México / Allison Madrid – Mely Arellano (Lado B).- Este 24 de febrero vence el plazo para que el Congreso de Quintana Roo cumpla el compromiso de dictaminar en comisiones la iniciativa para despenalizar el aborto y turnarlo al pleno, con lo que concluiría la toma pacífica que lleva casi 90 días.
El lunes, la sesión de las cinco comisiones unidas que analizarán las dos iniciativas vigentes, una presentada por el diputado José Luis Guillén López (MAS) y la otra por la diputada Ana Ellamin Pamplona Ramírez (PT), no se realizó por falta de quórum; ayer finalmente se concretó la sesión y aunque discutieron el tema no se votó el dictamen.
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En entrevista para LADO B, Yunitzilim Rodríguez Pedraza de Marea Verde QR, explicó que aún no hay claridad de qué iniciativa avanzará, pues mientras la de Guillén es al Código Penal, la de la diputada Pamplona incluye además una reforma constitucional que, de llegar al pleno, necesitaría los votos de dos terceras partes para ser aprobada.
El compromiso del Congreso de dictaminar una iniciativa y que pase al pleno es uno de los diez puntos del pliego petitorio exigido por las colectivas feministas, que mantienen una toma pacífica del recinto legislativo desde el 27 de noviembre.
Lo más cerca
Silvia Chuc Aburto, que forma parte de la Red Feminista Quintanarroense, cree que están más cerca que nunca de la despenalización del aborto, pues aunque Quintana Roo es un estado progresista, que “al ser pueblo turístico tiene muchos ojos en temas de Derechos Humanos y también hay una sociedad civil muy preparada”, hasta ahora no había habido voluntad política.
Aunque, paradójicamente, también considera que el costo político que representa enfrentarse a los grupos de ultraderecha es lo que realmente está frenando el avance en ciertos temas, como la interrupción legal del embarazo. Sin embargo, la situación podría estar a punto de cambiar, gracias al trabajo de cabildeo, político e informativo, que han hecho como Red.
Y, por supuesto, la toma pacífica que han mantenido —pese a haber estado más de 40 días sin luz ni agua— durante ya casi 90 días.
Entre las estrategias que se llevaron a cabo para mantener la toma está la vinculación con diversos organismos nacionales e internacionales como: la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, con Amnistía Internacional, con la Alianza por el Derecho a Decidir, con CONAVIM, ingresaron al Mecanismo Nacional de Protección de Defensores de Derechos Humanos y también pidieron al Gobierno del Estado que les avalara un mecanismo de protección estatal.
Silvia Chuc también asevera que los mismos obstáculos que enfrenta hoy Quintana Roo se replican a lo largo de la República. De hecho sostiene que hay una gran manipulación del discurso por parte de la ultraderecha que, al usar el lenguaje de los Derechos Humanos, reproduce discursos de odio y amedrenta no solo a servidores públicos, sino a todas las mujeres.
“Los antiderechos construyen un discurso que va en contra de los derechos de las mujeres, porque esta parte es muy clara, no lo hacen solo con el derecho a decidir también lo hacen para todos los derechos sexuales y reproductivos”, advierte.
Amedrentaciones y amenazas
A lo largo de la toma de “la Congresa”, las feministas han estado a merced tanto de provocaciones como amenazas por parte de grupos religiosos y anti-derechos. Silvia Chuc destaca la insistencia de un grupo al que tuvieron que denunciar pues estaba convocando a una marcha, donde las iban a provocar físicamente en la explanada del Congreso.
De igual manera, recordó que el día que se firmó el acuerdo -10 de febrero-, un hombre anti-derechos intentó distraer el proceso, amedrentando a los diputados y gritando consignas peyorativas en el evento.
En otra ocasión, grupos anti-derechos organizaron una marcha que llegó hasta el Congreso donde intentaron entrar por la fuerza.
Como respuesta a todo esto, “nosotras hemos tomado una postura de no confrontación, no nos interesa pelearnos con antiderechos, no nos interesa agredirlos, no nos interesa caminar hacia allá. Mejor caminar hacia una progresividad de los Derechos Humanos y no caer en discursos de odio ni confrontaciones porque es muy desgastante”.
