México / Berenice Chavarría Tenorio.- Cuando Valentina tenía 28 años decidió recurrir a la inyección anticonceptiva para evitar un embarazo no deseado. En un inició pensó que sería una buena opción, sin embargo, los efectos secundarios de este método se extendieron a poco más de un año, aún cuando solo se la aplicó en una ocasión.
Ella acudió con el ginecólogo que le prescribió la inyección para indicarle sus malestares, pero él minimizó e invalidó a Valentina asegurando que “así era el proceso”, que “no se quejara”.
Y es que a los pocos días de aplicarse la inyección, Valentina comenzó a experimentar periodos con exceso de sangrado, además, las afectaciones emocionales significaron otro gran impacto en su vida.
“Mi menstruación fue desastrosa, se incrementaron los sangrados y de por sí sangro mucho, estaban completamente irregulares mis ciclos. El daño más terrible fue en lo emocional, empecé a bajar de peso, a sentir episodios de mucha tristeza, llanto. Incluso comencé a enfrentar situaciones de anemia”, contó a Cimacnoticias.
Estas afectaciones la llevaron a un hospital, donde, en un intento por detener el sangrado que presentaba, le practicaron un legrado. Posteriormente el ginecólogo con el que acudió le indicó que debía recetar otros métodos hormonales para equilibrar su ciclo menstrual.
Pero Valentina se negó a recibir atención médica en un espacio en el que sus necesidades eran ignoradas. Por lo que optó por buscar otros tratamientos y especialistas que la acompañaran en este proceso, así, luego de más de un año de efectos secundarios, volvió a la tranquilidad y decidió no optar nuevamente por un método hormonal.
La falta de perspectiva de género en los servicios sexuales y reproductivos es una constante, ya que no se dan a conocer del todo los efectos que puede provocar en nuestro cuerpo un método anticonceptivo hormonal.
La inyección anticonceptiva es uno de los métodos más buscados para prevenir un embarazo, si estás pensado en recurrir a esta opción te dejamos esta guía feminista, recordando que cada cuerpo y experiencia es diferente.
¿Qué es y cómo funciona la inyección anticonceptiva?
La inyección es un método anticonceptivo reversible de corta duración y de aplicación intramuscular que “inhibe la ovulación y engrosa el moco cervical”, explica la organización Ipas.
“Cuando no hay un óvulo en las trompas de falopio, no puede ocurrir un embarazo. Además, cuando el moco de tu cuello uterino es más espeso, el esperma no puede pasar. Por lo tanto, cuando el esperma y el óvulo no pueden juntarse, el embarazo no puede ocurrir. Tiene un 96 por ciento de efectividad”, detalla Planned Parenthood, la mayor proveedora de servicios de salud reproductiva en Estados Unidos.
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), hay dos presentaciones inyecciones que se usan como anticonceptivos: la de aplicación mensual y la trimestral.
La mensual contiene hormonales combinados (estrógeno y progesterona), mientras que la trimestral contiene únicamente progestina.
“Las inyecciones anticonceptivas que contienen hormonales combinados pueden ser usadas por toda mujer sana que desea evitar o espaciar sus embarazos, y que haya recibido consejería previamente. Las inyecciones hormonales que contienen sólo progestina, las de aplicación trimestral, se recomiendan en mujeres mayores de 18 años”, explica el IMSS.
¿Desventajas y efectos secundarios?
Ipas explica que entre las desventajas de este método anticonceptivo se encuentran las siguientes:
- El retorno de la fertilidad varía entre 1 a 4 meses dependiendo del tipo.
- Puede haber dolor en el sitio de aplicación.
- La inyección mensual requiere indicación con criterio clínico en pacientes con antecedentes o presencia de riesgos cardiovasculares (como hipertensión arterial, accidente cerebro vascular, tromboembolismo venoso, cirugía mayor con inmovilización prolongada, uso de anticoagulantes, entre otros), en el posparto o la lactancia.
Entre los efectos secundarios se pueden presentar: Sangrado irregular, sensibilidad mamaria, cefalea, náusea, mareo, cambio de estado de ánimo, disminución de la libido y cambio de peso.
El IMSS explica que el “primer sangrado, después de la primera inyección, puede adelantarse una o dos semanas. Esto es normal, por lo que las siguientes inyecciones se deben aplicar sin tomar en cuenta ya los días de la menstruación”.
Añade que en algunas mujeres pueden llegar a desaparecer las menstruaciones durante el uso de las inyecciones, esto es un efecto por el tipo de hormona que contienen y no representa ningún daño para la salud si las inyecciones se están utilizando de forma adecuada.
Sin embargo, en caso de presentar alteraciones que pongan en riesgo tu salud, es importante acudir con la persona especialista que prescribió este método anticonceptivo.
“El uso de este método anticonceptivo es bastante seguro, sin embargo debes acudir a revisión con tu médico por lo menos una vez al año, o cuando presentes alguna molestia fuera de lo comentado”, sentencia el Instituto.
Es importante recordar que la inyección anticonceptiva no protege contra las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS).
¿Qué método anticonceptivo elegir?
Planned Parenthood destaca que no todos los métodos anticonceptivos son aptos para todas las personas. “Hay muchos métodos diferentes que funcionan de maneras diferentes”.
Por ello es importante conocer cuántos existen y la forma en que estos funcionan. Para proteger el derecho a recibir asistencia médica y servicios de planificación familiar se encuentra la NOM-005, la cual establece que “los servicios de planificación familiar deben ser gratuitos cuando sean prestados por instituciones del sector público”.
Es decir, toda persona puede acudir a los servicios de planificación familiar incluso sin previa cita, esta asistencia médica consiste en: promoción y difusión, información y educación, consejería, selección, prescripción y aplicación de métodos anticonceptivos.
Fuente: Cimac