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Por la Cuarta: “Las canas son de ganas” por Enriqueta Burelo Melgar

María Enriqueta Burelo Melgar originaria de Chiapas ha sido Coordinadora del Programa de la Mujer, Consejo Estatal de Población 1984, Fundadora del Departamento de Género, UNACH y fue Secretaria Municipal de la Mujer, Tuxtla Gutierrez ( 2015-2018). Se ha desempeñado como articulista y conductora de televisión. Colaboró en el libro Desde mi Piel, un retrato de 20 políticas chiapanecas en el 2015


Por la Cuarta | Enriqueta Burelo Melgar

 

Hoy recordé una frase que le gustaba repetir a  una querida amiga: “Las canas son de ganas”  y se la decía con frecuencia a los caballeros, en ese tono picaresco  y de doble sentido al que somos muy afectos en México.

Mi amiga Vanny del meritito Jitotol, me recordó también, un frase muy citada por las abuelas: “las canas son envanas, las arrugas son seguras”. Y  me entró la curiosidad de saber qué opinan las mujeres de las canas, les gustan no les gustan, cómo se sienten con ellas. Lance en varios chats la pregunta ¿si les gustaban las canas?, ¿si se las dejarían? y hubo de todo; déjenme contarles hasta salió a relucir que las canas eran parte de la 4ª transformación por aquello del cabecita de algodón y el tema se fue hasta la intimidad. Si los vellos púbicos se vuelven canosos, una amiga dijo que sí, que ya tenía varios vellitos canosos en su panocha, pero como tenía el depilado brasileño no se notaban mucho. ‘Panocha’, así llamamos las chiapanecas a nuestra cosita, nuestra vagina, debemos enviar este nombre para que lo incluyan en Los Monólogos de la Vagina y patentarlo de origen, no nos lo vayan a robar e las Europas.

Me encanta  CA, ella siempre presta para opinar: -Me empezaron a salir en el embarazo y como no me pinté el cabello hasta los 8 meses con tinte sin amoniaco, me desespere ver tantas canas saliendo… Digo además era signo que ya estaba pisando el 4to piso, después por la lactancia tampoco me pinte el cabello, hasta dos años después, ya con un montón de mechas color cenizo para disimularlas. Pero como sale algo cariñoso pues tampoco es que me las hago frecuente ni voy a los retoques de crecimiento. Pero bueno, hay veces que me quiero poner un tinte así cenizo todo como está la moda ahora, pero creo que  aún  tengo mucho cabello obscuro, así que sería el mismo problema ir a las decoloraciones frecuentes y la paga es lo que no hay pa tanto jaja-.

LG, quien tiene un bello spa con clases de yoga y otras actividades destinadas al desarrollo espiritual, considera que las canas te suavizan las líneas de expresión, son hermosas cuando se ven como hilos de plata, al mismo tiempo considera que es un momento de transición ni tan sencillo en dejar fluir, que aparezcan y ya.

Liliana Bellato, señala que dejar visibles sus canas es un ejercicio de aceptación, de disputa interna, de decir me gusto y a veces decir no me gusto y en este proceso me encuentro. Así que así me verán por un rato mostrando esa disputa interna hasta que por fin tenga aceptación plena para mí, conmigo y decir finalmente ¡me gusto así!.

J, una mujer joven que ronda  la década de los treinta y tantos, opina sobre las canas, las pocas que ya se han hecho notar, dice que a ella le gustan que le recuerdan que ha vivido intensamente, cada cana una historia, apunta otra. B otra mujer joven dice yo quiero canas pero antes de disfrutarlas, seré rubia por aquello de que “los caballeros las prefieren rubias”.

Cuando a las mujeres no dan cuerda, mientras se discute de las canas, como han pasado los años,  y los años que nos quedan por vivir, V que va en su segundo embarazo, dice -de repente, esta niña, porque será niña, me ha  quitado la pasión, se habla de las tostadas de pata, y de echar pata también y que si en las Tortas Lola, hay unos tacos de suadero y de moronga buenísimos, recetas para que te crezca el pelo, bueno una charla multifacética, mientras se habla de que las canas, son de ganas.

En otro chat hasta subieron una foto, con nuestra amiga R, luciendo un corte de cabello maravilloso y unas canas que le lucen de a 100, CR se pone poética y exclama son polvos del camino se ven bonitas yo estoy a punto dejármelas ya, K indica que son una liberación y que las adora, mientras que L afirma, me resisto a dejármelas.

El tema de las canas es polémico, me gustan pero no en mi cabeza, no y por pura vanidad, finalmente son sinónimos que nos acercamos a las 3 o 4T y nos pesa, aun cuando hay personas que desde muy jóvenes, tienen el cabello cubierto de canas. Los médicos afirman que un nivel bajo de vitamina B12 puede provocar despigmentación en el pelo. Asimismo, la escasez de ácido pantoténico (vitamina B5) hace que se ponga el pelo gris.

Hay dos formas de envejecer. Por una parte, está la gente que valora sus canas como una muestra de envejecimiento digno y, por otra, la gente que vive con miedo a los espejos, con miedo a despertarse un día y parecerse a Cruella de Vil.

Y con motivo de las canas, volví a repasar la letra de la canción “Hilos de Plata”, y le encontré un nuevo significado, en ella se habla de que cuando aparezcan ‘os hilos de plata en tu juventud, entonces nadie podrá robarme tu cariño, ni tus locuras han de volverme atormentar, de seguro el pretendiente es una persona mayor y les da a las canas a las que llama metafóricamente “hilos de plata”, el significado de madurez, así que su amada ya con canas, no hará locuras propias de la juventud y la tendrá segura, invito a quienes lean esta columna a releer la letra de la canción y me comparten su opinión.

Termino con este fragmento de un poema de Mario Benedetti: “…

Casi todos mis cabellos y poquísimas canas
puedo hacer y deshacer el amor
trepar una escalera de dos en dos
y correr cuarenta metros detrás del ómnibus.”

Espero que un día no digan que las canas son de ganas por lo que dejaron de hacer, sino, que cada cana es una aventura vivida gozosamente.

 

 

 

 

 

 

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