Chiapas / Stephanía González.- En diciembre (2023) se dieron a conocer los resultados de la investigación “Periodos en Movimiento: Menstruar en la frontera sur de México”, un proyecto de Cadena AC (México) en alianza con UNICEF realizado en la ciudades de Tuxtla Gutiérrez, Berriozábal, Tapachula y Arriaga. Trabajo canalizado en 11 espacios de alojamiento temporal, 4 espacios de atención y trámites y 3 escuelas con niños, niñas y personas en movilidad.
La menstruación en movimiento, es un tema del cual no se habla y poco se conoce, por ello esta investigación tiene el propósito de “comprender de mejor manera los retos que enfrentan las niñas adolescentes, mujeres y personas menstruantes en tránsito debido a la menstruación”, debido a que el 51.4 por ciento de la población en México son mujeres y el 62 por ciento están en edad menstruante asimismo hubo un aumento de 43 por ciento en la migración de mujeres con respecto al mismo periodo del año anterior.
Durante 5 meses de taller, investigación y entrega de suministros menstruales buscaron “describir los factores que influyen en las experiencias de menstruar en movilidad y presentar recomendaciones para crear un ambiente de apoyo en escuelas y en espacios de alojamiento en nuestro país” describió Abril Páez Romano, Directora de Periodos en Movimiento.
Además recalcó la necesidad de poner en el centro el tema de la menstruación en movilidad, pues se debe reconocer que “el acceso a una gestión menstrual digna, no es un lujo, es un derecho humano básico”.
Señalaron la importancia de conocer la menstruación como parte del ciclo menstrual –ovulatorio y verlo más allá de un asunto reproductivo, y verlo como un signo de salud ‘‘pues sirve para ver y conocer nuestro estado de salud y de nuestros cuerpos’’ señaló Mariana González Magaña, Directora de Investigación en Periodos en Movimiento.
Necesidades y Desafíos
Dana Maya Chong, SubDirectora de Investigación en Periodos en Movimiento informó que se tuvo la participación de 1,884 personas entre los 7 a 81 años con procedencia de Afganistán, Colombia, Cuba, El salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Venezuela y México.
Aclaró que esta investigación fue realizada a partir de agosto a diciembre y que ‘‘no sólo es entregar una toalla, sino se tiene que tomar en cuenta el panorama completo’’ por ejemplo la adecuada entrega de productos, objetos que ayudan a contener la sangre y los suministros, aquellos que nos ayudan a que los productos funcionen de manera adecuada dentro de los espacios.
Identificaron que en los espacios temporales de alojamiento sólo se entregan kits de higiene personal, pero sólo en ocasiones se entregan toallas desechables y ‘‘las personas sujetas de estudio no cuentan con acceso suficiente y periódico a productos de gestión menstrual’’ pero ‘‘en ninguno de los 18 espacio entregan kits designados específicamente a la gestión menstrual’’.
Dentro de los hallazgos observaron falta de paridad en toallas, es decir, se necesita la entrega de varios tamaños y moderación de flujo abundante o moderado, tallas nocturnas, con alas o sin alas, etc. Consideraron que ellas deben tener ‘‘la posibilidad de elegir que productos que se adecúen a su gestión menstrual’’. Así pues, la ropa interior es de suma importancia para generar una menstruación digna, ya que en varias ocasiones hay manchas o accidentes.
Otra de las dificultades es la escasees de los suministros como papel de baño en espacios de estancia y transito así como tendedores y jabón para lavar la ropa o las manos.
La perspectiva de género es un factor muy importante debido a que la mayoría de las personas que entregan los suministros (en escuelas y espacios de estancia temporal) son hombres. Esto conlleva a que no exista ‘‘seguridad y confianza’’ para solicitar productos necesarios.
En cuanto a la infraestructura de agua y saneamiento notaron relevante encontraron baños rotos, no hay opciones adecuadas para los desechos. Hay horarios de aperturas limitadas o hay cuotas. En ocasiones no hay espacios de división de hombre y mujeres, y no hay puertas con seguro. Esto ocasionar no solo falta de privacidad sino inseguridad para las mujeres así como violencias y abusos sexuales.
Mencionaron que aunque no son todos los espacios, eran importante señalarlos para su mejoramiento y eliminar estas malas prácticas.
Recalcaron también la importancia de baños con instrucciones del depósito de basura y suficiente fuentes de agua así como un constante suministro de abastecimiento de agua adaptado a la realidad del entorno.
En cuanto a los hallazgos médicos encontraron diagnósticos frecuentes como dismenorreas, polimenorreas, amenorreas, irritación e infecciones vaginales, pero uno de los hallazgos claves fue el uso de pastillas para no menstruar.
Estas pastillas para no menstruar durante el transito fue reportada tanto por personal médico como por las personas sujetas de estudio.
‘‘A la hora de transitar de un país a otro y estar activamente en movilidad, les ofrecen unas pastillas’’ se desconoce si son alguna forma de medicamento o si son o específicamente que tipo de pastillas son. ‘‘Esto termina ocasionando algunos cambios y alteraciones en los ciclos menstruales ovulatorios’’.
¿Cómo es menstruar en movimiento?
‘‘Es muy difícil tener la menstruación en el proceso migratorio […]. Ya que todo el tiempo estamos mojadas, no podemos comprar toallas a menos que llevemos, y muchas veces se nos moja. Nos toca continuar así, sin baño, ni una buena higiene’’
Muchas veces las mujeres tienen que sustituir las toallas por pañales, gasas, cartón y tela que encuentran en el camino. A veces los productos pueden mojarse y quedan inutilizables y es poco común que tengan cambios de ropa y a veces pueden transitar con la ropa interior manchada.
De acuerdo al testimonio de una mujer venezolana mencionó que al no tener ninguna toalla, ‘‘tuvo que rasgar su propia blusa para utilizarla para contener el sangrado’’.
Retos
Los retos con los que se encontraron fueron que los insumos donados sólo se pueden utilizar durante el uso de los espacios de alojamiento, no pueden llevarse productos para utilizar durante su trayecto. Incluso los días u horas específicos pueden ser no favorables o incomodo solicitarlos.
La señalización adecuada de las prácticas de higiene en los diferentes idiomas de las personas que se reciben en los espacios.
También se dio a conocer que el rol de la limpieza recae en las personas en tránsito sin embargo el tema de higiene o limpieza es muy diferente para cada país, incluso se puede caer en tabúes o estigma, desde utilizar o no calzones, la depilación, etc.
Sin olvidar la falta de educación menstrual, muchas de ellas comentaron que desconocen el tema, uno de los tabúes fueron que la menstruación te priva de realizar actividades físicas, no barrer, no cargar, no jugar, no correr; en cuanto a la higiene, no lavarse el cabello porque provoca dolor de cabeza; así también encontraron mitos durante la ingesta de alimentos, al no comer ciertos alimentos.
‘‘Los tabúes pueden parecer inofensivos pero vemos que te están inhabilitando en hacer cosas de tu vida cotidiana’’… ‘‘Estás practicas están prohibiendo a las niñas, mujeres y adolescentes y personas menstruantes a seguir con su vida diaria’’.
Muchas veces la menstruación no solo es dolorosa, para las mujeres sino que a esto conjuntamente viven estigmatización y discriminación pues se les ve como sucias, que padecen una enfermedad, y son señaladas con comentarios de burla, de inferioridad o negativos.
Logros
De acuerdo a Alicia Licha Matita García, Project Manager de Periodos en Movimiento informó que dentro de los logros hubo un aumento de conocimiento sobre gestión menstrual y normalización de la menstruación como un tema de agenda pública. Las mujeres y personas menstruantes adoptaron más y mejores prácticas de higiene y gestión de su menstruación.
Recalcaron que repartir toallas no es gestión menstrual por ello recomendaron que tanto organizaciones como instituciones que se involucran con las personas en movilidad deben realizar accione bajo el marco de de privacidad, comodidad y confianza.
‘‘Se tiene que hacer un mapeo en el espacio que están trabajando. El mapeo se tiene que hacer evaluaciones periódicas en donde se le dé la seriedad suficiente la gestión menstrual, se considere las prácticas culturales, se tomen en cuenta las preferencias de la población a la que quieren ayudar y, por supuesto mientras más alternativas mucho mejor. Hacer este diagnóstico en los espacios donde ustedes trabajan les va a ayudar a futuro, a hacer una mejor planeación a nivel presupuesto para que en años futuro o meses futuros, se puedan ofrecer otro tipo de alternativa de acuerdo a los espacios en donde ustedes trabajan’’, orientó Mariana González Magaña, Directora de Investigación en Periodos en Movimiento.
Por ultimo dieron la recomendación de un Kit, la propuesta un baño ideal para la gestión menstrual de acuerdo a los testimonios y resultados de la investigación, así mismo recomendaciones de Plan de Estudios en Escuelas y en Espacios de Alojamiento temporal; cursos de sensibilización más integrales y holísticos para personas claves y personas no menstruantes.
‘‘[…] El personal clave que está en todos estos espacios que ya mencionamos tiene un papel fundamental para no replicar, estigmas y no replicar estas violencias simbólicas o estas violencias cotidianas que se hacen respecto al tema de la menstruación’’
‘‘Para que tengamos una salud una salud menstrual digna, necesitamos espacios y contextos que fomenten esta dignidad, y esta dignidad no la podemos lograr únicamente las niñas adolescentes, mujeres y personas que mostramos. Requerimos de todas las personas para este ambiente digno’’ destacó Mariana González Magaña, Directora de Investigación en Periodos en Movimiento.
Compromisos
La Diputada Floralma Gomez Santiz junto con Unicef están impulsando una reforma a la Ley de Educación y a la Ley de salud para que se puedan proveer insumos menstruales de manera gratuita para niñas, adolescentes y mujeres.
Por otro lado se espera que estos resultados sean una llamada a la acción para instituciones (de salud y educación), organizaciones de la sociedad civil, y a los y las legisladoras para implementar políticas y programas que garanticen un acceso equitativo y digno a la gestión menstrual para las mujeres y personas menstruantes sin importar su situación. Bajo el eje de una buena Gestión Menstrual que implica acciones concretas en el Manejo de la Higiene menstrual que implica una adecuada infraestructura (de agua y saneamiento), suministros e información; la educación menstrual, que involucra el conocimiento del ciclo menstrual –ovulatorio y colocar el tema dentro de la agenda pública; por ultimo está la salud menstrual, la cual busca visibilizar los dos puntos anteriores y corresponsabilidad con el entorno y procurar el bienestar físico, emocional y social así poder tener una menstruación digna.
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