Masta Quba, la cantante MarieV y la poetisa Cynthia Franco formaron Rapquimia con el pretexto de hacer un taller de rap feminista, pero con la intención de empoderar a las mujeres desde la libertad.
Inés Amarelo (EFE).- Rapquimia es la unión de tres cantantes mexicanas de distintas disciplinas relacionadas con la palabra a través de la cual, desde hace casi tres años, buscan salvar a mujeres usando su voz para llegar a la liberación con la expresión de sí mismas.
“El resultado que buscamos no es triunfar e irnos de gira, es salvarnos. Que existan cada vez más chicas con esta liberación de la palabra. Tienen cosas que decir pero hace falta el empujón, no de cómo hacerlo, sino de que te digan que tu historia es importante”, explicó este martes a Efe la rapera Masta Quba.
Masta Quba, la cantante MarieV y la poetisa Cynthia Franco formaron Rapquimia con el pretexto de hacer un taller de rap feminista, pero con la intención de empoderar a las mujeres desde la libertad.
“Que existan cada vez más chicas con esta liberación de la palabra”
Cuando en 2018 empezaron a dar el taller en varios de los Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (PILARES) de Ciudad de México, descubrieron que la tarea que les había sido encomendada podría ser mucho más grande de lo que creían y decidieron expandir la actividad.
“Empezamos a movernos de manera independiente cuando nos dimos cuenta de que en el taller pasaba algo mucho más grande que nosotras mismas: las chicas tenían mucho que expresar y decir desde lugares como la herida o la rabia”, explicó MarieV.
Entonces también fueron modificando el enfoque y utilizaron el hilo del rap para darle voz a las mujeres y que con esto pudieran obtener resultados ajustados a cada una de ellas.
“El taller se vuelve también un experimento, un laboratorio. Ellas nos enseñan a nosotras”, explicó Franco.
Y mientras ayudan a otras mujeres a conocerse y a expresarse, también hay aprendizaje para las maestras.
Franco consideró que aprendió con sus compañeras a mezclarse y a acercarse al trabajo multidisciplinario: “desde el cuerpo, darle lo rítmico a lo poético”.
Por su parte, MarieV explicó que le emociona compartir con las alumnas lo que ella vivió cuando se acercó al rap.
“Yo estudié música y en el momento que me dieron esa llave (el rap), vi ese espacio seguro en el que expresarme en mi completa libertad. Es un privilegio tener este espacio donde llorar, escribir, reír, sanar, aullar, des-sexualizar y resignificar. Hace que ellas se vuelvan libres y nos enseñen desde esa libertad”, apuntó.
LA REBELDÍA DE OCUPAR ESPACIOS ARTÍSTICOS
Las tres mujeres coincidieron en que a lo largo de la historia de la humanidad no se le ha dado el mismo espacio a las mujeres que a los hombres con talento y, aunque el arte ha sido un remanso de paz para ellas, en muchas ocasiones también se les ha complicado entrar en el círculo.
“El arte está directamente ligado a la cultura. Si en el arte hay inyección de energía femenina es porque la cultura lo necesita. Hay una delgada línea… Y si no nos dan chance de tener espacios los inventamos”, dijo la cantante MarieV.
Asimismo, explicó que “la mujer mexicana tiene algo particular (…), algo energético que hay que celebrar”. No hay miedos, “todo eso es una pinche trampa”.
Franco añadió que la voz puede funcionar como “acto autoerótico” para dejar de repetir patrones y despertar, mientras que Masta Quba describió a la palabra como “medicina”.
“Las cosas que nos da vergüenza hablar, cuando las hablas te das cuenta de que somos muchísimas las que lo vivimos. Cuantas más mujeres seamos expresando lo que es ser mujer más sencillo será mantener una cadena de sanación”, terminó Masta Quba.
El sábado 7 de marzo, coincidiendo con la víspera del Día Internacional de la Mujer, las tres talleristas y artistas ofrecieron un concierto junto a sus alumnas, donde mostraron unidad y fuerza, además de todo lo aprendido.
El centro cultural Xavier Villaurrutia, ubicado en la céntrica Glorieta de Insurgentes de Ciudad de México, fue la sede de la jornada “Hagamos sororidad”, durante la cual tuvo lugar el concierto.
Esta jornada tuvo como objetivo, contó a Efe Isabel Márquez, encargada del lugar, que las talleristas del espacio compartieran sus saberes más allá de las disciplinas que suelen enseñar.
“Somos muchas mujeres en este centro y desde mi punto de vista hemos intentado darle importancia a cada una de ellas. Es necesario que dejen de darnos un día especial, porque somos especiales todos los días, y que empecemos a construir con base en lo que realmente somos, a lo que sabemos decir y hacer”, detalló Márquez.