A dos años del feminicidio de Diana Velázquez Florencio, familiares, amigos y madres de otras mujeres asesinadas en alcaldías y municipios del Valle de México, marcharon por calles de esta localidad para exigir justicia para la joven, quien tenía 24 años de edad.
También protestaron para denunciar la indolencia, omisión y abuso de las autoridades y aseguraron que la inacción ha sido factor determinante para que los delitos sigan en aumento.
Lidia Florencio Guerrero, madre de Diana, tuvo el apoyo de Irinea Buendía Cortés, madre de Mariana Lima Buendía; de Silvia Vargas Velasco, progenitora de María Fernanda Catalina Rico y también de Araceli Osorio Martínez, madre de Lesvy Berlín Rivera Osorio.
Poco después del mediodía de este domingo, un centenar de personas, entre ellas las integrantes del colectivo #VivasNosQueremosNeza, se concentraron a las puertas del palacio municipal de Chimalhuacán.
Lidia Florencio tomó el micrófono y recordó como, en dos años, su dignidad ha sido pisoteada en la búsqueda de justicia para su hija Diana.
“Estamos aquí en un municipio indolente, corrupto e injusto”. Recordó que en julio de 2017 cuando asesinaron a su hija la entonces alcaldesa Rosalba Pineda Ramírez, no se pronunció por el feminicidio de su hija.
“Estamos hartos del silencio y la omisión de las autoridades” de los tres niveles de gobierno.
Aseguró que el Estado, quiere maquillar los feminicidios pintando inmuebles y al transporte público de rosa. “Pintar a México de rosa, no nos da una vida libre de violencia”, señaló.
Aseguró que en 2017 asesinaban a siete mujeres. Hoy, dos años después, diez mujeres son asesinadas en el país.
Al presidente Andrés Manuel López Obrador le exigió que es momento de dar soluciones ante la ola creciente de feminicidios y de desapariciones de mujeres en México.
Al pie de las escalinatas del jardín municipal, Silvia Vargas Velasco madre de María Fernanda Catalina Rico Vargas, quien tenía 25 años de edad, tomó el micrófono para denunciar que lleva cinco años y no se le ha hecho justicia.
“Yo soy madre en resistencia, porque llevo cinco años de resistir las omisiones de las autoridades y de la propia sociedad” que se ha mostrado indolente y tacha de locas a las madres de las víctimas de feminicidio, quienes se mantienen en la calle exigiendo justicia.
Fuente: René Ramón / La Jornada