Chiapaneca que realizó sus estudios profesionales en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma del Estado de México. Como militante se ha desempeñado como Presidenta del Consejo Ciudadano Estatal, como Consejera Nacional, como Coordinadora Nacional de Mujeres en Movimiento.
Palabras de Mujeres | Claudia Trujillo
Fui invitada a la Casa de la democracia en Chiapas a acompañar a líderes de opinión que llevaron a cabo la presentación del libro “Voto, Luego Exijo”. Se trata de 14 textos escritos por 8 Mujeres y 7 hombres de plumas ágiles, que nos ofrecen textos ligeros que ponen de manifiesto su capacidad descriptiva y reflexiva tan necesaria en estos momentos de transición en México.
No puedo evitar decirlo, me encantó que el libro fuera paritario, ya que nos da una muestra de la evolución político cultural que podemos detentar en la opinión política y en las tareas editoriales. Definitivamente no podía ser de otra forma con un coordinador como Carlos González, especialista en temas electorales, transparencia, rendición de cuentas y participación ciudadana, que ha desempeñado cargos de alta responsabilidad en el INE, TEPJ, FEPADE y el Instituto Electoral de la Ciudad de México, un gran aliado y amigo de la democracia y la igualdad.
En la introducción del texto refiere ser este trabajo diferente a todos los que se han publicado sobre las elecciones del 2018, en México, ya que se centra en las causas y en los temas sustantivos de la cultura que se expresa, toma forma y determina a las instituciones y procedimientos político electorales. En su contenido dirige 15 miradas que se centran en indagar cómo las elecciones de julio del 2018 (todas, no sólo la presidencial) expresan a nuestra cultura cívica y qué desafíos y oportunidades implicarán.
Como bien se señala en diferentes partes del texto, más allá de un simple ejercicio democrático sexenal, el 1º. de Julio estuvimos ante la presencia de una elección histórica sin precedente, considerada la más grande y compleja de la historia de México, siendo sin duda inédita y con ingredientes que le dieron una complejidad mayor, ya que se atendieron diferentes rubros por años aplazados o desatendidos, como el voto en el extranjero, la emisión de un protocolo para adoptar las medidas tendientes a garantizar a las personas trans el ejercicio del voto en igualdad de condiciones y sin discriminación; así mismo un protocolo para la inclusión de las personas con discapacidad como funcionarios y funcionarias de mesas directivas, de casilla; el voto de personas hospitalizadas, familiares o personas a su cuidado y personal de guardia, entre otros.
Aún a pesar de varias anotaciones o de la búsqueda de la trampa de los actores políticos que siempre se busca y se da para no cumplir lo dispuesto en el proceso electoral 2018, destaca que “la autoridad electoral contribuyó desde distintos espacios a constituirse como uno de los procesos con mayores estrategias para garantizar trato igualitario e incluyente”, como bien lo refiere Hilda Tellez en su descripción.
Por ello es de gran relevancia en este proceso el compromiso que el INE contrajo con las Mujeres, para evitar la reincidencia de las deficiencias, lagunas o criterios que permitieron los desaciertos en materia de paridad en el 2015, aquí en Chiapas uno de los episodios más terribles, por lo que se logró transitar con reglas más claras y contundentes en esta materia, preponderantemente en los renglones locales y de autoridades municipales que como podemos ver a la fecha nos arroja porcentajes de participación nunca alcanzados por las Mujeres en el Senado, en las Diputaciones Federales, Congresos locales y Autoridades Municipales.
No podemos dejar de mencionar avances sustanciales como el uso de lenguaje incluyente en el material electoral, así como información desagregada por género, algo nunca antes logrado en otros procesos electorales.
Esta obra aborda un punto muy frágil, “los sistemas de representación indígena” que como describe de manera muy clara, nadie mayormente autorizada para hacerlo que la Magistrada María del Carmen Alanis “siguen siendo una asignatura pendiente, que como bien cita no se logró colocar al menos en los 28 distritos uninominales a representantes de los Pueblos Originarios” teniendo a la fecha una incipiente representación indígena. Asignatura pendiente.
De ahí la reflexión obligada que nos obsequia Voto Luego exijo, sobre la importancia de la promoción de la cultura cívica tan olvidada en lo cotidiano, en el devenir diario, donde los actores políticos evidentemente no se comprometieron, marcados además con la desconfianza social que generaron los escándalos de corrupción y del nulo compromiso con el voto obtenido en anteriores elecciones y por ende con el compromiso con la ciudadanía, dándose el cambio de timón.
Pregunta: ¿Qué Pasó en México? De la lectura de “Voto, Luego exijo” se da el análisis que nos lleva a tomar conciencia de lo que el libro llama un dato fundamental “ESTAMOS VIVIENDO Y HACIENDO HISTORIA” todos los días, por ello este trabajo se centra en las causas originadas en la cultura política de la sociedad Mexicana, el fin será poder estar en la posibilidad de identificar, si esa cultura puede o no consolidar el cambio político institucional que estamos viviendo todos los días, a partir del 2 de Julio, OJO no del 1º. de diciembre.
Ahora que ya pasó el proceso, es menester otra pregunta: ¿Quién ganó? Cita en la obra Ivabelle Arroyo ” Morena quiere dominar el mar, aunque no es partido único, ya es predominante y el escenario que construye es el de un partido mayoritario con influencia “, de ahí la relevancia de retomar la reflexión de Leonardo Curzio de la democracia delegativa al decir “Los mexicanos votaron con entusiasmo y esperanza por una transformación política y lo hicieron con conciencia plena de los riesgos en los que incurrían y también calculando las posibilidades de transformación que un nuevo gobierno podía ofrecer….. “.
Sin duda alguna la expectativa social es alta; altísima, y deberá tener, como cita Manuel García Urrutia “la fuerza necesaria para vencer resistencias que ya se han presentado ante diferentes medidas tomadas en el actual gobierno, ojo algo debe quedar muy claro, que la sociedad civil juega un papel preponderante en este tema; y que este puede ser a favor, como cuando la ciudadanía aplaudió el combate al huachicol, o en contra como cuando la ciudadanía reprobó el tema de perdón y olvido a los delincuentes o el cierre de las estancias infantiles”.
“En las elecciones de 2018 más de treinta millones de mexicanos decidieron entregarle el poder absoluto a una sola persona……, parecería nos encontramos de vuelta en el umbral de una nueva presidencia imperial” cita Pedro Arturo García.
Y las preguntas que flotan en el aire son: ¿Llegaremos a ver cómo la pareja indisoluble de liberalismo y democracia se disgregará? o ¿Tendremos la capacidad de defender el pluralismo, comprender las causas que la gente tiene para votar por el populismo y procurar el nuevo lenguaje que atraiga emociones?
Emilio Rabasa Gamboa Chiapaneco destacado, experto en derecho constitucional invita a la ciudadanía a una reflexión inmediata apoyada en este texto porque reúne una generosa polifonía de voces y policromía de miradas sobre lo que ocurrió el 1 de julio del 2018. Advierte no se expidió un cheque en blanco, hoy más que nunca la democracia participativa debe ser una realidad, y la ciudadanía debe comprometerse a participar y la autoridad a seguir los causes constitucionales.
Al respecto, César Astudillo docente e investigador en la UNAM, indicó que este libro “Traza una ruta para saber cómo deberíamos comportarnos una vez que nuestros gobernantes están en el poder, ya que las elecciones no son un punto de llegada, son un punto de salida”.
La coautora del libro Claudia Guzmán consejera nacional de Coparmex, señaló en tierras Chiapanecas “Queríamos mostrar la responsabilidad social empresarial y su relación con la democracia, una democracia que forme parte de las cadenas de valor para las empresas y sea sustentable para las nuevas generaciones”.
Moderó la presentación, Oswaldo Chacón, Consejero Presidente del IEPC Chiapas, dijo que “Voto, luego exijo, es una obra colectiva de autores que desde distintas trincheras, plasman una propuesta editorial que busca recordarnos como ciudadanos y ciudadanas que las elecciones no se reducen al sólo hecho de ir a votar, contribuye a entender lo que pasó, lo que está pasando y lo que puede pasar en la democracia de nuestro país y otorga una gran relevancia y énfasis los avances de la cultura cívica y lo que debe ser la agenda ciudadana”.
Conceptos como democracia participativa, rendición de cuentas y transparencia se ponen de manifiesto en el texto evidenciando la relevancia de los sistemas de participación ciudadana. Como nos señala la obra en comento “Si las elecciones fueron las más grandes, lo mejor (o peor) de esta historia está por venir”. Sin dudarlo les digo deben leerlo, es una invitación a mirar y a ver, pero sobre todo, a actuar.
¡Ya votamos, ahora toca exigir… y participar como ciudadanía!
