Ciudad de México / Angélica Jocelyn Soto Espinosa (Cimac) .- Distintas organizaciones civiles feministas de América Latina y el Caribe hicieron circular una petición al director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, para expresarle su preocupación ante el reconocimiento de El Vaticano como Estado Observador Permanente No Miembro de la Asamblea Mundial de la Salud, el pasado mes de mayo, durante la reunión 74 de la misma.
De acuerdo con las organizaciones, esta decisión no sólo no gozó de la unanimidad de sus integrantes sino que no fue debatida públicamente.
Las organizaciones refirieron que su preocupación parte de su experiencia en el trabajo de incidencia y colaboración para la consolidación de la igualdad de género, los derechos sexuales y los derechos reproductivos en los espacios intergubernamentales de las Naciones Unidas, “en donde sistemáticamente El Vaticano actúa en forma decidida contra una agenda que no sólo es el resultado de un amplio consenso que se refleja en lenguaje acordado, sino frente a la que no profesa ningún respeto y ante la cual carece de legitimidad democrática”.
Las feministas alertaron que El Vaticano actúa sin separación de poderes ni instancias para el control ciudadano de quienes detentan el poder y la toma de decisiones. Por lo que, declararon, carecen “de toda representatividad, un Estado sin ciudadanos, célibe y sin mujeres”.
De acuerdo con las mujeres, en los debates intergubernamentales es común verlo como aliado con otros Estados altamente cuestionados por su falta de garantías frente a los derechos de las mujeres, ya sea porque no separan la religión de las políticas o porque representan políticas populistas de extrema derecha.
De hecho, precisaron, con la presión que hace – sobre todo en los pasillos y de espaldas al debate público- ha llevado a que sea cada vez más difícil incluir referencias sobre derechos sexuales y derechos reproductivos, a invisibilizar poblaciones, a remover lenguaje acordado, o a la inclusión de un marco basado en la familia nuclear y no en las personas e individuos ni en las distintas formas de familia, retrocediendo en temas sustantivos para la vida, la dignidad, la libertad y la salud de millones de niñas, adolescentes y mujeres alrededor del mundo.
De acuerdo con las organizaciones, algunas afirmaciones de altos jerarcas de la Iglesia Católica y el lobby de El Vaticano para impedir avances en esta agenda han sido:
“El aborto nunca es un ‘mal menor’. Es un crimen. Es echar fuera a uno para salvar a otro. Es lo que hace la mafia. Es un mal absoluto”. (Papa Franciso, 2018)… “si no estás de acuerdo con la vida suprime la tuya” (Cardenal Peruano Juan Luis Cipriani, 2018)
“No hay que hacer leña del árbol caído” (para reclamar impunidad para un obispo peruano acusado repetidamente de pedofilia)…»muchas veces las mujeres se ponen en un escaparate” (para acusar a las mujeres de “provocar” e incitar a los hombres a que las agredan sexualmente),
Cipriani, 2017.
La “ideología de género” “es una bomba atómica que quiere destruir la doctrina católica y la imagen de Dios en el hombre y la imagen de Dios Creador”. Declaración del obispo de Córdoba, España, Demetrio Fernández, 2016.
Las feministas alertaron que la presencia de El Vaticano en la Asamblea de la OMS -instancia donde se debe debatir y formular política pública con base en la mejor evidencia científica y con criterios técnicos- lesionará el mandato de ésta poniendo en riesgo la protección y garantía de derechos de las mujeres y sentará un precedente demoledor para el futuro de un mundo que aspira a no dejar a nadie atrás.
“Sería en este sentido, un gesto de compromiso en su calidad de director, que pudiera explicar de qué manera piensan impedir el daño que sin duda ocasionará El Vaticano al mandato de la OMS y también por qué estas decisiones se toman en silencio”, agregaron.
Por su parte, la directora del refugio Espacio Mujeres para una Vida Libre de Violencia y ex religiosa, María del Pilar Sánchez Rivera, dijo en entrevista que las Naciones Unidas deben tomar en cuenta que, por años, las organizaciones feministas habían retrasado la entrada de El Vaticano a estos mecanismos, especialmente en el contexto actual en el que se ha observado mucho empuje de sociedades y grupos religiosos para que esto suceda.
La también integrante de la organización Católicas por el Derecho a Decidir, agregó que es altamente preocupante que su llegada pueda incidir en políticas públicas que tanto han costado a la sociedad organizada en el trabajo contemporáneo de cerca de 10 o 15 años y porque las implicaciones son directas a las mujeres, que tienen capacidad de decisión.
Pilar Sánchez consideró que El Vaticano no puede ser visto como un Estado, ya que además de un gobierno se requiere que tenga ciudadanía; sin embargo, su población está principalmente conformada por hombres y las pocas mujeres que hay ahí son las trabajadoras del hogar. A esto se suma que incluso hay incertidumbre por la acechanza no sólo del papado, dijo.
Este empuje de los grupos de derecha responde a que se ha puesto en el escenario público muchos casos de violaciones a Derechos Humanos por parte de la Iglesia, actuaciones fraudulentas, así como denuncias de violencias sexuales que han quedado en la impunidad, explicó Sánchez.
La exreligiosa explicó que Vaticano y los gobiernos quieren con esto hacer un batalla más fuerte y decisiva para impedir los derechos de las mujeres a transportar su cuerpo con dignidad, en un contexto en el que ha crecido la violencia contra las mujeres porque ellas ejercen su derecho a decidir.
“Si ellos niegan todo derecho a interrumpir el embarazo, pues las primeras que van a obstaculizar su desarrollo integral son las niñas y adolescentes que están sufriendo incestos o violaciones de personas cercanas”, declaró.
A este contexto poco contribuye, analizó, que Estados Unidos también eche atrás las políticas a favor del derecho a decidir de las mujeres, por lo que ahora debe vigilarse que estas ideas no avancen en la región de América Latina.
Entre las organizaciones feministas firmantes de la carta está Articulación Feminista Marcosur, Agrupación Ciudadana por la despenalización del aborto en El Salvador, Asociación Red de Jóvenes para la Incidencia Política -INCIDEJOVEN-, Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, Colectiva Feminista para el Desarrollo Local de El Salvador, Cotidiano Mujer, Equidad de Género Ciudadanía, Trabajo y Familia, la Sombrilla Centroamericana, Red Nacional de Mujeres – Colombia y Red Salvadoreña de Defensoras.
El mismo día que se admitió la participación de El Vaticano en la Asamblea de Salud, el papa Francisco reiteró que “el aborto es un homicidio”, pero instó a los obispos a abordar el tema como pastores y no como políticos, esto porque obispos de Estados Unidos pidieron que se negara la comunión al presidente de ese país, Joe Biden, por estar a favor del aborto.