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El derecho político de las mujeres blanco de violencia en Chiapas

Kyra Núñez de León, tuxtleca de nacimiento, es licenciada en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM con maestría en Relaciones Internacionales por la Universidad de Ginebra. Trabajó de corresponsal en el extranjero para medios nacionales como La Jornada, regresando a Chiapas en 2015 donde hace periodismo en El Sol de Chiapas y en medios informativos feministas. Escritora, tiene varios títulos publicados, como Mujeres en Vietnam, Jerigonza y el más reciente Rostros y Rastros de una Leyenda: Gertrude Duby Blom. Es Medalla Rosario Castellanos 2012. Actualmente es Consejera Consultiva 2018-2022 del Instituto Nacional de las Mujeres.


Kyra Núñez de León | Kyra
Consejera Consultiva – INMUJERES

El derecho político de las mujeres blanco de violencia en Chiapas

Chiapas entra al tercer mes de actos reprobables en contra del derecho político de las mujeres en municipalidades indígenas. Los acontecimientos públicos en ocurrencia en Chalchihuitán, Aldama, Huixtán, Chanal, Santiago el Pinar, Mitontic, Ixtapa, Bochil, Tecpatán y Bejucal de Ocampo revelan un camino largo y lleno de precipicios en pos del logro de la paridad en todos los rubros de la sociedad mexicana, tanto debido a la mano dura del patriarcado y del cacicazgo como por prácticas de clanes en partidos políticos.

Como Consejera Consultiva del Instituto Nacional de las Mujeres, representando al estado de Chiapas, no puedo silenciar mi palpable inquietud ante el hecho de que las alcaldesas, síndicas y regidoras en cuando menos doce municipios de los 33 en que mujeres fueron electas, sean blanco de violencia política por razones de género y de violencia contra la mujer. Más lamentable aún porque tales actos son ilegales por la Constitución Política del Estado de Chiapas y la Ley de Desarrollo Constitucional para el Estado de Chiapas; además existe la Secretaría de la mujer, fiscalías e instituciones electorales (SIGEM, TEPJF, TEECH, INE, IEPC), el Congreso estatal y hasta un Observatorio para la Participación Política de las Mujeres que, por sus funciones, deben contener las reprobables acciones de los actores causales de los conflictos que hemos estado vivenciando en contra de 33 mujeres en municipios urbanos e indígenas.

Chiapas ha sido un líder en la promoción de los derechos políticos para sus ciudadanas -primer estado, en 1952, en liderar y ejercer en 1953, el sufragio femenino y este 2019 el primero en aprobar el dictamen federal a favor de la paridad total de géneros en todos los ámbitos gubernamentales- así ¿cómo es posible que actos penados por ley sigan ocurriendo, permitiéndose y además sin ser investigados o sea, en impunidad?

Me queda claro que ocurren por el uso de las mujeres en política, por la simulación de su participación en puestos de decisión municipal, por el recalcitrante patriarcado, por el cacicazgo familiar en municipios y el poder de los clanes en los partidos políticos. Es el esquema propio de una sociedad bajo dominación colonial pero inaceptable en una democracia.

Inquietante situación que tiene sin duda un trasfondo tenebroso: impulsar el temor entre las mujeres que quieren ingresar en política para cambiar el machismo cupular; disuadir a las mujeres, sobre todo en las municipalidades indígenas, de ser electas en la función pública porque pueden sufrir el mismo trato; mantener el status quo del patriarcado social y político; y seguir forzándolas a la simulación aceptando puestos para dar la cara mientras que los hombres son los que llevan “las faldas” del poder.

Grave aún, el que la violencia contra las políticas en Chiapas se extienda con el mismo velo de ilegalidad y de impunidad en otros municipios indígenas del país en los estados de Hidalgo, Veracruz, San Luis Potosí, Yucatán, Guerrero, Oaxaca, Puebla y Quintana Roo.

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