Home > Disidencia Sexual > Si “los titulares nos hacen daño”, vamos a cambiarlos

Si “los titulares nos hacen daño”, vamos a cambiarlos

¿Todos, todas, todxs o todes? No hay ninguna letra más importante que otra en las siglas del movimiento. Más que un método frío, explican que es mejor adaptarse a la situación en cada momento.


Madrid / Adriana Rocha Pastor (AmecoPress).- Ni las lesbianas tienen cada una su camión ni los bisexuales están confundidos ni todos los homosexuales son como Cam y Mitch en Modern Family. Tampoco a nadie interesa “ni de dónde viene ni hacia dónde va” una persona trans. “Mujeres” ya incluye a las trans, y tampoco existe “el movimiento feminista”, sino “los movimientos feministas”. El masculino genérico no es lo único que merece caer en desuso.

Que los titulares duelen lo dice Mané, vicepresidente de la FELGTB. Cómo aparece un colectivo en los medios puede ser determinante. Incluso dentro de las minorías hay minorías, así que la reflexión periodística puede ser un laberinto cuando debates LGTBI entran en juego. El periodismo incide en el imaginario colectivo y da voz a las minorías que suman la sociedad. El lenguaje importa: tiene el poder de perpetuar los estigmas o derribar los prejuicios. Respeto y sensibilidad, menos estereotipos y más consciencia periodística: “todo suma”, explican.

FSC-CCOO (Federación De Servicios a la Ciudadanía De CCOO) y FELGTB (Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales) se juntan para redactar la segunda edición de la Guía de buenas prácticas para el Tratamiento de la Diversidad sexual, de género y familiar en los medios de comunicación. Una especie de manual de consulta para cuando aparezca alguna duda al respecto, con glosario de terminología específica incluido y malas praxis habituales a evitar, una “herramienta primordial” para el periodista actual.

Importancia del lenguaje

“La terminología es áspera y a veces confunde, se entiende otra cosa”. Mané Fernández, vicepresidente de FELGTB, sabe que no es fácil. ¿Todos, todas, todxs o todes? No hay ninguna letra más importante que otra en las siglas del movimiento. Más que un método frío, explican que es mejor adaptarse a la situación en cada momento. En un foro determinado, tiene sentido la diferenciación. Si no, se trata del uso de un lenguaje inclusivo desde la buena intención que es integrar la perspectiva de diversidad.

“Un hombre vestido de mujer…”, era el principio de un titular que no les gustó en absoluto. Se trataba de un suceso tránsfobo y eso era lo denunciable, el hecho noticioso. “Trans” acaba siendo un término paraguas que parece que engloba todo, explica Mané. Sin embargo, “los hombres T parece que no existen y las mujeres T bajan un peldaño”. Dar más importancia a la biología o a la genitalidad que a la identidad les parece mal. ¿Un consejo? Todo depende de la causa de la noticia.

¿Estereotipos incluso dentro del colectivo LGTBI?

El glosario que incluye la guía resolverá muchas cuestiones en las redacciones. Pero no solo es el texto, también las fotos dicen mucho. Mª José Marín, secretaria de Políticas Sociales e Igualdad de FSC-CCOO, denuncia el “típico europeo, de clase media alta, musculado” que parece ser suficiente para ilustrar todo el espectro social del colectivo. Es ella quien compara esta idea con los personajes de Modern Family, que casualmente cumplen con la descripción. Lo mismo ocurre con el feminismo y la típica idea de mujer superwoman.

Cada vez sale más el colectivo LGTBI en la prensa, la sociedad en general no lo ve raro, pero “¿es un avance real? ¿qué pasa con las frases hechas?”. Elena Blasco, secretaria de Mujer e Igualdad de CCOO, cree que la normalización se convierte en “reducción” cuando los estereotipos vuelven a sesgar la sociedad LGTBI.

Necesidad de cambio del discurso

Son conscientes de la precariedad laboral y de la inmediatez que supone el periodismo, pero se necesita un mensaje sano que se plante ante el discurso de odio que promueve la ultraderecha. “Un momento político duro” que, en su opinión, se ve claro en temas como la educación sexual en Murcia o la bandera del Ayuntamiento de la capital el Día del Orgullo. El auge de la ultraderecha seguirá con “esos titulares, queriendo curarnos, como si estuviéramos enfermos”, añade Mané.

Insisten: antes de escribir, la periodista puede llamar a la entidad y solucionar la duda sin ningún problema. La solución es fácil: perspectiva de Género para no ser machista en el lenguaje y perspectiva desde Diversidad para no discriminar a nadie del grupo LGTBI. El periodismo democrático mejora la vida de las personas y, a veces, basta con cambiar una palabra, un titular.

 

Fuente: AmecoPress

Print Friendly, PDF & Email