México.- El lenguaje incluyente llegó al gobierno federal desde principios del mes de febrero Todas las personas con algún empleo, cargo o comisión en el gobierno o empresas productivas del Estado están obligadas a utilizar un «lenguaje incluyente» en todos los ámbitos de sus atribuciones y competencias.
Así quedó establecido en el nuevo «Código de Ética de las personas servidoras públicas del gobierno federal», publicado en el Diario Oficial de la Federación.
Las personas servidoras públicas emplearán lenguaje incluyente en todas sus comunicaciones institucionales con la finalidad de visibilizar a ambos sexos, eliminar el lenguaje discriminatorio basado en cualquier estereotipo de género, y fomentar una cultura igualitaria e incluyente».Código de Ética de las Personas Servidoras Públicas del Gobierno Federal
Bajo la premisa de que el lenguaje «es una expresión de nuestro pensamiento, un reflejo de los usos y costumbres de una sociedad y cultura», de acuerdo con la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres, el propósito de esta nueva política es lograr la «institucionalización de la perspectiva de género en el servicio público».
El Código de Ética señala que todos los funcionarios y funcionarias deben «promover la igualdad entre mujeres y hombres y respetarán la identidad y orientación sexual» de las personas.
«Las personas servidoras públicas observarán un comportamiento digno, y evitarán realizar cualquier conducta que constituya una violación a los derechos humanos, con el objeto de generar ambientes laborales seguros que privilegien el respeto de las personas», agrega el Código de Ética emitido por la Secretaría de la Función Pública este 5 de febrero.
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¿Cuál es la importancia del lenguaje incluyente?
De acuerdo con la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres, el lenguaje incluyente establece nuevas reglas que se adaptan a una sociedad igualitaria y fomentan una cultura de respeto y la no violencia hacia las mujeres.
En el caso contrario, el lenguaje sexista o excluyente ha reforzado la idea errónea de que las mujeres tienen un papel de inferioridad o subordinación con respecto al hombre.
Fuente: Huffingtonpost
