Sandra Macías.- Cinco casos de homicidios de mujeres y feminicidios quedaron registrados en los históricos judiciales
En el ámbito nacional del año 2015 al 2019 se duplicaron los archivos judiciales por muerte violenta de mujeres
En Aguascalientes, febrero del 2019 estableció récord en el número de feminicidios y homicidio de mujeres (como ciertos sectores insisten en denominar a la muerte violenta de esta población); un total de cinco casos quedaron registrados en el histórico judicial, una cifra nunca antes reportada desde los últimos cinco años.
De acuerdo a un análisis estadístico presentado por el sitio web elcri.men, reporte mensual sobre la delincuencia en México basado en cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en Aguascalientes, el mes señalado fue uno de los más violentos para la población femenina y al hacer un comparativo a partir de enero del 2015, nunca antes se habían registrado cinco feminicidios y homicidios de mujeres en un solo mes.
El contexto nacional respecto al número de delitos cometidos contra este sector poblacional señala que en el ámbito federal de enero a marzo del 2019, al menos 25 mil 919 mujeres reportaron ante autoridad y números de emergencia que fueron víctimas de algún tipo penal.
Entre tales delitos, destaca en primer lugar el de lesiones dolosas pues el 59.36 por ciento de las mujeres que reportaron actos ilegales en su contra lo hicieron precisamente por este tipo penal.
Hablando de feminicidio, la realidad en el país es devastadora y del 2015 al 2019 el fenómeno se duplicó, lo que no sólo se atribuye a la tipificación como tal de este delito por entidad federativa, sino a un oleaje en aumento de casos de agresión contra las mujeres.
Mientras que en el 2015, cifras oficiales contabilizaron un total de 411 presuntos delitos de feminicidio, según la tendencia nacional, para el 2018 la cifra aumentó a 891, siendo diciembre del 2018 en el que se estableció récord histórico con 96.
Uno de los últimos casos que estremecieron a la población aguascalentense fue el de Angélica, la joven de 17 años que fue asesinada brutalmente por su pareja sentimental; junto con Angélica murió el bebé que esperaba y con una marcha silenciosa con pancartas con la leyenda “Ni una más”, el estado recordó que en Aguascalientes también matan y desaparecen a mujeres sin importar la edad y sus condiciones.
Fue en diciembre del 2018 cuando la Fiscalía General del Estado de Aguascalientes obtuvo la primera sentencia por el delito de feminicidio, un caso en el que el Juez de Control y Juicio Oral determinó una sanción de 26 años y ocho meses en prisión y un pago que no rebasó el medio millón de pesos como reparación del daño.
En el último asunto señalado, el involucrado fue acusado por el asesinato de su exesposa en abril del 2018 en Villas de Nuestra Señora de la Asunción; Rocío fue asesinada de cinco puñaladas.
De acuerdo al Observatorio Ciudadano Nacional del Femi-nicidio (OCNF) quienes realizaron un análisis mostraron que «la tipificación del feminicidio en Aguascalientes no cumple con los estándares de un tipo penal autónomo al estar supeditado al homicidio calificado, ni contempla las circunstancias objetivas suficientes para acreditar las razones de género. A pesar de que considera las hi-pótesis sobre lesiones infamantes, signos de violencia sexual e incomunicación, no contempla las relativas a las relaciones entre la víctima y victimario ni a los antecedentes de violencia, por lo que no se están considerando los feminicidios íntimos. Ante la inadecuada tipificación el estado de Aguascalientes no está acreditando los feminicidios, prueba de ello es que en el periodo de este análisis (2014-2017) sólo acreditó un feminicidio.
El Protocolo del estado de Aguascalientes se publicó en 2017; sin embargo, dentro de las diligencias no se especifica la forma en como se pueden acreditar las razones de género. Además, menciona que debe indagarse el modus vivendi de la víctima, hecho que no sólo es contrario a la investigación con perspectiva de género, sino que puede afectar las líneas de investigación pues pretende establecerlo, según se deduce de la entrevista con la pareja sentimental, cónyuge o concubino de la víctima»
Fuente: La Jornada