A partir de esta información es posible afirmar que la violencia contra las mujeres es un problema de gran dimensión y una práctica social ampliamente
PRIMERA PARTE
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas / Andrés Domínguez.- En Chiapas, existen más de 1.8 millones de mujeres de más de 15 años, de ese total, unas 974 mil (52.4%) han enfrentado algún tipo de violencia y de cualquier agresor, alguna vez en su vida, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El 34.9 por ciento ha enfrentado agresiones del esposo o pareja actual o la último a lo largo de su vida, este porcentaje es más notorio en mujeres que se casaron o unieron antes de los 18 años (36.6%), que entre quienes lo hicieron adelantes de los 25 (33.1%).
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, a conmemorarse este 25 de noviembre, el INEGI resaltó dato de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), la cual constituye un referente nacional y regional, vital para el diseño y seguimiento de las políticas públicas para prevenir, atender y sancionar la violencia contra las mujeres
De acuerdo con la ENDIREH, en 2016 en Chiapas se registraron 1.8 millones de mujeres de 15 años y más, de las cuales 7.7% (142 mil) son menores de 18 años, 29.0% (536 mil) son jóvenes de entre 18 y 29 años; 707 mil (38.2%) son adultas jóvenes de 30 a 49 años; 16.5% son mujeres que se encuentran en la etapa adulta y tienen entre 50 y 64 años y finalmente, 8.6% (159 mil) son adultas mayores con 65 y más años de edad.
Acceso a la educación y el mercado de trabajo
A finales de 2016, en Chiapas 17.8% de las mujeres nunca ha asistido a la escuela a recibir educación, más de dos terceras partes (69.0%) han asistido alguna vez, pero no en los últimos 12 meses, mientras que 13.2% sí asistió de manera reciente a la escuela.
En un contexto nacional, Chiapas junto con Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Michoacán e Hidalgo presentan proporciones entre el 10.0 y 18.8%, de mujeres que nunca han asistido a la escuela; en tanto que ocho entidades se ubican en proporciones por debajo del 5.0%: Sinaloa, Ciudad de México, Chihuahua, Durango, Nuevo León, Aguascalientes, Sonora y Coahuila.
En Chiapas la información de la encuesta indica que 87.1% de las mujeres ha asistido a la escuela o trabajado alguna vez en su vida, pero solo un poco más de la tercera parte lo hizo en los últimos 12 meses. Sin embargo, los datos muestran que esta situación varía en función de la edad, si las mujeres viven en localidades rurales o urbanas o bien, si son hablantes de una lengua indígena o pertenecen a un hogar indígena, lo que muestra situaciones diferenciadas y de mayor desigualdad.
En la entidad los datos muestran diferencias generacionales importantes. Mientras más joven es la mujer, mayor es su participación en ambos ámbitos; no así entre las mujeres de 65 y más años, entre quienes una tercera parte (33.7%) nunca trabajó ni asistió a la escuela.
En cuanto a los patrones culturales, las mujeres hablantes de una lengua indígena o que pertenecen a un hogar indígena, han tenido menor acceso a la educación y al trabajo remunerado, 27.6%, lo mismo que quienes residen en localidades rurales, 20.8% (menores de 2,500 habitantes) y las mujeres separadas, divorciadas y viudas, 16.1 por ciento. Así también, son las mujeres actualmente casadas o unidas quienes menos trabajaron de manera remunerada, 19.1%, en los últimos 12 meses.
Las mujeres que residen en Chiapas, así como las que residen en: Guerrero, Oaxaca y Veracruz, presentan la mayor proporción de mujeres que no han participado ni en la escuela ni en el mercado laboral a lo largo de su vida con cifras de 7.7 a 12.9 por ciento. Destaca Chiapas, en donde solo el 36.4% de las mujeres participó en alguno o en ambos espacios de manera reciente, en tanto que, en Guerrero, Oaxaca, Tabasco y Zacatecas, la proporción de mujeres que asistieron a la escuela o trabajaron en los últimos 12 meses está por debajo del 45.0 por ciento.
La participación de las mujeres depende, en gran medida, de los patrones culturales de género, de las condiciones socioeconómicas de las familias, de la edad de la mujer, del entorno inmediato y territorial de la entidad en la que residen y también de la disponibilidad de recursos institucionales y económicos.
Sin duda, una característica importante a tener en cuenta también es la situación conyugal de las mujeres y la situación de relación de pareja en el caso de las solteras. En Chiapas de las mujeres de 15 años y más, 91.0% mantiene o mantuvo una relación de pareja, ya sea por unión o matrimonio (62.1% están actualmente casadas o unidas y 16.5% actualmente están separadas, divorciadas o viudas), o bien de pareja o noviazgo sin cohabitar (12.4 por ciento); y solo 8.9% no ha tenido ninguna relación de pareja.
Violencia
Los resultados de la ENDIREH permiten determinar la prevalencia de la violencia entre las mujeres de 15 años y más. A partir de esta información es posible afirmar que la violencia contra las mujeres es un problema de gran dimensión y una práctica social ampliamente, puesto que 66 de cada 100 mujeres de 15 años y más, residentes en el país, han experimentado al menos un acto de violencia de cualquier tipo, ya sea violencia emocional, física, sexual, económica, patrimonial o discriminación laboral, misma que ha sido ejercida por diferentes agresores, sea la pareja, el esposo o novio, algún familiar, compañero de escuela o del trabajo, alguna autoridad escolar o laboral o bien por amigos, vecinos o personas conocidas o extrañas.
A partir de esta información es posible afirmar que la violencia contra las mujeres es un problema de gran dimensión y una práctica social ampliamente extendida al interior del país, así en Chiapas 52 de cada 100 mujeres de 15 años y más, han experimentado al menos un acto de violencia de cualquier tipo. Esto es, 974 mil mujeres han sido sujetas a actos violentos y discriminatorios alguna vez, a lo largo de su vida.
La violencia de pareja considera a todas las mujeres de 15 años y más que tienen o hayan tenido al menos una pareja a lo largo de sus vidas.
La discriminación en el trabajo por razones de embarazo considera a todas las mujeres de 15 años y más que hayan trabajado en el periodo de octubre de 2011 a octubre de 2016 e incluye a las que trabajaron como asalariadas (empleadas, obreras o jornaleras) durante el periodo.
Los datos destacan dos características de la violencia contra las mujeres. Primero, no se trata de una realidad que se ubique solo en algún lugar de la República, por el contrario, los datos indican una problemática extendida en todo el país. Segundo, se trata de un patrón general ya que, en todas las entidades federativas, más de la mitad de las mujeres ha experimentado agresiones de tipo emocional, sexual, físico o económico.
En Chiapas, 602 mil mujeres (32.4%) señalaron que al menos una de estas agresiones (emocional, económica y patrimonial, física y sexual) ocurrió entre octubre de 2015 y octubre de 2016. De ellas, 266 mil mujeres fueron sometidas a algún tipo de intimidación, hostigamiento, acoso o abuso sexual, que van desde señalamientos obscenos, que las hayan seguido en la calle para intimidarlas sexualmente, que les hayan hecho propuestas de tipo sexual o bien que directamente las hayan manoseado sin su consentimiento o hasta que las hayan violado.
Por su parte, 34.9% de las mujeres que tienen o tuvieron al menos una relación de pareja ya sea de cohabitación por medio del matrimonio o la unión de hecho, o bien alguna relación de pareja o noviazgo sin vivir juntos, ha enfrentado agresiones del esposo o pareja actual o la última a lo largo de su relación.
Asimismo, más de la tercera parte de las mujeres (37.8%) sufrió violencia por parte de algún agresor distinto a la pareja, ya sea en el trabajo, la escuela, algún lugar público, ya sea por compañeros de la escuela o del trabajo, maestros, autoridades o patrones, familiares, conocidos, o extraños en diferentes espacios.
En cuanto a la violencia que experimentaron las mujeres en los 12 meses anteriores a la encuesta, 32 de cada 100 fueron víctimas de algún acto violento, principalmente de tipo emocional, sexual y discriminación en sus centros de trabajo. En el caso de la violencia emocional el perpetrador es principalmente la pareja o ex-pareja última, mientras que la violencia sexual ha sido ejercida por diversos agresores distintos a la pareja.