Ciudad de México / La Jornada.– De agosto de 2016 a junio de 2019 se presentaron 921 quejas y denuncias por violencia de género en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de acuerdo con la Oficina de la Abogacía General de la institución.
La De las víctimas, 97 por ciento son mujeres y 96 por ciento de los agresores denunciados son hombres, lo que retrata que la violencia de género en la UNAM es ejercida en contra de las mujeres principalmente.
Las cifras oficiales indican que más de cinco de cada 10 de los procedimientos iniciados en 2019 en contra de los denunciados concluyeron con una sanción, pero estudiantes y activistas han señalado esta semana que la violencia de género es constante y que la respuesta de las autoridades universitarias ha sido insuficiente.
Los tipos de violencia de género que se presentan con mayor frecuencia son: sexual (70.9 por ciento de los casos denunciados), sicológica (43.8 por ciento) y física (23.2 porciento), seguidas por acoso (11.7 por ciento) y violencia patrimonial (8 por ciento), según el informe anual de la implementación del Protocolo para la Atención de Casos de Violencia de Género en la UNAM.
De cada 10 denuncias, ocho son interpuestas por estudiantes. Y de cada 100 presuntos agresores, 44 son alumnos, 22 son académicos y 17 son del personal administrativo. Las personas externas a la institución acusadas de ejercer violencia de género representan 4.9 por ciento de los casos denunciados, y las no identificadas 5.2 por ciento.
Tras analizar las denuncias, la UNAM inició procedimientos en contra de 335 de los 385 presuntos agresores reportados en el último año. Hasta junio, 178 de esos procedimientos (53 por ciento), concluyeron con una sanción, según el informe.
Socorro Damián, ex abogada de la Unidad de Atención contra la Violencia de Género de la Facultad de Filosofía y Letras, señala que ha habido una «falta de diligencia» en la resolución de los casos de violencia de género en la institución.
En un pronunciamiento que fue leído esta semana en las asambleas estudiantiles celebradas en esa facultad –en paro desde el lunes–, indicó que la violencia de género es un problema estructural que no se resolverá «si no se modifican las estructuras que permiten la discriminación sistemática de las mujeres».
Amenazas en CU
Hace unas semanas, de acuerdo con estudiantes, en un baño de la Facultad de Ingeniería alguien pintó: “Campaña: Viola a una feminazi. Si ves a una mujer en estos baños, viólala, ella se lo buscó”. Y esta semana, luego de las manifestaciones feministas en Ciudad Universitaria, circuló un volante en el que una presunta organización de alumnos advertía a las estudiantes que si regresan a Ingeniería «les pondremos un bombardeo y una madriza que van a quedar hechas mierda».
Mientras algunos ponen en duda que esas amenazas puedan materializarse, las estudiantes feministas responsabilizan a las autoridades universitarias y a los estudiantes de cualquier agresión que lleguen a sufrir en las manifestaciones que realizarán próximamente.
Este fin de semana, asambleas separatistas (exclusivas de mujeres) mantienen tomadas las instalaciones de las facultades de Filosofía y Letras y de Ciencias Políticas y Sociales. En ambas demandan la resolución de todas las denuncias por acoso y violencia de género que han sido presentadas por integrantes de la comunidad universitaria. Acusan a las autoridades de falta de empatía con las víctimas y de no atender las quejas.
Las autoridades han señalado que han atendido las denuncias conforme a lo que señala la legislación. Ambas partes han llamado a dialogar, pero no han conseguido acordar las condiciones para concretar un acercamiento y solucionar el problema.