Ciudad de México / Edith González Cruz.- Diseñar políticas en favor del cuidado de niñas y niños en la primera infancia es esencial no solo para la salud de los infantes en si, sino para las mujeres que son sus principales cuidadoras. Del 96 por ciento de las mujeres cuidadoras, según la ENASIC, el 39.1 por ciento señaló vivir cansada, el 31.7 con sueño, el 22.7 con irratibilidad, el 16.3 depresión y en algunos casos todos los padecimientos anteriores.
Al respecto, el Diccionario de los cuidados: un enfoque universal e influyente, elaborado en el 2021 por Oxfam y la Red de Cuidados en México identifica 28 conceptos sobre el tema de cuidados. Uno de ellos es el de las “cuidadoras quemadas” por su complicada labor que, en la mayoría de los casos, la hacen solas, sin apoyo de familiares, Estado ni el mercado.
Y como muestra un botón: el análisis Presupuesto y Derechos de las mujeres, en el sexenio de la Cuarta Transformación, elaborado por Engenera A.C., hace un conteo sobre las disminuciones presupuestales en programas sustantivos para las mujeres. El análisis señala que, si bien, no se trata de eliminar o competir con las ayudas sociales, lo que se busca es incorporarlas en las partidas presupuestales en las que realmente corresponden y fortalecer de manera efectiva y con recursos económicos suficientes los programas y las políticas que buscan la igualdad de oportunidades, la reducción de las brechas de género, además de la no discriminación y la erradicación de la violencia hacia las mujeres”.
La desigualdad de género en el tema de los cuidados impide a las mujeres desarrollar libremente su potencial laboral, académico o social. Cifras de la primera edición de la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC, 2023) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), señalan que las horas dedicadas a labores de cuidados son de 38.9 horas en el caso de las mujeres, frente a 30.6 en los hombres.
De las 19.5 millones de mujeres cuidadoras, el 96 por ciento se dedican al cuidado de niñas y niños menores de 6 años, es decir, en la primera infancia, mientras que en términos de empleo, son 7 millones de mujeres que, a pesar de querer, no pueden ingresar al mercado laboral por sus actividades de cuidados del hogar.
La primera infancia es considerada la etapa más importante de la vida de las personas, es cuando se desarrolla el 90 por ciento del cerebro y se establecen las conexiones neuronales (sinapsis) necesarias para la vida física, cognitiva y emocional, por ello se deben diseñar políticas públicas y asignar presupuestos suficientes que garanticen el pleno ejercicio de los derechos de los infantes para su óptimo desarrollo en paz, justicia, salud, educación, alimentación, seguridad, entre otros.
En este sentido, ayer jueves se inauguró la 4ª Semana Nacional de Inversión en Primera Infancia 2023, foro en el que la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Marcela Guerra, hizo un llamado para etiquetar presupuesto para garantizar derechos de niñas, niños y adolescentes.
“Este foro busca generar espacios de diálogo para construir un presupuesto para la niñez y la adolescencia en el marco de la discusión del Paquete Económico de 2024, porque el presupuesto no solo se debe discutir, sino etiquetar para garantizar la protección de los derechos de niñas y niños”, señaló la diputada.
En México viven más de 2 millones de niñas y niños menores de 6 años y, al menos, la mitad de ellos en condiciones muy malas. La primera infancia es el grupo poblacional que enfrenta mayores niveles de pobreza, señaló Aranzazú Alonso, coordinadora general del colectivo Pacto por la Primera Infancia, A.C.
“El Estado no ha asumido plenamente la responsabilidad de acompañarlos en los cuidados, salud, protección y crianza; en la actualidad, un programa de transferencias a adultos mayores tiene el doble de recursos que todos los de la primera infancia. Por ello, es necesario invertir en programas de calidad para la primera infancia, lo que abonaría a la salud, a tener una sociedad en paz y solidaria, así como una mejor fuerza de trabajo”, enfatizó.
Para los expertos, es necesario crear infraestructura suficiente para dar apoyo a madres trabajadoras que tienen hijas e hijos, crear zonas para la lactancia materna, además de apoyo para la educación inicial, como son las guarderías, entre otros servicios necesarios que garantizan calidad de vida para infantes y sus familias.
De acuerdo con datos de Pacto por la Primera Infancia, si bien, la pobreza en primera infancia disminuyó en 2022, al pasar de 52.3 por ciento en 2018 al 48.1, también es cierto que lo hizo en una menor proporción que el total de la población, pues mientras ésta lo hizo en 5.6 puntos porcentuales, para la primera infancia fue únicamente en 4.4 por ciento. Cifras que confirman que pertenecer a la primera infancia es ser más vulnerable a la pobreza y agudiza la desigualdad. Aunque el presupuesto para la infancia se incrementó un 11 por ciento con respecto a 2022, pasando de 18 mil 911 millones a 190 mil 500 millones de pesos en el proyecto de egresos 2024, los expertos en la materia esperan una mayor inversión a razón de que México deje de ser de los países que menos invierten en niñas y niños de entre 0 y 5 años, con apenas el 0.6 por ciento del PIB, para alcanzar un 1.5 por ciento en el 2030.
Casi una década con la nueva ley
La Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (LGDNNA) surgió en el 2014 y en ella se establece un nuevo marco legal para garantizar sus derechos del cual emana el Programa Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (PRONAPINNA).
A la fecha, existen dos instrumento jurídicos para garantizar los derechos de la niñez y adolescencia: el Anexo 18 del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) y el PRONAPINNA, sin embargo el primero no tiene correspondencia con los propósitos, objetivos, estrategias y acciones del citado Programa.
Datos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) A.C. señalan que 8.2 millones de niñas y niños no asisten a programas de educación inicial y preescolar. En cuanto a asignaciones presupuestales en salud y protección social, éstas se han reducido desde el 2018. En términos reales, en salud hay una reducción del 40 por ciento y en protección social del 49.
La 4ª Semana Nacional de Inversión en Primera Infancia 2023, es organizada por el Pacto por la Primera Infancia, la Comisión de Derechos de la Niñez y la Adolescencia de la Cámara de Diputados, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) A.C. y el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes.
Cabe recordar que a principios de año, en febrero, se realizó en la Cámara de Diputados, el 1er Encuentro Legislativo de Alto Nivel para la Primera Infancia 2023. En aquel entonces, la presidenta de la Comisión de Derechos de la Niñez y Adolescencia, la diputada Ana Lilia Herrera Anzaldo (PRI), cuestionó cómo era posible que “en pleno Siglo XXI se haya dejado de dar recursos a Liconsa y cómo, después de una pandemia, en México se está recortando más de 53 % de recursos para vacunación”.
Tanto las organizaciones civiles, como representantes de las cámaras de diputados y senadores, buscan que hacer valer el artículo 4º de la Constitución Política sobre la obligación del Estado de velar por el interés superior de la niñez, que implica que todas las autoridades, en los tres órdenes de gobierno y en todos los ámbitos, pongan a la niñez en el centro.