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La realidad que no queremos ver: la trata de personas en México


De acuerdo con la información existente, las principales finalidades de la trata en nuestro país son: actividades ilíctas para crimen organizado, explotación sexual, prostitución forzada, trabajos forzados, servidumbre, servicio doméstico, extracción de órganos, y en los últimos años se agrega también la mendicidad forzada.

 

Por Samantha García Poiré | Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos – CMDPDH (Animal Político)

En un país envuelto en un clima de violencia y crimen cada vez más evidente, la trata de personas es un delito que crece de manera importante y que, por lo que implica, tiene efectos muy graves en nuestra sociedad. En todas las entidades federativas existe un incremento “paulatino, pero considerable, de presencia de la trata de personas”, según los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). 1

La organización Hispanics in Philanthropy (HIP) publicó en junio de 2021 un informe sobre trata de personas en México, compuesto por datos recabados de distintas organizaciones de la sociedad civil. Según estos datos, la presencia de trata de personas incrementó de 18 estados en 2017 a 25 en 2021 con presencia en 126 municipios o alcaldías. Según HIP, se reconocen como zonas de riesgo estas 126 entidades “porque se han identificado como zonas de enganche, tránsito y materialización de la trata de personas”. 2

La gran pregunta es: ¿por qué se da este fenómeno y quiénes son las personas que más afecta? De acuerdo con la información existente, las principales finalidades de la trata en nuestro país son: actividades ilíctas para crimen organizado, explotación sexual, prostitución forzada, trabajos forzados, servidumbre, servicio doméstico, extracción de órganos, y en los últimos años se agrega también la mendicidad forzada. 3 Además, las poblaciones en mayor riesgo de hallarse en una situación de trata de personas son las personas migrantes, la población indígena, las personas pertenecientes a la comunidad LGBTTTIQ, las personas con discapacidad, y sobre todo, las mujeres, ya sea niñas, adolescentes o adultas. 4

Desafortunadamente, no existen muchos datos concretos que indiquen la realidad del fenómeno de trata en México, lo cual se debe a diferentes factores. Por ejemplo, en términos de normatividad, existe una discrepancia en las definiciones del delito de trata. El artículo 3 del Protocolo de Palermo establece una definición de trata de personas que considera tres elementos constitutivos: el acto, los medios y la finalidad de explotación. 5 Por su parte, en el marco jurídico nacional, no se consideran los medios como un elemento esencial para identificar la trata, sino como un agravante de la conducta. En el contexto mexicano se encuentra la definición en la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos, no obstante, cada estado del país tiene su propio marco normativo, y por lo tanto una aproximación diferente al delito.

La falta de consenso en definiciones complica los procesos de investigación y la aplicación de sanciones, ya que existen diversas posturas sobre qué conlleva la trata, y comúnmente se equipara con la explotación o con el tráfico de personas, que aunque en la mayoría de los casos están ligados, no implican el mismo delito. Es importante hacer la distinción entre trata y el tráfico de personas, cuyos objetivos difieren, ya que la trata busca la explotación de las personas, mientras que el tráfico sólo implica el traslado. 6 De la misma manera, es preciso aclarar que la explotación no siempre conlleva trata, mientras que la trata siempre implica explotación. 7

Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), del 2012 al 2017 se identificaron 5,245 víctimas de los delitos en materia de trata de personas en México, de las cuales el 84% fueron mujeres y niñas, y el 16% fueron hombres y niños. 8 En cuanto a los grupos en condiciones de vulnerabilidad, las Procuradurías y Fiscalías Generales no cuentan con registro sobre si las víctimas pertenecen a los grupos identificados. Dado que hay un alto índice de no respuestas respecto de estos datos de identificación, es prácticamente imposible tener un panorama nacional que permita identificar si estos grupos se encuentran en mayor riesgo. La única información con que se cuenta permite identificar que de entre las 5,245 víctimas hay 29 que pertenecen a una comunidad indígena, 4 personas con discapacidad, 6 de la comunidad LGBTTTIQ y 3 migrantes en tránsito. 9 Estos datos, evidentemente, no muestran la realidad de este problema y es casi seguro que estas cifras se quedan cortas, dado que la mayoría de los casos no son denunciados por diversas razones, como la falta de confianza en las autoridades y el miedo a ser asesinado por denunciar, particularmente cuando está involucrado el crimen organizado.

Se realizó una entrevista a la directora de un espacio de restauración de víctimas de trata, perteneciente a una organización de la sociedad civil, cuyo nombre omitimos por cuestiones de privacidad y seguridad. Nos compartió que la organización atiende la trata de personas desde la perspectiva de prevención, intervención y restauración, y goza actualmente de un gran reconocimiento como una organización que tiene muy claro su objetivo, el de erradicar la trata en todas sus modalidades, y que busca privilegiar los derechos de las víctimas.

Enfatizó que México está a la vanguardia en cuanto a leyes y reformas de ley para atacar el delito de trata. Sin embargo, considerando que nuestro país se encuentra sumergido en un clima de corrupción, impunidad, desinformación y burocracia, y que las leyes no son homogéneas en todo el territorio nacional, el proceso para concretar una carpeta de investigación, y a partir de ahí buscar justicia, se vuelve tan complicado que la mayoría de los casos quedan impunes. Además, se debe tener mucho cuidado en que las carpetas contengan todos los elementos necesarios para probar el delito de trata de personas, de manera que no se pueda atribuir a algún otro delito que tenga una menor pena, como lenocinio.

De acuerdo con la entrevistada, para consolidar una carpeta de investigación, las víctimas deben conocer el modo, tiempo y lugar en el que ocurrió el delito, y reconocer los verbos rectores que se deben tomar en cuenta para atribuirlo: el enganche, el traslado y la explotación. “Es muy difícil que -las víctimas- puedan identificar estas etapas en el momento en que se les rescata, por lo que la integración de las carpetas de investigación es muy compleja, se tienen que ir elaborando a través del trabajo de restauración que se va haciendo con la víctima”. Cuando una víctima ingresa a un espacio de restauración, se posibilita el trabajo integral facilitando a las autoridades la obtención de datos más específicos y detallados, contrario a lo que pasa con otras víctimas, a quienes incluso se les revictimiza.

Como la mayoría de los casos no se denuncian, no existen muchos datos confiables sobre el tema. En opinión de la entrevistada, existen tres niveles de información de la trata en México. El de las organizaciones de la sociedad civil, la del gobierno, que proviene de las denuncias, y la que se queda en los hogares y nunca es reportada. Existen discrepancias entre los datos de las OSC y los oficiales, pero aún más preocupante son los datos que no existen, que corresponden a la trata “doméstica” o “local”, que según la entrevistada es uno de los dos grandes rubros del delito. En estos casos, la familia es la que vende o trata a las personas para usos personales. El otro gran rubro es el de los grupos delictivos del crimen organizado, que se dedican a ejercer este delito. Las víctimas que llegan a ser rescatadas, regularmente provienen de este segundo tipo de trata, pero es muy complicado para el gobierno hacer operativos para identificar estas redes. Es la opinión de nuestra entrevistada que muchas de estas víctimas terminan muertas. Según la información que ella posee, sólo 2 de cada 20 víctimas de trata sobreviven.

Indiscutiblemente el problema es muy serio. Y, ¿de dónde podemos partir para mejorar esta situación? Hispanics in Philanthropy, en su informe del 2021, expone algunas propuestas, como concientizar a la sociedad sobre la existencia y las dimensiones del problema, desarrollar herramientas uniformes de información y que el gobierno posicione la trata de personas en la agenda nacional. 10

Es fundamental añadir a esta lista el mecanismo de la denuncia anónima. Como ciudadanía tenemos la obligación de denunciar, y no lo hacemos por tener una cantidad importante de paradigmas y temores. Un ejemplo es el de las infancias en situación de calle que piden dinero (mendicidad forzada), que pueden o no estar en una situación de trata, y que vemos prácticamente todos los días e incluso favorecemos al darles dinero, cuando lo que deberíamos hacer es levantar una denuncia.

La entrevistada asegura que si todas las personas que vemos situaciones como la descrita levantáramos una denuncia anónima, las autoridades se verían obligadas a investigarlas. Todos y todas nos encontramos cotidianamente frente a situaciones de explotación, pero lo hemos normalizado tanto que no las vemos y no hacemos nada al respecto. Una de las grandes oportunidades que tenemos como país a la luz de un marco regulatorio existente y robusto es la de aplicar la ley. Denunciemos y forcemos al gobierno a dar respuestas.

 


1 HIP. (2021). Trata de personas en México 2. Segunda mirada desde organizaciones de la sociedad civil.  Hispanics in Philanthropy. pág. 14
2 Ibid. págs. 31, 36 y 45.
3 Ibid. págs. 31, 36, 40 y 45.
4 Ibid. págs. 31, 36, 40 y 45.
5 UNODC. (2010). Manual sobre la lucha contra la trata de personas para profesionales de la justicia penal. Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. pág. 2
6 Le Goff,  Hélène y Lothar Weiss, Thomas. (2019). La trata de personas en México: Diágnostico sobre la asistencia a víctimas. Organización Internacional para las Migraciones. pág. 23
7  HIP. (2021). Trata de personas en México 2. Segunda mirada desde organizaciones de la sociedad civil.  Hispanics in Philanthropy. pág. 13
8 CNDH. (2019). Diagnóstico sobre la Situación de la Trata de Personas en México 2019. Comisión Nacional de los Derechos Humanos. pág. 29
9 Ibid. pág. 34
10 HIP. (2021). Trata de personas en México 2. Segunda mirada desde organizaciones de la sociedad civil.  Hispanics in Philanthropy. pág. 50
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