Ciudad de México / Ovigem .- Los medios de comunicación realizan coberturas sobre mujeres y discapacidad desde una visión de minusvalía, asistencialismo y sexismo, aseguró la integrante del área de Discapacidad y Justicia de la organización Documenta, Fátima Reyes.
Este fue el hallazgo de una revisión que realizó Documenta, organización especializada en el acceso a la justicia de personas con discapacidad, junto con Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), quienes analizaron 193 textos noticiosos publicados entre el 15 de julio y 15 de septiembre de este año.
En declaraciones a Cimacnoticias, la defensora explicó que después de realizar ese observatorio de medios encontraron que 40 por ciento de las notas analizadas utilizan un lenguaje discriminatorio, por ejemplo, se refieren a las mujeres como “discapacitadas”, “mujeres con capacidades diferentes” o “enfermas mentales”.
Asimismo, son representadas con estereotipos porque se les retrata en un rol pasivo o familiar y si en un artículo se escribe sobre una mujer con discapacidad, en la imagen aparece un hombre, es decir, no hay relación entre texto e imagen. Además, se escribe del tema en general y no se pone atención en las necesidades específicas de las mujeres.
Fátima Reyes explicó que en los medios hay una escasa representación de las mujeres, es por ello que también es mínima la información sobre mujeres indígenas con discapacidad y de niñas, niños, adolescentes, jóvenes o personas adultas con discapacidad.
Un hallazgo del observatorio es que solo en 16 por ciento de los textos sobre mujeres con discapacidad, ellas tuvieron un rol de voceras o especialistas, pero además encontraron que en muchos casos se omite su trayectoria pública, algo que no pasa con los hombres consultados como expertos.
Otro desacierto, expuso la defensora, es que en la información no hay matices en las necesidades de las mujeres. Por ejemplo, no se considera que debido a que viven con una discapacidad física, psicosocial, intelectual, visual o auditiva, se exacerba la violencia que enfrentan.
Como muestra, Reyes señaló que si una mujer con discapacidad es ingresada a un hospital psiquiátrico, además de violencia también puede ser esterilizada a la fuerza; o bien, si acude a denunciar un delito ante una instancia de justicia es probable que los funcionarios no crean en su versión de los hechos o duden de su palabra.
Las instituciones de justicia y otras dependencias del Estado, dijo, son inaccesibles para las personas con discapacidad, por no contar con infraestructura física, pero también por la falta de herramientas de comunicación.
Los medios, agregó, representan a estas mujeres como víctimas, por tanto ellas están presentes en secciones como Ciudad, Estados y Justicia, o aparecen en secciones locales o en complementos, pero siempre en el rol de víctimas, o un rol pasivo. Mientras que en secciones como Sociedad, Política y Cultura sí aparecen como sujetas de derechos.
Reyes señaló que una necesidad preponderante es reconocer que las mujeres con discapacidad son sujetas de derechos, son actoras activas de su proyecto de vida y de su comunidad y que son capaces de poner sus demandas en la agenda mediática pero los medios deben crear las condiciones para que aparezcan en estos espacios.
La defensora llamó a los medios de comunicación a ser respetuosos de los Derechos Humanos de esta población y de la perspectiva de género, a no retratar la discapacidad desde una visión asistencialista porque no es una situación que se vive únicamente desde lo individual, sino también desde las barreras que existen en el entorno.
Algo importante que debe fomentarse, agregó, es que cuando las mujeres escriben artículos de opinión potencian la perspectiva de discapacidad y de género. Esto porque 80 por ciento de las autoras de los artículos revisados en este observatorio hablaron de estos temas.
Fátima Reyes también recordó que los medios deben tomar en cuenta que el Estado tiene la obligación de crear condiciones necesarias para que las mujeres con discapacidad tengan una vida digna, libre de violencia y para que puedan gozar en plenitud de todos sus derechos.