En la actualidad es común escuchar sobre mujeres abogadas que dedican su vida a la protección de los derechos humanos de las mujeres. Gracias a ellas y a las exigencias del movimiento feminista, hoy en día existen marcos legales nacionales e internacionales que hacen especial énfasis en la relevancia de proteger los derechos de las mujeres y caminar hacia una vida libre de violencia para ellas.
Esto no habría sido posible sin aquellas pioneras que abrieron camino a las mujeres en el estudio del Derecho, y que se enfrentaron a un sistema patriarcal que se sentía incómodo con la presencia de mujeres en las aulas universitarias.
De acuerdo con un informe de 2019, el estudiantado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) está conformado por un 53.7% de mujeres, un porcentaje impensable durante el Porfiriato, cuando la Antigua Escuela de Jurisprudencia (institución antecesora de la Facultad de Derecho de la UNAM), recibió a su primera estudiante mujer.
Cada 12 de julio se festeja en México el Día del Abogado, porque el 12 de julio de 1533 se estableció en la Nueva España la primera cátedra para la enseñanza del Derecho, misma fecha en que se dictaron las primeras Ordenanzas de Buen Gobierno. Muchos años después las mujeres fueron aceptadas como estudiantes de jurisprudencia en México, una profesión que se pensaba únicamente para varones.
María Asunción Sandoval y Clementina Batalla fueron las primeras abogadas en México, mientras que una abrió el camino para que las mujeres estudiaran leyes, otra aprovechó sus conocimientos universitarios para combatir al patriarcado de su época.
María Asunción Sandoval, la primera abogada mexicana
María Asunción Sandoval fue la primera mujer que logró obtener un título de abogado en México, por la Escuela de Jurisprudencia del país. Esta mujer no sólo fue pionera en los estudios universitarios, también formó parte de la primera generación de mujeres que tuvieron acceso a la preparatoria en nuestro país.
Aunque se sabe poco de su vida personal, María Asunción pasó a la historia por ser la primera mujer que cursó la carrera de abogado en México, entre 1892 y 1898. Al igual que las primeras mujeres en ingresar a la universidad, Sandoval se enfrentó a un ambiente hostil por las acciones y palabras machistas de sus compañeros y profesores.
Sandoval ejerció su carrera durante su matrimonio. Estuvo casada con un hombre de apellido “Zarco” y esa es la razón por la que muchos la conocían, y aún la conocen, como María Asunción Sandoval de Zarco.
Durante los años de su ingreso a la educación superior, la discusión sobre los beneficios de aceptar mujeres en las aulas cobró fuerza, la sociedad suponía que al estudiar, las mujeres descuidarían sus labores como amas de casa, esposas y madres. Sandoval de Zarco fue uno de los ejemplos que derribó mitos sobre la inserción de mujeres en espacios educativos, ya que, de acuerdo con algunos historiadores, logró sobrellevar sin problema su vida privada con su vida profesional.
María Asunción Sandoval fue la mujer que abrió el camino para las siguientes generaciones de mujeres con intenciones de estudiar derecho. Sus logros los obtuvo a pesar de haber quedado huérfana a corta edad y a pesar de atravesar períodos difíciles emocionales, educativos y económicos.
Dato:
Terminados sus estudios, en julio de 1898, presentó su examen profesional. El acontecimiento fue noticia de periódico: El Imparcial además de referirse a su juventud, que «apenas ocultará unos 22 años de edad» y a su agradable presencia, subrayó el acierto y precisión de sus respuestas, prueba -decía- de los «profundos conocimientos que ha adquirido en Derecho». De acuerdo con algunos abogados asistentes al acto, la tesis profesional de la joven era «una verdadera pieza jurídica», reflejo del brillante papel que había hecho durante su práctica como pasante, en la que destacaba particular mente el juicio en que Sandoval logró demostrar la inocencia de una mujer acusada de asesinato.
“Por su parte, El Mundo aprovechó el «inusitado acto» para atacar «la doctrina antifeminista», partidaria de la división sexual del trabajo y apoyar el valor de estas primeras profesionistas, cuyo empuje le resulta digno de ejemplo, pues les permitía emanciparse de la tutela masculina, bastarse a sí mismas y procurarse, mediante el estudio y el trabajo, una posición digna y medios para subsistir. En tono realista observaba que «la mujer come igual que el hombre» y, como él, debía de estar suficientemente preparada para enfrentarse a la vida:… Por eso, cuando una Matilde Montoya6 o una María Asunción Sandoval se sobreponen a esas preocupaciones, estudian, pasan exámenes y conquistan un título profesional, las aplaudimos, las felicitamos, y las consideramos como los apóstoles y las precursoras de la rehabilitación de la mujer.»
Sandoval fue la única que se recibió de abogada en el porfiriato y quien, como todos los profesionistas de entonces, tuvo su título profesional con la firma de Porfirio Díaz. La segunda mujer que estudió Derecho en México, Clementina Batalla, obtuvo su título profesional en 1920.
María Asunción Sandoval falleció en la Ciudad de México el 29 de mayo de 1943.
Clementina Batalla, abogada y feminista
Clementina Batalla Torres nació en Guerrero, en 1920, cuando ella tenía 26 años, se convirtió en la segunda mujer que se recibió como abogada en la Escuela Nacional de Jurisprudencia. Además de ser jurista fue profesora y precursora de los derechos de las mujeres.
Clementina fue pionera en espacios educativos desde la preparatoria, ya que formó parte de una generación que ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria con un total de 40 mujeres inscritas de todas las clases sociales.
Fue hija de Diódoro Batalla, un fuerte opositor al gobierno de Porfirio Díaz que estuvo preso junto a los hermanos Flores Magón por participar en la organización de revueltas estudiantiles. A temprana edad quedó huérfana de madre.
Como muchas de las mujeres de su época, tras terminar sus estudios renunció al ejercicio de su profesión por dedicarse al cuidado de su esposo y su familia, se casó con su compañero de generación Narciso Bassols y tuvo una familia numerosa de seis hijos.
En 1959 Clementina enviudó y fue a partir de entonces cuando inició su lucha por los derechos de las mujeres mexicanas. Como feminista, le parecía importante la orrganización entre mujeres y por eso fundó la Unión de Mujeres Mexicanas.
Dato: En 1961 envió una representación de mujeres mexicanas al Congreso Latinoamericano Mujeres que se llevó a cabo en Chile, que estuvo integrado …por mujeres de izquierda, reconocidas, viejas y luchadoras de fines del siglo pasado y principios de este, y muchachas jóvenes universitarias que se reunieron, periodistas que estaban de acuerdo. Ahí fue aclamada como dirigente del Congreso, que derivó en el Comité de Auxilio Latinoamericano de Mujeres, organismo declarado por los gobiernos dictatoriales del Cono Sur como «non grato por sus tesis comunistas». Batalla fundó La Unión de Mujeres Mexicanas.
Clementina Batalla de Bassols murió, a los 93 años de edad, el 8 de noviembre de 1987 en Guadalajara, Jalisco.
Fuente: La silla rota y