Hermosillo, Son / Silvia Núñez Esquer (Cimac).- “Las mujeres que se encuentran en puestos de toma de decisiones, como lo son las presidencias municipales fueron disruptivas desde niñas”, aseguró la investigadora y profesora de la Escuela de Psicología de la Universidad de Sonora (Unison), Rocío Arreguín Moreno.
La también secretaria Académica de la Comisión de Género, Diversidad e inclusión social, de la División de Ciencias Sociales de la Unison, participó como ponente invitada en la mesa de debate: “8 de marzo, Día internacional de las mujeres, procesos históricos, avances, retrocesos y agendas pendientes desde una perspectiva interseccional y decolonial”, organizada por la Universidad de Guanajuato, acerca de su investigación sobre mujeres presidentas municipales en Sonora.
El estudio realizado con la participación de 19 de un total de 25 presidentas municipales, quienes ocuparon el puesto en el periodo 2018 a 2021 fue realizado durante el periodo de pandemia por SarsCov-2, factor por el que no todas pudieron participar.
La doctora Arreguín explicó que en el estudio se abordó la problemática para ejercer el poder, pero también las experiencias de vida que dieron lugar a la ruta para llegar a ser la primera mandataria de su municipio, encontrando coincidencias entre las mujeres entrevistadas.
Fueron representantes de municipios tanto grandes como pequeños, cuyas poblaciones van desde 500 habitantes, hasta los que cuentan con más de 100 mil residentes.
Rocío Arreguín comentó en entrevista para Cimacnoticias que su objetivo era conocer las experiencias de las presidentas municipales, ya que le llamaba la atención que fueran tantas las mujeres que habían ganado en el proceso electoral de ese periodo, constituyendo 29 por ciento del total de los ayuntamientos del estado de Sonora.
Fue uno de los periodos en que hubo más alcaldesas, teniendo como principal condición favorable la Ley de paridad electoral, consideró. Su idea era descubrir cuáles eran los elementos que se conjuntaron para que ellas llegaran al poder.
Partía de la hipótesis de que el ser universitarias podría haber sido determinante para la construcción de una trayectoria que las llevó a estar en el puesto de mayor responsabilidad en el municipio, pero no fue así.
Arreguín Moreno cuenta que la escolaridad fue importante, pero hubo más elementos en la niñez que le permitieron entender que el tipo de familia y la disrupción en la niñez fue contundente.
Fueron infancias que, a pesar de proceder de ejidos pertenecientes a municipios pequeños, sin facilidades para cursar altos grados académicos, incluso con dificultad para acceder a la escuela primaria, en condiciones de pobreza, geográficamente separadas del acceso a muchas cosas, entre ellas el conocimiento, aun así, participaban como deportistas.
Las mujeres entrevistadas que se encuentran en un rango de edad desde 27 a 61 años de edad, estuvieron también interesadas en actividades artísticas como el teatro, la oratoria, la gimnasia, el futbol, el básquetbol, es decir, en cosas que permiten entender que el espacio público lo tomaron desde muy pequeñas, sin importarles que tuvieran que desplazarse.
Esto permitió que al llegar a un espacio del tipo que ocuparon como presidentas municipales, les fue cómodo, “con muchas dificultades, pero fue cómodo”, fue un espacio que tomaron como un derecho que venían ejerciendo desde niñas, asegura la investigadora universitaria.
Otra característica que comparten las mujeres entrevistadas que ejercían como alcaldesas, es que son mujeres que rompen reglas. Es por ello que a su charla de hoy le llamó “Mujeres disruptivas”, ya que se identifican con ese calificativo.
Rompen reglas a partir de esas características que tenían desde niñas. Se definen por ejemplo como “aguerridas”, “polvorín”, “no soportaba las injusticias”, “no me daba vergüenza nada”, les gustaba correr, brincar, saltar, subir, bajar, describe.
Arreguín Moreno aludió a autoras como Martha Marina Subirats en su libro: “Forjar un hombre, moldear a una mujer”, que establece los roles que conocemos sobre lo que debemos hacer las niñas y los niños, y estas mujeres expresaban frases como: “nunca me gustaron las barbies”, “nunca aprendí a peinarme”, incluso “no me gusta cocinar”, contrario a lo esperado.
Otra característica disruptiva se identifica en la frase: “Tuve muchos novios, con las debidas precauciones para no quedar embarazada”. Otra coincidencia es que el valor de la sexualidad no la ponían “en la primera vez”, dicho por ellas mismas.
Es por ello que considera que las presidentas entrevistadas para la investigación rompen con el rol asignado desde la niñez con una conciencia superior, con la conciencia de ejercer derechos como cualquier otra persona.
Tener información para crear herramientas para las niñas, y modelos a seguir, es el objetivo de difundir la investigación, sobre todo de las áreas rurales del estado de Sonora. Proveer de elementos para que también tengan espacios en lo público para ocupar más puestos de decisión.
Con los resultados, la autora de la investigación pretende construir elementos para estimular a las niñas a irrumpir en más espacios públicos.
Considera que con el estudio sobre y con la participación de las presidentas municipales queda claro que las artes, el deporte, así como tener espacios de participación de la misma manera que los tienen los niños, por ejemplo, escuelas de deporte que sean mixtas y no solo para niños, forja a las mujeres.
En relación a las violencias experimentadas por las presidentas municipales, reportaron varios tipos de éstas. Fue una parte muy importante de ellas, pues la mayoría refiere que cuando eran candidatas fue cuando recibieron lo más fuerte de la violencia.
Todas comparten las agresiones y violencia en los medios de comunicación, principalmente en redes sociales, donde fue muy fácil violentarlas, denostarlas, cuestionar su capacidad, todo lo que conlleva que una mujer participe en la vida pública.
“Se nos cuestiona mucho sobre si somos mujeres, se pone en duda, como se hacía antes, como las primeras mujeres que participaban en las olimpiadas y todavía en algunas ocasiones en la actualidad, se pone bajo sospecha el cuerpo de las mujeres y se ausculta”, analiza Arreguín.
Así las presidentas municipales cuando participan en lo público, se les agrede. Hay violencia que viene desde partidos políticos opositores, bandas criminales, familia, regularmente el esposo o ex esposo, compañeros o compañeras de trabajo, funcionarias y funcionarios públicos, fuerzas militares, siendo la violencia familiar en la niñez la más sentida.
Otro de los hallazgos fue que a más alto el rango disputado por las mujeres, más atroz puede ser la violencia contra ellas, refirió la académica.
A sus madres a las que valoran como sumisas, las consideraron un referente sobre lo que no querían ser para no repetir el rol de sumisión y en algunos casos de violencia.
Para difundir sus hallazgos, en el mes de junio próximo participará en un coloquio del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, (CLACSO) y tiene compromisos para escribir artículos académicos sobre la investigación.