Enriqueta Burelo Melgar Programa de la Mujer, Consejo Estatal de Población 1984, Fundadora del Departamento de Género, UNACH y fue Secretaria Municipal de la Mujer, Tuxtla Gutiérrez (2015-2018). Se ha desempeñado como articulista y conductora de televisión. Colaboró en el libro Desde mi Piel, un retrato de 20 políticas chiapanecas en el 2015.
Por la Cuarta | Enriqueta Burelo Melgar
Cuando uno piensa en champiñones, setas, Baya bela barida el nombre zapoteco para una especie de hongo, huitlacoche, o trufa una de las especies más caras del mundo y se utiliza a los cerdos para localizarlos. Puedes cocinarlos en forma muy sencilla, simplemente asarlos con aceite de oliva y sal de mar, hasta platillos sofisticados aderezados con un merlot o unas quesadillas de huitlacoche con un tequilita o una cerveza bien helada.
Pero hay también otros hongos, menos famosos, pero que son bastante latosos son los que desarrollan en las paredes húmedas de nuestra vulva y como les gustan esos lugares sensuales y húmedos pues no se quieren ir, se parecen a esas relaciones toxicas que algunas hemos tenido alguna vez en nuestras vidas,
Estos hongos generan picazón, y ardor, pero no ese ardor que provoca la calentura, sino, ese ardor molesto, que hace que quieras remojar tu cola en un baño de agua helado.
Y que me pongo a leer, entre las causas está el sobrepeso o sea las rellenitas tenemos más problemas con los champiñones, y la ropa interior ajustada de nylon o lycra, hay que volver a los calzones matapasiones que usaban las abuelas, todo sea por la salud. En mi caso no encajo ni con la diabetes, ni embarazo, menos los esteroides o infección por VIH, anticonceptivos, ¡malhaya!, si a estas alturas quedo embarazada, sería un milagro.
La ginecóloga me dice: si no te conociera, pensaría que estos hongos que te persiguen son por depresión, yo por dentro «depresión, porque no me puedo comer unos champiñones en escabeche con queso crema y un vinito». Y me comenta muy en su papel: ¿y en estos momentos tienes pareja?, lo que me gusto es que hay un reconocimiento que las de 60 y más tenemos derecho a ejercer nuestra sexualidad, y le tuve que confesar que dado el Covid 19, había tenido que suspender mis vínculos amorosos, no sea que la falta de respiración, me la cause el coronavirus, porque si no, él debe tomar el mismo tratamiento, y yo ingenua, siempre pensé que ellos era los que siempre nos contagiaban, además de enfermedades terroríficas algunas ya de la edad media, como la gonorrea (pero con quién andas chica) o papiloma humano que se puede transformar en cáncer y nosotras de honguitos,
Y aparte de las pastillas, el ovulo, pomada, que me receta Adimod, y que me regaña porque que en la anterior cita no había tomado el tratamiento de vitaminas que me recomendó, se llaman Viplena, en realidad solo tome una caja, me recetó cuatro y estaban carísimas me dolió el codo, estuve a punto de decir que mi pediatra era antivitaminas, cuando estaba en la edad de la punzada, le dije que me recetara vitaminas que porque me sentía cansada, y me dice cansada a tu edad, levántate temprano, haz ejercicio y come bien, solo mi abuelita materna que era muy alcahueta y que poseía una farmacia en Arriaga, me mandaba mis vitaminas que le pedía, hasta el momento no entiendo esa aflicción por tomar vitaminas, cuando no las necesitaba, sería una fijación oral, diría Freud.
Hoy que realmente necesito más que vitaminas, un empujoncito para subir la cuesta de la 4ª, ya no estoy tan convencida de la necesidad y más que nada por el precio que están por las nubes, parezco regia, digo, con lo que cuesta el Adimod me compro tres vestidos en noche nocturna, o me pongo una de pronósticos reservados en cualquier botanero de mi querido Tuxtla.
Dados los precios de las medicinas y esta cosecha de hongos, que estoy a punto de venderlos en un mercado orgánico, dije voy a buscar medicina alternativa, encontré que si el ajo, que baños de asiento con vinagre de manzana, que si tomar yogurt, y ponerte una cataplasma en los labios, si el hongo lo tienes en la uña de los pies, le puedes poner Vick Vaporub, como si tu uñita tuviera gripa.
Y como soy intrépida empecé con una cataplasma de yogurt frio y con estos calores se sintió riquísimo, estuve a punto de ponerle un compuesto casero que es colágeno puro hecho a base de producto de gallina, otro día les contaré, para que mis labios fueran tan sexies como los de Angelina Jolie, lo de Jolie no lo dije de broma, también se usa ácido hialurónico para el relleno estético de labios mayores.
La tragedia fue el ajo, se le ha hecho tanta propaganda al ajo, que dije como hago que penetre hasta mi vagina, como si fuera un matasacate en este caso un matahongos y eliminara todas las setas metidas en mi vagina y que tanta lata dan, macere un ajo y lo puse a congelar, en la noche después de mi regaderazo nocturno para que se me baje la calentura y también porque sudo mucho durante mi caminata, me puse el supositorio de ajo, uy que les cuento me ardió hasta el alma, no les podía decir hasta el coño, como dicen en la madre patria, porque ahí estaba el ajo, dije que hice, luego leí bien, algo así como leer la letrita chiquita de los contratos, que se debe poner externamente, que puede quemar las delicadas paredes de la vagina, resulto un episodio digno de Los Monólogos de la Vagina, me quedé con la duda si me queme mi vagina, si ya no voy a sentir nada, eso me preocupa más que contagiarme del COVID.
Aún no he probado el baño de asiento con vinagre de manzana, dado que tengo un trasero bastante grandecito y ninguno de las vasijas de la casa se acomodó, tengo que comprar una especial, ya les contaré, pero no pierdo la fe en encontrar medicinas alternativas para combatir a los hongos y las infecciones de las vías urinarias,
He leído también, no crean que escribo por escribir que a partir de la menopausia la producción de estrógenos disminuye y también el flujo sanguíneo, como consecuencia de ello las relaciones sexuales se vuelven dolorosas, la atrofia y la sequedad producen picor frecuente y los cambios en la microbiota vaginal favorecen la aparición de infecciones, tanto vaginales como de orina, ya hay remedios para ello, no se preocupen.
Mientras encontramos el remedio casero para nuestra infección, que debe haberlo por ahí escondido no en valde del moho surgió la penicilina, pongámonos nuestro tapaboca que además sirve para aquel refrán que dice «en boca cerrada no entran moscas» ,no entra nada, le podemos sacar partido a los tapabocas cual odaliscas mayas luzcamos nuestos ojazos, le pedimos permiso a las tortugas para tomar unos tragos con popotes, pero de esos reciclables, y seguras en casa, empijamadas rodeadas de libros y de series, disfrutemos ser mujeres, si somos coquetas y nos gusta ligar ahí están las plataformas, pero nada de fotos comprometedores, que no saldrán publicadas en la página central del PlayBoy o en la portada de Interviú, sino en una página donde ni siquiera cobraremos regalías, o si tenemos compañero, a darle que es mole de olla, si quieren ser influencer, este es el mejor momento para que practiquen desde su casa, revisen a las famosas, y a ser famosas, si están como yo con picores de labios mayores y menores, a ponerse mascarillas de yogurt, abajo y arriba, no le pongan miel porque se suben las hormigas y otros bichos,
Y recuerden la vida no es para llevar, es para que se la coman todita….
