Ciudad de México / Edith González Cruz.- Los hombres que van de chulos por la vida, con actitudes machistas, muy orgullosos de su condición masculina, ya se pueden encontrar en el Diccionario de la Lengua Española bajo el término de ‘Machirulo’.
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Como cada año, la Real Academia de la Lengua Española (RAE) presentó la actualización del Diccionario de la Lengua Española, que en esta version 23.7, incorpora 4 mil 381 nuevos términos, acepciones, enmiendas a artículos y supresiones. Entre ellas ‘machirulo’ término para nombrar a aquella persona, especialmente un hombre, que exhibe una actitud machista.
“Su origen es incierto, aunque podría tratarse de un acrónimo a partir de macho y chulo o de macho y pirulo. De hecho, el significado que suele dársele en el ámbito feminista es el de ‘hombre machista’, en ocasiones asociado a quien hace gala de esa condición”, señala la Fundación del Español Urgente (Fundeú).
Hasta la semana pasada, la palabra ‘machirulo’ no aparecía en ningún diccionario académico ni de uso coloquial, posiblemente por ser un término despectivo.
En el ensayo “Típico de machirulos”, las expertas en género Marina Mariasch y Celeste Abrevaya, identifican algunas actitudes propias de estas personas como:
“En lenguaje feminista, machirulo es el que te dice que a todas las mujeres les gusta que les miren el culo; el que le festeja las trampas al amigo, pero cuidado con la mujer y la hija; el que dice que ni machistas ni feministas, que somos todos iguales y la que quiere un lugar que se lo gane; que hay cosas como la casa y los hijos sobre los que la mujer sabe más; el que adula a la mujer diciéndole ‘La mujer es lo más grande que hay’”, esa es la máxima expresión de un machirulo, señalan.
En lo que corresponde a su ideología, los machirulos también viven en una constante contradicción: les parece bien que las mujeres luchen para que no las maten, pero creen que a las feministas se les está yendo un poco la mano, ya no se les puede decir nada. Además, afirman, ‘los varones también sufren violencia’, y ‘existen muchas denuncias falsas de mujeres despechadas que solo quieren sacarle plata al ex’. Este tipo de personajes abusan de sus privilegios de hombre para ningunear e incluso dar cátedra de cómo tenemos que ser las mujeres.
La lucha por los sentidos, es la lucha por el poder
Marina Mariasch es docente universitaria, activista de género, autora de ¿El futuro es feminista? Y es parte del equipo de Latfem noticias; mientras que Celeste Abrevaya, es especialista en Políticas del Cuidado con perspectiva de género por CLACSO y Diplomada en Género y Movimientos feministas (FFyL), ambas, desde su formación crítica de las sociedades, afirman que este término expone las transformaciones de un feminismo pujante.
“El lenguaje mismo entendido como estructura social porosa es susceptible a la contingencia. Es precisamente a través de esos poros que se hace la historia, las luchas populares, la cultura, las transformaciones. El feminismo, como movimiento eminentemente transgresor, fue más allá de las desigualdades sociales y económicas más visibles para meterse de lleno a combatir esas bases en apariencia perennes”.
“Entre la idea de una estructura del lenguaje absolutamente inconmovible y la ausencia de esa estructura, se mete la política, entendida como la lucha por los sentidos que es, en definitiva, una lucha por el poder. Ahí es donde emerge lo nuevo, donde los sentidos cambian, mutan”, concluyen
Otras palabras nuevas
Otros nuevos términos en el campo de la sexualidad son ‘no binario’, ‘disforia de género’ y ‘sexting’. El primero se refiere a una persona que no percibe su identidad de género en términos binarios de hombre o mujer. Disforia de género es la angustia o malestar persistente en una persona causados por la falta de correspondencia entre su sexo biológico y su identidad de género, mientras que sexting es el envío o intercambio de imágenes o mensajes de texto con un contenido sexual explícito a través de un dispositivo electrónico.
Entre las nuevas palabras que se suman al diccionario están: big data, regañá, alien, masa madre, perreo, VAR (acrónimo de videoarbitraje), chundachunda, descarbonizar, pobreza energética y huella ecológica.
Otras novedades son: al término ‘tóxico’ se le incorporó la acepción como influencia nociva o perniciosa sobre alguien; y ‘posturear’, verbo nacido de postureo, sustantivo que ya estaba en el Diccionario.
Se agregan numerosas voces relacionadas con internet y redes sociales como ‘pixelear’ (con sus derivados, pixelación y pixelado), que es “alterar una imagen, haciendo que se vea en píxeles grandes poco nítidos; ‘banner’ y ‘cookie’.
En años anteriores se han sumado los términos: micromachismo (2022), ciberacoso, poliamor, transgénero, cisgénero o pansexualidad (2021) y sororidad (2018).
