de la Virgen de Guadalupe quien tiene a sus lados al Sup y a Blue Demon!

La verdad, Elena Poniatowska no anda buscando reconocimientos ni pidiendo medallas, se las dan por lo que vale y las recibe con tanto gusto como si cada uno de esos logros fuera el primero que le otorgan. Pero éste, el Belisario Domínguez, lo tomó como “una dádiva, un regalo grande” sobre todo para su edad, 91 años “cuando ya estás de salida, pues mi vida ya la viví y aunque la sigo viviendo, físicamente ya no puedo hacer lo que hacía a los 17 o 18 años”, pero lo dice quien conversa por más de tres horas, te pasea por el jardín y espera conmigo en la puerta de su casa la llegada del uber que he solicitado.

Hay llamadas de teléfono al fijo de su domicilio que son inesperadas como la del otro día cuando le comunicaron que la versión 2022 de la Medalla Belisario Domínguez sería para ella “fue una alegría y una sorpresa” y no es que le fuera el prócer un hombre desconocido, no, sus “amigas Rosario Castellanos, Gertrudis Duby, Beatriz Caso, Pita Amor, Dolores Castro y muchas más me contaban todo el tiempo del comiteco que se atrevió a denunciar y pedir la expulsión del usurpador Victoriano Huerta con un histórico discurso” -del 23 de septiembre de 1913 por el que fue asesinado días después.

Vestida en un pants de color morado y una mascada verde alrededor del cuello, le digo que anda con los colores feministas, ella nomás sonríe pues no muy conoce eso de los anteojos morados para que a las mujeres no se le pase por alto ninguna injusticia contra ellas.

Como las violencias, feminicidios y desapariciones que ocurren a diario en México, “claro que me preocupa enormemente” desde que a Rosario Ibarra de Piedra le desaparecieron a su hijo Jesús… las mujeres, dice, pasan la vida así, buscando, como María Herrero Magdaleno, la madre de cuatro hijos que ha sido considerada una de las 100 personas más influyentes de 2023 por la revista Time. Y así debe ser, como el ejemplo de Belisario Domínguez “no se queden calladas, denuncien” y para ello “prepárense, capacítense” porque la lucha es larga. “No callen, denuncien” es el consejo de quien calló por un tiempo hasta que el #metoo llegó para quedarse.

Podríamos decir que las denuncias de Poniatowska se hacen también en libros: La noche de Tlatelolco, El Tren pasa primero, Hasta no verte Jesús mío, Las Indómitas, La herida de Paulina, La palabra contra el silencio, Dos veces única, Tinísima, Leonora… y muchos más. “El libro que más me gusta es el que viene -me dice- los pasados, no los repaso, son del pasado; me interesa el próximo” que espera antes de que cierre su ciclo.

Pero también libros de amor como “La piel del cielo”. Poniatowska recuerda a su esposo Guillermo Haro, “un gran científico que me eligió a mi” y que un día compró todas las rosas de un puesto y las metió en su carrito que llegó lleno a casa de su amada y Elena quedó tan sorprendida por lo grande de ese amor con esas docenas y docenas de rosas por todos los espacios posibles, hasta en el lavabo. El de dos hijos y una hija, sus nietos, y el amor que México le da.

Feliz seas Elena Poniatowska Amor por esta “Medalla Belisario Domínguez” que te une aún más a Chiapas pues ya tiene la Medalla Rosario Castellanos en 2010 y el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Autónoma de Chiapas -UNACH- en 2014.

 

Fin.

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