Ana Alicia Osorio (Testigo Purpura).- Mucho se ha hablado de la salud mental durante el aislamiento social por el coronavirus y el surgimiento de ansiedad, depresión, estrés y demás síntomas en esta cuarentena. Pero como siempre hay afectaciones distintas para las mujeres.
Las mujeres han sido siempre quienes se hacen cargo del trabajo del hogar y asumen la “obligación” cuidar a quienes integran sus familias, contó la psicóloga feminista Lorena Redondo Delgado.
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Señaló que durante la cuarentena, las mujeres deben enfrentarse a más tiempo con las familias y no tener un espacio para sí mismas (pues se pone por delante la responsabilidad del trabajo del hogar, sumado a otras obligaciones), además de asumir la tarea de evitar que sus familiares se contagien de coronavirus.
“La causa por la cual las mujeres en situaciones como esta de cuarentena pueden presentar en la mayoría de los casos ansiedad o depresión también, tienen que ver con algo que se llama mandatos de género (…) por ejemplo el cuidado de los demás, asumimos ya muchas de forma ya personal porque eso aprendimos que la responsabilidad del bienestar y del cuidado de otras personas, nuestros hijos, nuestra pareja, nuestros papás incluso, dependen de nosotras”, afirmó.
Para las mujeres, dijo, es difícil deshacerse de esas cargas pues se trata de una cuestión cultural que ha sido aprendida desde pequeñas.
“Incluso el mismo sistema de salud cuenta con que las mujeres le van a dedicar a cuidar de los demás y no solamente a cuidar de quien se enferma (…) sino evitar que se enfermen, entonces si a eso le sumas que ahorita están las estrategias y políticas del confinamiento esto implica que la mujer tiene que atender y cuidar a su familia las 24 horas del día”, señaló.
Además, otras especialistas han indicado los problemas emocionales que genera la incertidumbre por la situación actual, crisis económica o ruptura de rutinas, a lo que se suman los trabajos y preocupaciones que se les asignan (aun sin quererlo conscientemente) a las mujeres.
Rendondo Delgado dijo que entre las recomendaciones que pueden seguir las mujeres es repartir los trabajos del hogar, reconocer el cansancio físico, buscar redes de apoyo (familiares, vecinas) con quienes hablar física o virtualmente o buscar apoyo profesional.
Además, algunas organizaciones han proporcionado recursos como este libro con algunos ejercicios que podrían ayudar (y algunos te los dejamos aquí) .
