“El Estado me ha querido vender la idea de que solo muerta tendré derecho a defender mi derecho a la vida”, expresó Fabiola Pozadas Torres, sobreviviente de tentativa de feminicidio. Ella, junto a otras mujeres, exigen a las y los senadores que sea aprobada la modificación al artículo 63 del Código Penal Federal, donde se busca añadir la tipificación del feminicidio en grado de tentativa.
Ciudad de México / Berenice Chavarría Tenorio (Cimac).- De acuerdo con la investigación Las sobrevivientes, olvidadas por la justicia, de 2012 a 2020 se registraron más de 1.7 millones de ataques violentos contra mujeres, pero sólo 0.05 por ciento fueron clasificados como tentativa de feminicidio. Desde quemaduras, estrangulamientos, golpes, ataques con armas blancas o de fuego, las agresiones fueron clasificadas en su mayoría como violencia familiar o lesiones dolosas, dejando casos en el limbo y colocando obstáculos para que las mujeres puedan acceder a la justicia. El caso de Fabiola es uno de ellos.
Fue el 15 de agosto de 2019 cuando M.S. intentó asfixiar a Fabiola Pozadas. Sin embargo, una serie de omisiones y el pacto patriarcal, provocaron que su agresor fuera puesto en libertad mientras ella lucha día a día para eliminar las cicatrices emocionales que este ataque le dejó. Cuando intentó denunciar, el Ministerio Público le dijo a Fabiola: “Si él te hubiera querido matar lo hubiera hecho, porque es hombre”. Con ese discurso, la sobreviviente ha tenido que transitar en un sistema de justicia que no ha garantizado sus derechos.
Falta de debida diligencia en investigaciones de sobrevivientes al feminicidio
Durante el foro Las sobrevivientes de feminicidio, nunca más olvidadas, realizado en la Cámara de Diputados, Fabiola acusó que la falta de debida diligencia y nula capacitación en perspectiva de género en las autoridades contribuyó a que la cadena de impunidad se hiciera cada vez más grande.
“Solo muerta habrían existido protocolos para investigar el feminicidio con debida diligencia, y muerta también habría podido ser juzgado mi caso con la debida diligencia que dicta la Suprema Corte de Justicia, pero es mentira. Si yo estuviera muerta tampoco habría debida diligencia en mi caso”, acusó.
Y es que en su investigación las omisiones y corrupción se presentaron desde el primer momento, cuando el policía que acudió a su domicilio a atender la llamada de emergencia no hizo las anotaciones correspondientes en su bitácora debido a que, acusó Fabiola, su agresor entregó dinero para librar las acusaciones. Fabiola también señaló que la MP que platicó con ella no creyó en sus palabras e hizo el resumen más breve de los hechos, clasificando así el delito como violencia familiar.
“El perito omitió las llagas en mi garganta para describir asfixia por sofocación. La perito en psicología midió mi coeficiente intelectual para determinar que lo inventé todo. La psiquiatra me hizo dudar de mi cordura y pretendió reforzar la idea de que yo mentía, juzgando mi coeficiente intelectual y posición socioeconómica de antes. Les falta debida diligencia a jueces y juezas que piensan que buscamos la reparación del daño, que ven en los casos un asunto más al que hay que darle carpetazo. La violencia debe dejar de ser un negocio en el que se juega y compra la impunidad de muchos sin reparar en el daño que eso conlleva”, expresó la sobreviviente.
Las autoridades no han logrado dimensionar el delito de tentativa de feminicidio; entender que una mujer sobrevivió a un atentado contra su vida, acción que queda minimizada y borrada al grado de declarar como inexistente una problemática persistente en el país. De ahí la importancia de que se visibilice y erradique la violencia feminicida.
Sobrevivientes hacen llamado a senadoras y senadores
Carolina Ramírez, fundadora de la colectiva Sobrevivientes de Feminicidio en México -y defensora por los derechos humanos desde hace 34 años- reiteró que a las mujeres nos asesinan y trata de asesinar porque pueden, “al sobrevivir nos volvemos en segunda categoría a los ojos de las autoridades que nos dicen una y otra vez: ¿Qué más quieren si están vivas?”
A esta pregunta resurge la respuesta: nunca más las sobrevivientes serán olvidadas por la justicia. Por ello, las mujeres exigieron a las y los senadores a que avance la reforma al artículo 63 del Código Penal Federal, donde se incluye la tipificación del feminicidio en grado de tentativa. En esta modificación también se busca establecer sanciones que van de los 20 a 45 años de prisión, además de aplicación de prisión preventiva oficiosa en casos de tentativa de feminicidio.
Mientras las y los senadores hacen lo propio, las mujeres continuarán en la creación de redes y lucha codo a codo por la visibilización de sus derechos.
“Todo nos tiene rotas y aún así seguimos, estamos aquí, levantamos el puño, nos acompañamos”, sentenció Carolina Ramírez.
