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Por la cuarta: Reinventarse por Enriqueta Burelo Melgar


María Enriqueta Burelo Melgar originaria de Chiapas ha sido Coordinadora del Programa de la Mujer, Consejo Estatal de Población 1984, Fundadora del Departamento de Género, UNACH y fue Secretaria Municipal de la Mujer, Tuxtla Gutierrez ( 2015-2018). Se ha desempeñado como articulista y conductora de televisión. Colaboró en el libro Desde mi Piel, un retrato de 20 políticas chiapanecas en el 2015

Por la Cuarta | Enriqueta Burelo Melgar

Desde hace un buen rato, en tiempos de crisis, sale a la luz una palabrita que parece mágica: reinventarse, y también saco de mi librero ese texto, para mí mágico “El Hombre en Busca de Sentido”, que realmente si nos sujetamos al lenguaje inclusivo, pues no me incluye pero se lo perdono a Víctor Frankl, es un texto maravilloso del cual siempre saco algo de provecho. Otras compañeras de la silver age, prefieren leer “Mujeres que Aman Demasiado” o “Porque los hombres aman a las cabronas”, es cuestión de gustos, en ocasiones dude en leer a Corín Tellado o a un clásico griego, se perdona porque estaba de adolescente y vivía oyendo todo el día Muchachita en ingles con Gary Pucket & Union Gap y en español con Roberto Jordán.

La crisis económica provocada por la pandemia del COVID y en mi caso por falta de educación financiera, por estar en el partido equivocado, no me refiero a América vs Cruz Azul, siempre estoy con mi Cruz Azul, y por volver a estar como quinceañera enamorada, he tenido la necesidad de reinventarme a fuercitas. Reinventarse no es cuestión de simplificarse en diagramas, sino un proceso vivencial y experimental amplio donde cuenta mucho la actitud, eso me sonó a fuertes declaraciones.

Pensemos en cuántos de nosotros repetimos los mismos propósitos de año nuevo una y otra vez: dejar de fumar, perder peso, aprender idiomas y así sucesivamente. Además, a muchas personas aplicar constantemente los mismos principios les produce cansancio. Leer los libros de auto superación donde todo parece mágico, se acuerdan de “El Secreto”, bastaba decretarlo y listo, yo compré mi boleto para la rifa del TEC, viví en la casa del TEC, me bañe en la alberca, me senté en sus sillas, pero ni así me gané la casa, soy mujer de poca fe, volveré a leer El Secreto tal vez no lo entendí bien.

Cuando uno se aproxima a un proceso de reinvención con una actitud lúdica y de descubrimiento, el cansancio y la pereza desaparecen. Porque se convierte en una aventura, algo así me está pasando, pareciera un nuevo capítulo de mi vida “De Godínez a Empresaria”, siempre quise tener una cafetería, y en eso estoy, termino muchas veces cansada con ganas de tirar la toalla, pero viene mi amiga Lupita Gallegos, experta en metafísica y me lee las cartas de arcángeles y me dicen vas por buen camino, paciencia, y aquí seguimos.

Por otra parte, siempre quise ser vendedora, y estoy vendiendo, por fin le perdí el miedo, vendo BLEN, unos productos herbolarios que me encantan, pronto venderé perfumes estoy pensando en mi lanzamiento, y quiero incursionar en bienes raíces, pronto estaré vendiendo el Cañón del Sumidero y el edificio Plaza, donde está la cabeza Maya, está muy feo ese edificio casi cayéndose.

Como los y las inventoras, debemos seguir nuestros impulsos, ensayo y error, fracasar y volver a empezar, en la búsqueda de “El Dorado”, el “Santo Grial” o el cofre de oro al final del arcoíris, existió la ilusión y la pasión, eso nos debe guiar en este nuevo encuentro con nosotras mismas, en la ciencia hay un término Serendipity que me suena como aquella palabra mágica de Mary Poppins: supercalifragilisticoespialidoso, que significa los descubrimientos que surgieron en el camino, tal vez en búsqueda de dinero, encuentras el amor, siempre he sido romántica, que cante Astrud Gilberto:

Si pudiera expresarte
Cómo es de inmenso
En el fondo de mi corazón
Mi amor por ti

Y como hoy estoy filosa, perdón, filosofa, termino con este párrafo del poema “Camino a Ítaca”, del poeta griego Konstantino Kavafis, en este proceso de reinvención:

Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Más no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Ítaca te enriquezca.

No tengas miedo de empezar todo de nuevo, tu nueva historia te puede gustar más.

 

 

 



 

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura del VocesFeministas.mx
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