México / Diana Hernández Gómez.- Aunque los partidos políticos en México continúan sus procesos internos para definir a sus candidatas o candidatos de cara a las elecciones 2024, en el panorama electoral hay dos perfiles de claras aspirantes para la presidencia: Claudia Sheinbaum Pardo y Xóchitl Gálvez Ruiz. La presencia de estas dos mujeres en las boletas electorales sería algo histórico en un país donde, hasta este momento, ninguna política ha portado la banda presidencial. Pero, más allá de eso, sería un parteaguas importante en la agenda de las mexicanas en medio de un periodo donde la violencia va dejando huellas profundas para la población femenina en la República.
Una encuesta desarrollada por Campaigns & Elections México (CE Research) y publicada el pasado 26 de junio proyecta que, el próximo año, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) podría quedarse nuevamente con la presidencia con una preferencia de voto del 43 por ciento. Y, dentro de Morena, sería Claudia Sheinbaum quien se postulara como la ganadora de los comicios. Actualmente, la exjefa del Gobierno de la Ciudad de México tiene una preferencia del 39 por ciento, 10 puntos porcentuales encima de Marcelo Ebrard Casaubón, extitular de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Xóchitl Gálvez, por su parte, no figura en la encuesta de CE Research. Sin embargo, en una encuesta realizada entre el 30 de junio y el 2 de julio, El Financiero posiciona a Gálvez como una de los virtuales candidatos de la oposición con mayor preferencia. De acuerdo con el medio, la senadora comparte niveles de aceptación con Santiago Creel Miranda; hasta el cierre de esta edición, ambos tienen una preferencia del 13 por ciento cada uno dentro de las opciones de candidaturas para 2024. Están a solo un punto porcentual por encima de Enrique de la Madrid Cordero, exsecretario de Turismo.
Estas cifras, por sí mismas, hablan ya de un proceso electoral histórico en México. Y es que, aunque esta no es la primera vez que mujeres compiten para la presidencia del país, sí es la primera ocasión en las que los porcentajes de preferencias de voto les favorecen de manera tan clara. Al respecto, vale la pena recordar que la primera mujer en postularse para la presidencia fue Rosario Ibarra de Piedra, quien en las elecciones de 1982 únicamente consiguió el 1.8 por ciento de los votos.
Pero no es necesario ir tan lejos: el último periodo electoral en el que se postuló una mujer fue en 2012, año en el que Josefina Vázquez Mota se llevó el 26 por ciento de los votos (los cuales, sin embargo, no fueron suficientes para quitarle el triunfo a Enrique Peña Nieto). En caso de que las predicciones de las encuestas se concreten, este 26 por ciento podría aumentar a un 47 por ciento según uno de los escenarios planteados por CE Research en el cual Sheinbaum se coronaría como la inminente ganadora de las elecciones 2024.
Este triunfo significaría que, por primera vez, una mujer (en otras palabras, una integrante del grupo poblacional más grande pero también altamente violentado en México) estaría sentada en la silla presidencial.
¿Qué le depararía a las mexicanas si Sheinbaum llega a la presidencia?
Además de haberse desempeñado como jefa de gobierno de la CDMX (2018-2023), Claudia Sheinbaum Pardo también fue titular de la Secretaría de Medio Ambiente para el Distrito Federal de 2000 a 2006. Igualmente, fue jefa delegacional en Tlalpan entre los años 2015 y 2017.
Su formación está esencialmente enfocada a la ciencia: es licenciada en Física por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y maestra en Ingeniería Eléctrica por parte de la misma institución. Además, cuenta con un doctorado también en la misma materia. A la par de sus cargos en la función pública, Sheinbaum forma parte del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y de la Academia Mexicana de las Ciencias.
Xóchitl Gálvez Ruiz también tiene una formación científica. Ella es ingeniera en Computaciónpor parte de la UNAM y posteriormente se especializó en inteligencia artificial, sustentabilidad, ahorro de energía, robótica y edificios inteligentes. Sus primeros trabajos fueron como programadora, analista y jefa de departamento en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Posteriormente fundó las empresas High Tech Services y OMEI, ambas enfocadas en el diseño y mantenimiento de estructuras inteligentes.
En la función pública, Gálvez Ruiz se ha desempeñado como titular de la Oficina para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. De igual manera, entre 2015 y 2018 fue jefa delegacional de la ahora alcaldía Miguel Hidalgo en la Ciudad de México. En 2010 se postuló para la gubernatura de Hidalgo —su estado natal—, aunque no consiguió el triunfo. Finalmente, desde 2018 ha fungido como senadora.
Ambas políticas tienen una agenda propia por los derechos de las mujeres. No obstante, estas dos agendas cuentan con señalamientos importantes que pueden dar señas de lo que pasaría tras el cambio de gobierno en 2024.
En el caso de Claudia Sheinbaum, aunque en diversas ocasiones se ha posicionado en defensa de los derechos humanos de las mujeres, la realidad es que su gobierno deja cifras históricas de violencia sexual contra las habitantes de la CDMX. De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), entre enero y mayo de 2023, esta entidad presentó mil 192 casos de violación. La capital del país ocupa el segundo lugar en los niveles de incidencia de este delito, solo detrás del Estado de México.
La CDMX, además, ocupa el primer lugar a nivel nacional en el número de llamadas de emergencia por incidentes relacionados con violencia contra la mujer. Según el SESNSP, entre enero y junio de este año el 911 ha recibido 34 mil 028 llamadas de este tipo provenientes de la capital mexicana.
Al inicio de su administración, en 2019, Sheinbaum se negó en diversas ocasiones a activar laAlerta de Violencia de Género (AVG) en la Ciudad de México argumentando que, en otras entidades, dicha alerta no mostró los resultados esperados. Más adelante, su gobierno comenzó a generar otras iniciativas como la creación de los centros de atención especializada llamados LUNAS y el lanzamiento de otra línea de emergencia: SOS Mujeres, *765.
Pese a esto, tal como reconoció Ingrid Gómez Saracibar (secretaria de las Mujeres en la Ciudad de México) en un foro el pasado 22 de septiembre, ninguna de estas medidas ha sido realmente eficiente para disminuir la cantidad de denuncias por violencia contra las mujeres en la entidad. A esta deuda pendiente con las mujeres se suman, también, los señalamientos contra Sheinbaum por su responsabilidad en el derrumbe de la Línea 12 del Metro, el desvío de recursos destinados a la reconstrucción de edificios tras el sismo de 2019 y la rendición de cuentas por el Colegio Enrique Rébsamen, el cual fue construido cuando fue jefa delegacional de Tlalpan y resultó severamente dañado también en 2019.
El caso de Xóchitl Gálvez
Xóchitl Gálvez, por su parte, ha centrado la mayoría de su trabajo en las comunidades indígenas en México. Esto, debido a que tanto ella como su familia tienen raíces otomíes. Dentro de sus trabajos destacan el impulso de una reforma constitucional para reconocer y proteger los derechos y la cultura de los pueblos indígenas, así como de la Declaración Universal sobre Derechos de los Pueblos Indígenas de la Organización de las Naciones Unidas.
Igualmente, Gálvez creó un fondo para la construcción de infraestructura para pueblos y comunidades indígenas, gracias al cual se han logrado avances como la electrificación de algunas comunidades de la Selva Lacandona y de la Sierra Tarahumara. Por otro lado, impulsó la introducción de redes de agua potable en Los Altos de Chiapas y los sistemas de agua potable en localidades indígenas de los estados de Hidalgo, San Luis Potosí, Puebla y Veracruz.
La senadora también ha impulsado programas de organización productiva para mujeres indígenas y la construcción de las Casas de la Mujer Indígena. Durante la pandemia de Covid-19, las mujeres que administran estos centros de acompañamiento denunciaron que se encontraban trabajando sin presupuesto y, además, a lo largo de los años han acumulado varias deudas que ya llevaron a la Casa ubicada en Ometepec, Guerrero, a cerrar sus puertas. Mientras tanto, en la Selva Lacandona, los municipios Marqués de Comillas, Benemérito de las Américas, Ocosingo y Maravilla Tenejapa se quejaron en octubre de 2022 por constantes problemas en los servicios eléctricos de la región.
Por otro lado, la funcionaria también ha sido señalada por presuntos actos de corrupción cuando encabezó el gobierno de la alcaldía Miguel Hidalgo. Supuestamente, en ese periodo obligó a las inmobiliarias a trabajar con sus empresas a cambio de permisos y trámites. De igual forma, en 2018 se le acusó del mal uso de 10 millones de pesos para una remodelación que no se comprobó dentro del Teatro Ángela Peralta.
Este es el panorama de cara al 2024. Pese a los señalamientos contra estas dos virtuales candidatas, es un hecho que —de llegar una mujer al poder— se marcará un parteaguas en la historia de México. Esto lanzaría un mensaje importante: que las mujeres tienen la capacidad de ocupar puestos de decisión. Pero, una vez en el poder, es necesario que volteen la mirada a las necesidades reales de las mexicanas. Solo así, el cambio que se avizora para el año siguiente será realmente profundo.
Fuente: Cimac