Las autoridades han postergado en al menos tres ocasiones el desarrollo de una audiencia plena conforme a derecho que permita la sanción a sus agresores
México / Dalia Souza- ZonaDocs.- Daniela, estudiante de la licenciatura en Médico Cirujano y Partero del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara, denunció en el primer trimestre del año 2019, haber sufrido agresiones sexuales y acoso, por parte de sus compañeros de carrera. Después de un proceso que la obligó a visibilizar pública y mediáticamente su caso para que las autoridades universitarias sancionaran a los responsables; Daniela, ahora, espera una vez más y luego de tres audiencias, que el Sistema de Procuración de Justicia en Jalisco, a través del Centro de Justicia para las Mujeres (CJM), sea capaz de garantizar sus derechos como víctima de delitos de violencia de género y sancione a sus agresores.
En un periodo menor a seis meses, tres audiencias sobre el caso de Daniela, una detrás de la otra, han sido postergadas por el Juzgado de Control y Juicio Oral Especializado en Violencia Contra las Mujeres en Jalisco.
En la primera de éstas, la que correspondía a la imputación de uno de los agresores (26 de agosto de 2019), Daniela y su madre denunciaron la falta de perspectiva de género en el ejercicio de la Ministerio Público y el Juez a cargo del proceso, puesto que, se requirió de manera obligatoria la presencia de la joven para desahogar la audiencia y no fue cuestionada la postura de la defensa del acusado sobre el “arreglo” del caso por medios alternos.
La segunda de éstas, que presuntamente tendría que haberse llevado a cabo el 16 de octubre de 2019, fue pospuesta debido a que la única sala de Juicios Orales del Juzgado de Control y Juicio Oral, Especializado en Violencia contra las Mujeres, del Centro de Justicia para las Mujeres (CJM) en Jalisco, se encontraba inhabilitada porque el sistema de audio y video presentaba fallas técnicas. Situación que hasta el día de hoy, denuncia la madre de Daniela, permanece sin ser subsanada. A más de tres meses de la “falla técnica” mil 200 casos se mantienen rezagados por dicha causa.
La tercera y última audiencia, programa para este 18 de diciembre fue retrasada una vez más, ahora por “errores” en los procesos básicos de notificación de los implicados e implicadas y del Juez a cargo; así como, por las fallas técnicas con las que permanece la sala de Juicios Orales.
Según denunció la madre de Daniela, hubo muchas irregularidades en el manejo de esta tercera audiencia; en primer lugar no se presentó el imputado, ya que, éste argumentó no haber sido notificado de acuerdo a lo establecido en el Código de Procedimientos Penales y en un plazo de tiempo no menor a 48 horas previas al desarrollo de la misma, la defensa señaló que éste fue notificado vía WhatsApp el día 16 de diciembre de 2019 a las 15:12.
En segundo lugar, el documento en el que se señala la fecha de la audiencia que fue entregada al Juez a cargo del caso, Mario Murgo Magaña, le fue entregada el día 17 de diciembre, sin embargo, éste no fue recibido por el magistrado ya que tenía fecha del 2 de diciembre del 2019. A pesar de ello, señala la madre de Daniela, el Juez pretendía llevar a cabo la audiencia y en medio de un deslinde de responsabilidades entre funcionarios y áreas que no aceptan sus errores, fue asignada una nueva fecha:
“Aun con todo esto, el juez iba a realizar la audiencia… pero no contaba con la suma de errores humanos, culpa a la Jefa de Administración y Causas, a la Jefa de Sala y a la Notificadora, a la Judicatura…” denunció la madre de Daniela.
Una vez más, la audiencia fue reprogramada y la justicia, a casi un año de los acontecimientos que le arrebataron ferozmente la tranquilidad, la libertad y la seguridad a Daniela, tendrá que esperar hasta el próximo 15 de enero de 2020. Aun así, esta joven se mantiene firme, por ella y por todas las mujeres que han sido violentadas.
“Daniela era una chica que vivía de manera libre, feliz y plena, y lo escribo como pasado, porque hoy Daniela está llena de miedos y de incertidumbre sobre su futuro; vive un presente sin esperanza, con una historia truncada, gracias a la falta de acción y empatía de todos los implicados en su caso” advierte la madre de Daniela, quien recientemente fue acreditada como víctima indirecta en el proceso judicial.
Como madre de familia, observa con hartazgo la justicia tardía y las respuestas desesperanzadoras que el Sistema de Procuración de Justicia en el estado ofrece a las mujeres víctimas de un delito por violencia de género. Esa misma que no consigue devolverle la certeza a su hija “de que pronto podrá retomar su camino” para “realizar cada una de sus metas y cumplir sus sueños como una mujer libre” expresó.