Postdoctorantes indígenas vuelven los ojos a la comunidad
Miriam Ruiz Mendoza (SEM México).- Quizá la principal diferencia entre las científicas indígenas con otras mujeres en la ciencia sea su compromiso con su comunidad de origen. Así los sostienen algunas de las fundadoras de la Red de Conocimiento STEM para las investigadoras indígenas.
“Lo parecido son los ámbitos del conocimiento que pueden abordar una científica indígena y otra no indígena. La diferencia es para qué lo haces; no quiero decir que no sea trascendente para una científica no indígena, pero adicionalmente es cómo aplicar ese conocimiento en su comunidad y otras más amplias”, dijo la Dra. Felicia Moo Koh, investigadora del Centro de Investigación Científica en Yucatán A.C. (CICY).
La doctora Moo Koh, de origen maya, fue una de 12 participantes en el Primer Foro Anual de Posdoctorantes Indígenas en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), parte de un proyecto que busca acompañar y dar más oportunidades a mujeres indígenas en esas áreas del conocimiento. Y es integrante de la Red de Conocimiento para las postdoctorantes.
“En lo personal, podría decir una científica no indígena se va a ir más al conocimiento básico y no se lo va a llevar a la comunidad. Una científica indígena va a querer ayudar a la comunidad de donde salió, sostiene la doctora Moo.
Entre muchas de las becarias, “los temas son enfocados hacia lo sustentable, lo que incluye el mantenimiento y conservación”, en similitud con la cosmovisión indígena y son multidisciplinarias, aseveró la científica maya. Un objetivo de la Red y las reuniones es discutir cómo se complementa “todo lo que es científico a lo indígena, no quedar divididos, sino trabajar en conjunto”.
Ella considera que las divisiones entre conocimientos de la ciencia actual y los conocimientos indígenas se han mantenido por desconocimiento.
Las integrantes del grupo, con muy diversas disciplinas, “están concentradas en el desarrollo sustentable y el medio ambiente. Aunque hay (mujeres indígenas) en otros campos, sí se concentran allí y tiene que ver con su diagnóstico de las necesidades más inmediatas de las comunidades. Es una muestra pequeña para concluir, pero es una tendencia”, asevera por su parte la doctora Antonieta Gallart, coordinadora del programa de Postdoctorantes indígenas desde el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS).
Por la naturaleza de sus investigaciones, se apoyan los proyectos comunitarios de que este grupo de investigadoras. Así lo hace la doctora Nancy Guadalupe González Canche, también de origen maya, para aprovechar energías termosolares en comunidades indígenas “partiendo del punto que sean elaborados realmente con recursos de la comunidad; que la reparación de estos dispositivos pueda ser realizados allí, explica la doctora González Canche. Si vas formando a alguien que lo pueda reparar los problemas se solucionan allí mismo.
Sobre el programa de Postdoctorantes indígenas STEM asegura: “Me siento honrada al programa, es un programa totalmente diferente de una estancia postdoctoral convencional”.
UN PROGRAMA ÚNICO EN EL MUNDO PARA INVESTIGADORAS INDÍGENAS
Con el propósito de impulsar las aptitudes científicas entre postdoctorantes de la étnica maya, otomí, tzeltal, mazateca, mixteca, mam y zapoteca, se generó este programa impulsado desde el CIESAS en conjunto con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y el International Development Research Centre (IDRC) de Canadá.
Este programa es por su diseño único en el mundo dijo en entrevista Mathew Wallace, oficial de programas del Fondo para la Innovación de IDRC, instancia que aporta recursos para proyectos comunitarios, mayor investigación, publicación e intercambio.
En esta ronda participa una docena en el Programa Estancias Posdoctorales para Mujeres Mexicanas Indígenas en Ciencia, Tecnología, Ingenierías y Matemáticas, el cual tendrá una duración de cinco años (2018-2022), en donde las becarias desarrollarán sus proyectos en materias que incluyen Biología y Química; Ciencias Agropecuarias y Biotecnología; Ingeniería y Tecnología, entre otras.
Comparte de sus objetivos es trabajar en una Red de Conocimientos que próximamente involucrará también a investigadoras indígenas de Guatemala y darle continuidad al proyecto. “Estamos aprovechando el interés y el financiamiento de IDRC y ver cómo se puede seguir con Conacyt”, concluyó.