María Enriqueta Burelo Melgar originaria de Chiapas ha sido Coordinadora del Programa de la Mujer, Consejo Estatal de Población 1984, Fundadora del Departamento de Género, UNACH y fue Secretaria Municipal de la Mujer, Tuxtla Gutierrez ( 2015-2018). Se ha desempeñado como articulista y conductora de televisión. Colaboró en el libro Desde mi Piel, un retrato de 20 políticas chiapanecas en el 2015.
Por la Cuarta | Enriqueta Burelo Melgar
Durante muchos años señala la escritora Margo Glantz, a las mujeres no se les permitió montar a caballo a horcajadas ni pudo tocar el chelo porque suponía abrir las piernas y eso era obsceno; ese abrir las piernas era considerado provocativo, todavía a las de mi generación nos obligaban a cerrar las piernas cuando estábamos sentadas, que no se nos vieran los chones, parafraseando el refrán “en boca cerrada no entran moscas”, en “ piernas cerradas no entra ni ningún pene, o vibrador, o dedos”, recuerdo otra frase, “el mejor anticonceptivo es una aspirina, te la pones entre las piernas y no las abres”.
La mujer pide igualdad en todos los campos, y la carrera hacia esta igualdad también incluye al plano sexual. Las mujeres quieren disfrutar, cumplir fantasías y deseos que antes ni se atrevían a verbalizar. El empoderamiento femenino también ha contribuido a que ahora la mujer hable sin tapujos de su sexualidad y diga lo que desea en cada momento: desde que le practiquen sexo oral, hasta abrir su relación o registrarse con sus parejas en plataformas digitales”. En general, “la principal demanda de la mujer se basa en disfrutar del sexo pensando en ellas mismas y en sus propios deseos, y no solo en las fantasías de su pareja o en el qué dirán”.
En una charla femenina, unas comentaban que les gusta que les practiquen sexo oral, pero no les gusta a ellas practicarlo, y ponen diversos pretextos, que si esta sucio, y las demás comentamos pues lávalo, y úntale nutela o tu postre preferido, que no sea helado, porque se quedará congelado, es una parte muy sensible de la anatomía masculina, recuerdo a una amiga, fanática de la limpieza, que estoy segura le pasaba un algodón con alcohol o agua oxigenada, pobres hombres, que tormento, peor que la inquisición, huniera bastado una lavada con jabón Rosa Venus.
Algunas de las fantasías más frecuentes en las mujeres giran en torno a practicar sexo en lugares eróticos o prohibidos, creo que muchas mujeres de mi generación soñaron hacer el amor durante un vuelo, encerradas en el baño del avión como en la escena de la película Emanuelle (1974) siempre me he preguntado si se puede hacer el amor en paracaídas, debe ser una experiencia religiosa como diría Enrique Iglesias. Este tipo de fantasías sexuales hacen que aumente la adrenalina durante el acto sexual y que la excitación sea aún mayor entre la pareja. O no han pensado en hacer el amor sobre un piano, mientras toca Arturo Aquino, una experiencia de lujo, no sé a cuánto ascenderán los honorarios de Arturo,
Hacer el amor en el elevador ya está muy choteado, diríamos en buen chiapaneco, cualquier película de 5a, tiene una escena de amor en un elevador, y aquí en Tuxtla, que hay pocos elevadores, cuando llegas al 5º piso, apenas estás en el calentamiento, tendría que ser un edificio de por lo menos 50 pisos para que mereciera la pena.
Además de estas fantasías, la más habitual (aunque parezca sorprendente) entre las mujeres es la de practicar tríos, bueno yo soy un poco anticuada, nunca pensé en llevarme a Los Panchos a la cama, solo que me cantataran “Que se quede el infinito sin estrellas,
O que pierda el ancho mar su inmensidad
Pero el negro de tus ojos que no muera
Y el canela de tu piel se quede igual”
Las fanáticas de Woody Allen, las nuevas generaciones, dirían ese quien es, quieren hacer real lo que el director plantea muchas veces en sus películas enrollarse con el psicoanalista, tendría que ser Richard Gere, quien ya ha interpretado a un psiquiatra en la pantalla.
B: dice que le encanta un rapidito en un probador de una tienda, ya conoce los de Liverpool…. A M le encantaría, Masturbarse y llegar al orgasmo en el coche, mientras está atascada en el tráfico, creo que hoy hasta en Tuxtla que de repente se pone el tráfico intenso, podrá hacer realidad su fantasía.
El empoderamiento de la mujer (que sigue siendo un asunto pendiente en muchos aspectos de la sociedad) ha servido para dar visibilidad a los gustos, deseos y motivos por los que la mujer quiere vivir y disfrutar de su sexualidad de una manera plena y en igualdad de condiciones a como lo han hecho siempre los hombres.
Eso sí, todas las fantasías sexuales de la mujer giran en torno a practicar sexo por diversión. “El sexo por diversión se ve cada vez más como una opción, no como algo prohibido o que solo se puede tener con una pareja para toda la vida”.
Durante demasiado tiempo los encuentros heterosexuales han estado enfocados en el coito. Muchas mujeres no llegan al orgasmo solo mediante la penetración, (a diferencia de la mayoría de los hombres) sino gracias a la estimulación del clítoris”, algo que no debería ocurrir, como dice una frase muy sabia: saber dónde está el clítoris es conocimiento, saber dónde está tu clítoris y pa que sirve es poder.
Les dejo un párrafo de un poema de Kyra Galván, coincido totalmente con ella, el ejercicio de nuestra sexualidad es libertad:
Me desnudo
mostrando el Gran Miedo de no llegar
a la toma de la libertad.