El filme relata la situación de las adolescentes en la periferia de la Ciudad de México, desarrollándose en las bifurcaciones de Santa Fe, un espacio totalmente distinto de lo que es ahora. El discurso de la película nace de las anécdotas basadas en hechos reales de las chavas banda recopiladas por Inés Morales y Susana Quiroz
“Rescatamos la historia de las Castradoras de Santa Fe. La neta queríamos ser visibles, y sobre todo porque siempre a la sombra de los güeyes, siempre haciendo lo que ellos dicen. “En el barrio es así, es por eso que hay feminicidios, violencia, porque la mujer nunca tiene voz, la violencia, si antes la veíamos tupida, hoy está más cabrona. Antes nos quemaban con ácido, te tenías que defender de un mundo de puro chavo”, contó Quiroz.
El guion, escrito por Inés Morales y Susana Quiroz, quienes conocieron a Julian Hernández, director de la película; cuando Ines y Susana eran realizadoras de video, sus trabajos se presentaban en las primeras ediciones del Festival Mix.
La historia de la película se encuentra marcada por la marginación, pobreza, adicciones, violencia, machismo y el denominador común de miles de mujeres en México: el abuso sexual y el feminicidio lo que lleva a los personajes jóvenes a crear una red de Sororidad y alianza entre ellas; en especial los personajes principales: Max (Ximena Romo), Ramira (Mabel Cadena), Guama (Alejandra Herrera), Carcacha (Nelly González) y Sonia (Samantha Orozco) que enfrentan en diferentes escenas el abuso sexual, ya sea por sus parejas, otros pandilleros, miembros de su familia e incluso de la policía; culminando con uno de los personas en la violencia extrema que podemos vivir las mujeres por el simple hecho de serlo: el feminicidio.
El feminicida en la película, padrastro de uno de los personajes, fue castrado y asesinado por uno de los personajes, lo que podría ser la escena más impactante y fuerte de la película. Lo que para ellas representaba justicia por su propia mano para su amiga sonia.
Esta película se encuentra inspirada en Las Castradoras de Santa Fe, decidieron declararle la guerra a los violadores y a los acosadores, en una defensa en medio de la situación que vivían, y que actualmente se sigue presentado en todo el país.
En entrevista con Reforma, Quiroz señaló que rescataron la historia de las Castradoras de Santa Fe, pues “la neta queríamos ser visibles, y sobre todo porque siempre estamos a la sombra de los güeyes, siempre haciendo lo que ellos dicen”.
La banda sonora de La diosa del asfalto, que debe su título al apodo dado a Max, quien regresa al barrio convertida en “estrella” de la escena del rock urbano, incluye canciones originales de Jessy Bulbo (cuando las guionistas escribieron el filme hace unos años habían pensado en ella como protagonista) así como la participación de Baby Batiz en una secuencia que recrea los clandestinos hoyos fonqui.
Película disponible en la plataforma Netflix.